La desconocida Casa de la Virgen María está en Turquía: se descubrió gracias a una visión

Los fieles están seguros de que allí fue donde la Madre de Dios vivió sus últimos años de vida con ayuda de San Juan.

La Basílica de la Natividad, la iglesia levantada donde nació Jesús

En la región central del Egeo en Turquía se ubica la que se cree que fue la casa de la Virgen
En la región central del Egeo en Turquía se ubica la que se cree que fue la casa de la Virgen / Istock / JanMiko

Es probable que este sea el único descubrimiento arqueológico que se ha llevado a cabo tomando como referencia las visiones de alguien, concretamente de Ana Catalina Emmerich (1774-1824), una monja beatificada por Juan Pablo II en 2004. Al final de su vida, cuando llevaba una década enclaustrada, inválida y con las cinco llagas de Cristo, el poeta romántico alemán Clemente Brentano, transcribió sus narraciones sobre la Pasión de Jesús.

El exterior de la supuesta Casa de la Virgen María en la antigua Éfeso

El exterior de la supuesta Casa de la Virgen María en la antigua Éfeso

/ Istock / burcintuncer

La contaba como si hubiera estado allí presente aunque no se había movido de su celda. Dijo haber visto cómo Judas Iscariote traicionaba a Jesucristo y después "caminaba desesperado" por el valle del Hinom en Jerusalén, con el hato de monedas que le habían pagado por ello todavía amarrado al cinturón. Con la misma precisión describió la casa donde la Virgen María habría vivido sus últimos años en Éfeso, ubicado en la actual Turquía.

Usando un libro como mapa

En su libro 'La vida oculta de la Virgen María' la describió como "una casita en las montañas, construida a los pies de una ladera, desde lo alto de la cual podían divisarse el mar Egeo y las ruinas de la ciudad de Éfeso", a donde la condujo San Juan. Un sacerdote lazarista y dos laicos liderados por el padre Jung tardaron solo dos días en hallar aquella construcción en 1891, siguiendo las indicaciones del libro de Emmerich y confirmando que se trataba de aquello que la monja había descrito.

La vista desde uno de los laterales de la casa

La vista desde uno de los laterales de la casa

/ Istock / Paarth Dave

En 1892, los arqueólogos desenterraron una casa que se fechó entre los siglos I y II d.C., que por dentro era exactamente igual a las citadas descripciones. Descubrieron también que aquel lugar había sido destino de peregrinacióndesde hacía tanto tiempo que ya ni se recordaba el motivo. Cientos de ortodoxos acudían a lo que habían bautizado como 'Panaghia Kapulu' o Puerta de la Santísima. En poco tiempo se declaró oficialmente como el Santuario de Meyem Ana, la Casa de María.

Una estatua de la Virgen a la entrada

Una estatua de la Virgen a la entrada

/ Istock / miracsaglam

Aunque una década antes, el padre Julien Gouyet quiso poner a prueba a la monja. Había leído los escritos y decidió ir en busca de la casa. Encontró una que era tal y como la describían las visiones, pero nadie le creyó. Fue gracias a Marie de Mandat-Gracey, quien instó al grupo a buscarla para después comprarla. La Iglesia le otorgó el cargo de restaurar y cuidar de la Casa de María. En 2006, las llamas por poco se comen el lugar sagrado, pero, como si la Providencia lo quisiera impedir, quedaron a menos de un metro.

Tres religiones unidas por la devoción a la Virgen

El Santuario se convirtió en capilla desde que en 1891, tras otra peregrinación, se descubrió una deformada estatua de la Virgen. Seis años después se restauró y construyó un albergue para los visitantes. Emmerich la había descrito como una casa rectangular de piedra con chimenea y ábside y, al lado, un manantial. Actualmente, lo mantienen los Padres Lazaristas, que celebran misa allí cada día. Es simple y austera, pero conserva una cocina que se encontró a la izquierda y una habitación a la derecha.

El interior de la capilla con una estatua de la Virgen

El interior de la capilla con una estatua de la Virgen

/ Istock / FSYLN

Se dice también que las aguas del manantial tienen propiedades curativas. De hecho, en el interior hay bastones y muletas que dejaron atrás enfermos que aseguraron haberse curado en el momento. Cada 15 de agosto se unifican bajo su techo tres fes: ortodoxa, musulmana y católica. Todos los cleros celebran el Festival de la Asunción de María en una ocasión excepcional en la que las diferencias se disipan por la devoción hacia la Madre de Dios.

Síguele la pista

  • Lo último