Arqueólogos descubren en Francia un monumento antiguo que podría reescribir la Historia

Asistimos con gran interés a los diferentes descubrimientos arqueológicos que se suceden por todo el mundo. En Roma, por ejemplo, no hay día que cualquier equipo de arqueólogos no descubra restos de una muralla o, como hace apenas medio año, una estatua de 2.000 años de antigüedad en una alcantarilla. Y no solo en Italia aparecen cada día nuevos hallazgos. También en Barcelona, hace poco más de dos meses, se han descubierto 20 metros de muralla medieval, así como restos de los antiguos Cuarteles de Drassanes durante las obras de reurbanización de La Rambla.

Dejamos Italia y España y nos trasladamos ahora hasta Francia para descubrir un hallazgo arqueológico sin precedentes que podría reescribir la Historia, ya que ofrece una combinación de recintos nunca antes vista.

Los arqueólogos pertenecientes al Instituto Nacional Francés de Investigación Arqueológica Preventiva (Inrap) se encontraban haciendo diversas excavaciones en Marliens, cerca de Dijon, cuando descubrieron en sus excavaciones una serie de recintos cuya particularidad es que fueron usados en diferentes periodos de la Historia, desde el Neolítico hasta la Primera Edad del Hierro.

Un hallazgo sin precedentes

En un primer análisis los expertos han coincidido en señalar que estos recintos podrían tener fines funerarios, pero ahora es el momento de arrancar con nuevos estudios paleoambientales que revelen más sobre la datación y el propósito del sitio. Lo que más llama la atención del descubrimiento es que no se trata de un antiguo recinto circular, sino tres recintos interconectados entre sí, lo que supone un hallazgo sin precedentes.

La sección central comprende un recinto circular de 11 metros de diámetro que es la más grande del conjunto. Hacia la parte norte encontramos otro espacio más pequeño en forma de herradura que se conecta directamente a la parte central. Y hacia el sur, un diseño circular permanece abierto en un lado, pero también se ensambla con el círculo principal.

Los arqueólogos del Inrap coinciden en señalar que las tres estructuras están vinculadas tanto en el posicionamiento como en la datación y que una capa de grava encontrada en los dos recintos laterales sugiere que también había una cerca.

Además, durante los trabajos, también se han podido rescatar un conjunto de artefactos (que incluyen puntas de flecha de pedernal, brazaletes de arquero, un encendedor de pedernal y una daga de aleación de cobre) descubiertos en las inmediaciones. Y, ojo, ya que los expertos sugieren que podrían pertenecer al período Neolítico, aunque un análisis de radiocarbono ayudará a determinar la datación exacta.

En las cercanías también se ha descubierto una ocupación de la Primera Edad del Hierro, con urnas y ornamentos funerarios, pero también deberán ser objeto de un exhaustivo estudio.

En definitiva, cuando creíamos que ya estaba todo descubierto, han aparecido en Francia estos recintos que nos demuestran que todavía hay una parte de la Historia que no conocemos y que podría cambiar nuestra percepción sobre el mundo antiguo.