Esto es lo que no debes hacer si quieres evitar el jet lag, según los expertos

El jet lag puede llegar a ser muy fastidioso, tanto que puede arruinar un viaje, pero también existen maneras de mitigar los efectos de los cambios de husos horarios.

Las maneras de evitar el jet lag son mucho más fáciles de lo que parecen
Las maneras de evitar el jet lag son mucho más fáciles de lo que parecen / Istock / mikkelwilliam

Llega la temporada de vacaciones y con ella los viajes. Los aeropuertos pueden llegar a ser tediosos si no se conocen los trucos adecuados, al igual que los propios trayectos. Pero es cierto que el avión es el medio de transporte más eficaz, cómodo, rápido y seguro, sobre todo a la hora de recorrer largas distancias. Cruzar medio mundo ya supone prácticamente un día 'perdido', a lo que hay que sumar el desagradable jet lag que se produce al cambiar de huso horario.

Se traduce en castellano como 'descompensación horaria' y tiene que ver con el ritmo circadiano que rige el cuerpo humano. CinfaSalud explica que esto es una especie de reloj interno que ayuda a regular los tiempos de sueño y vigilia. Normalmente, se sincroniza con las horas de luz y oscuridad en el lugar que se habita, por lo que es lo que marca que debemos dormir por la noche y activarnos durante el día. "Ese reloj se encuentra en el cerebro y abarca ciclos ligeramente superiores a las 24 horas", explica la farmacéutica.

Los cambios de husos horarios modifican los ciclos biológicos del sueño

Los cambios de husos horarios modifican los ciclos biológicos del sueño

/ Istock / AugustineChang

Esos ciclos se ven alterados con vuelos largos o transoceánicos -más aún cuando se viaja hacia el este-, puesto que el ritmo circadiano no se adapta de inmediato al nuevo huso. Por eso, aunque sea de noche en el destino vacacional, el cuerpo va a pensar que es de día y no va a querer dormir, y viceversa. Según Cinfa, el 'síndrome de los husos horarios' o jet lag es más probable que aparezca cuando existe un desfase de cinco husos o más entre el punto de salida y el de llegada.

Evitar y prevenir el jet lag

No solo se ve afectado el ciclo del sueño, sino también el cuerpo, con síntomas como la fatiga, el cansancio general, la somnolencia durante el día, la dificultad para conciliar el sueño por la noche, dolor de cabeza, falta de concentración, disminución del rendimiento, irritabilidad, ansiedad, falta de apetito o sensación de plenitud. Aunque pueda parecer que son huellas inevitables, lo cierto es que hay varias pautas que pueden seguirse para prevenir o incluso evitarlas.

Días antes de tomar el vuelo se puede hacer una serie de tareas -dentro de lo posible- para ir acostumbrando al cuerpo al nuevo horario. Si se va hacia el este, se debería intentar acostarse y levantarse antes; mientras que si se viaja hacia el oeste, habría que irse a la cama y despertarse más tarde. La noche anterior hay que descansar correctamente, durmiendo más horas de lo normal si es necesario, y ajustar las horas de sueño también en el mismo vuelo -aunque siempre hay que tratar de descansar yendo cómodo-.

Además, hay que tener en cuenta que el cuerpo tarda entre dos y siete días en adaptarse, por lo que si la estancia va a ser corta, lo mejor es mantener el reloj habitual y no intentar acostumbrarse. Durante las horas de vuelo hay que intentar moverse por el avión para activar la circulación sanguínea y disminuir la tensión. En tanto tiempo es normal querer comer y beber, pero los expertos coinciden en que la mejor opción es tomar agua o té de hierbas, pero no café ni alcohol.

La vicepresidenta de Etihad Airways para Australasia, Sarah Built, lo contó al medio 9Travel: "Si bien el atractivo del café, los cócteles y los refrigerios es real -especialmente si viajas con niños-, en realidad pueden contribuir a la deshidratación y empeorar el desfase horario". A todo esto se puede añadir de forma moderada la melatonina, una hormona que regula los ritmos corporales y puede ayudar a conciliar el sueño con más facilidad. Pero lo más importante es dar tiempo al cuerpo para que se aclimate a la nueva rutina.

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