El resort de Maldivas que ocupa una isla privada: bienvenidos al paraíso

En medio del océano Índico, al sur de la India, se extienden las paradisíacas Islas Maldivas, un grupo de 1.190 islas distribuidas en 26 atolones, algunas bastante inexploradas todavía. De todas ellas, solo 202 están habitadas y 87 están dedicadas al esparcimiento vacacional. Su clima llama a visitantes de todo el mundo a descansar en alguno de los resorts que ocupan islas enteras. Uno de los más impresionantes es The St. Regis Maldives Vommuli Resort, a los pies del precioso océano de un azul turquesa incomparable, en la isla privada de Vommuli.

Una piscina infinita, una pista de tenis, un centro de deportes acuáticos, otro de buceo, seis restaurantes y 77 villas conforman este magnífico complejo. En él se puede disfrutar del lujo más inimaginablecomo un comedor privado a orillas del océano, un yate que te traslada desde el aeropuerto o un servicio de mayordomo. Además, cuenta con un programa de recuperación de arrecifes de coral en colaboración con Reefscapers Marine Environmental Consultancy.

Arquitectura responsable

La arquitectura está en perfecta consonancia con el entorno, inspirándose en la vida marina y la cultura local de Maldivas. El Whale Bar, por ejemplo, está inspirado en el tiburón ballena; el Iridium Spa, en la langosta; y la Casa Vommuli, el mayor centro recreativo de las islas, en las raíces del árbol baniano. Es también una arquitectura ecológica, al igual que el diseño interior. Cuentan con zona de lago, de playa, de jungla y costera, a lo largo y ancho de la isla.

Las Maldivas es un destino escogido por sus parajes y paisajes naturales, pero también por la privacidad e intimidad que ofrecen este tipo de resorts. Aunque es una zona repleta de aventura y donde poder practicar una gran infinidad de deportes, también es un destino romántico o incluso para conectar con uno mismo. Los apartamentos cuentan con una o más habitaciones, baños y piscinas privadas. Alguna de las suites más lujosas tienen además servicios como un cine privado, vestidores, cocina o gimnasio. Todas con maravillosas vistas al océano haciendo que, al asomarse a los ventanales, se tenga la sensación de estar flotando en mitad de las aguas turquesas del Índico.