Estos destinos son mejores en julio que en junio: anótalos
El séptimo mes del año es perfecto para descubrir Botsuana, Islandia y Montenegro. ¿Nos acompañas?
Como cada año, tenemos el verano otra vez encima (como dirían nuestras abuelas) y llega el momento de buscar destinos únicos que nos aporten experiencias vitales excepcionales, nos permitan conocer otras formas de vida y, si puede ser, que no estén demasiado masificados. Es difícil, lo sabemos, pero, aun así, hemos encontrado tres destinos que son mejores en julio que en junio.
Julio y agosto son los meses de veraneo por excelencia. Llevamos trabajando todo el año y, por fin, llega el momento de poner el asistente de ‘fuera de la oficina’ en el ordenador y darnos un respiro. Hay quien tiene claro que las vacaciones se pasan en el pueblo. Y no es mala opción, ya que es una forma de darle vidilla a esos municipios que conforman la España Vaciada y que, durante el año, están al borde de convertirse en pueblos fantasma. También hay quien prefiere decantarse por viajar dentro de nuestras fronteras (a playa o montaña, según los gustos personales) y, los más intrépidos, optan por poner ‘tierra de por medio’ para descubrir rincones únicos que ofrezcan paz mental y energía suficiente para recargar pilas al máximo de cara al próximo curso.
Islandia
El primer destino que es mejor en julio que en junio es Islandia. Desde que la cantante Aitana y Sebastián Yatra anunciaran reconciliación con el lanzamiento de su nueva canción Akureyri en mayo, el interés por esta ciudad de 20.000 habitantes se ha incrementado notablemente. Y es que Islandia combina la tranquilidad de un país con una baja densidad de población con una riqueza cultural e histórica fascinante.
Julio es un mes perfecto para descubrir el país por varios motivos: el primero es la floración de los lupinos. En junio, todavía no han abierto y en agosto lucen ya marchitos. En julio, en cambio, disfrutarás de millones de ellos a lo largo de campos y campos de lava. Un espectáculo que no olvidarás fácilmente. En segundo lugar, el séptimo mes del año es perfecto para descubrir el país, ya que cuando comienza a subir la temperatura llega el deshielo y los ríos que bajan de los glaciares crecen cortando caminos. En julio la cosa se ha normalizado y todo es más accesible. Y, en último lugar, no podemos olvidar el sol de medianoche, un fenómeno natural que nos permite contemplar el astro rey casi las 24 horas del día.
Botsuana
También para disfrutar de la naturaleza y unos paisajes únicos podemos viajar hasta Botsuana. Allí, además, la experiencia se completa gracias a la posibilidad de disfrutar de un safari que nos permita ver infinidad de animales salvajes en su hábitat natural. Julio y agosto se corresponden con el invierno austral del país africano, lo que significa que el clima es seco y más fresco que en otras épocas del año. Y al haber menos precipitaciones, el riesgo de contraer enfermedades como la malaria baja considerablemente.
Si tienes claro que este año ‘toca safari’, Botsuana es un destino perfecto, ya que no está tan masificado como Kenia o Tanzania, dónde es habitual cruzarse con numerosos todoterrenos durante la visita a los diferentes parques nacionales. En Botsuana, además, vas a poder descubrir paisajes únicos de esos que te tocan el alma y hacen que vuelvas a la rutina con una nueva perspectiva vital. ¿Un ejemplo? El delta del Okavango es de una belleza prístina que te dejará sin palabras. Y si tienes la posibilidad de descubrir el paisaje desde un helicóptero, la experiencia será única.
También resultan paradas imprescindibles si visitas Botsuana la reserva de Moremi, en la que vas a poder ver a los Big Five (leones, leopardos, rinocerontes, búfalos y elefantes) y más de 500 especies de aves que aprovechan la abundancia de humedales, el parque nacional de Chobe, considerado el paraíso de los felinos y los elefantes o los salares de Makgadikgadi, un inhóspito territorio que a los exploradores más viajados les podrá recordar al Salar de Uyuni, en Bolivia.
Montenegro
Y el último destino que recomendamos para julio nos lleva hasta Montenegro. Aquellos viajeros que necesitan playa para que su veraneo sea redondo tienen en estas costas un paraíso único. Por ahora, el turismo de masas no ha desembarcado en este país de la península balcánica que cuenta con casi 300 kilómetros de costa a orillas del mar Adriático, por lo que es una excelente opción.
Una parada imprescindible si visitas Montenegro es, sin duda, la ciudad de Kotor (aquí te dejamos tres motivos para visitarla). Allí vas a poder descubrir su casco antiguo bien conservado y, si te animas a subir los más de mil escalones que te llevan hasta la Fortaleza de San Juan, gozarás de unas impresionantes vistas panorámicas de la bahía, así como de la isla Nuestra Señora de las Rocas.
Si quieres seguir descubriendo Montenegro también merece la pena acercarse hasta el parque nacional de Durmitor, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, gracias a sus paisajes montañosos espectaculares, glaciares y el impresionante cañón del río Tara, el segundo cañón más profundo del mundo.
En definitiva, Islandia, Botsuana y Montenegro son tres destinos perfectos para visitar en julio. Ya solo falta que te decidas por uno de ellos y… ¡A disfrutar!
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