8 cosas que seguramente no sepas cuando subes a un avión
A pesar de que viajar en avión ya se ha convertido en algo muy común, todavía existen algunas curiosidades que mucha gente desconoce cuando pone un pie a bordo.
Si te interesó el artículo Tres cosas que las azafatas te ocultan cada vez que montas en un vuelo, hoy te traemos nuevas curiosidades que, en líneas generales, el viajero desconoce al subir a un avión. ¿Sabes por qué los asientos son normalmente de color azul?, ¿cuál es la parte más sucia de un avión?, ¿por qué hay ceniceros en las aeronaves si está prohibido fumar? Abróchense los cinturones porque… ¡despegamos!
Color de los asientos
La mayoría de las aerolíneas tienen flotas con asientos de color azul y el motivo es bien sencillo. A la hora de diseñar las aeronaves, los fabricantes quieren que el avión sea un lugar que infunda calma, serenidad y respeto. Y esto, si sabes algo de la teoría del color, son cualidades atribuidas al azul.
¿Te imaginas viajar en un asiento rojo? Puede ser todo un planazo si te toca celebrar un Halloween a 12.000 pies de altura, pero en general, puede provocar en el viajero sensación de angustia o miedo. Y no hay que olvidar tampoco que es necesario que los colores de los asientos sean (como dirían las madres) de tonos ‘sufriditos’ y que aguanten bien el trote.
Parte más sucia del avión
El viajero podría pensar que el baño de un avión es la parte más sucia del mismo, pero se equivoca. Hay, según cuentan algunas TCP, un sitio mucho más sucio. ¿Te imaginas cuál es? No, tampoco es el suelo.
El bolsillo delantero que tenemos debajo de las bandejas es el sitio más sucio del avión. Durante horas, el pasajero puede almacenar cosas inimaginables; desde un pañal a una cáscara de plátano o pañuelos de papel con algún que otro virus.
Ceniceros
Desde el año 1999 no se puede fumar en los vuelos nacionales en España y, desde el 2000, en todos los vuelos comerciales. Son muchos los aviones que han salido de fábrica después de entonces y lo más curioso es que… llevan ceniceros.
El motivo por el que a día de hoy siguen existiendo los ceniceros es por una cuestión de seguridad. Sí, lees bien. Y es que, aunque está prohibido fumar, la normativa internacional de seguridad exige que se disponga de un lugar seguro para deshacerse de los cigarros en caso de que algún pasajero decida saltarse la ley y encenderse uno.
Caja negra
La caja negra de un avión no es negra. Si te gusta la aeronáutica (o los programas de preguntas y respuestas), quizá ya lo sepas, pero la caja negra de los aviones es de color naranja.
Dicha caja negra se compone de varios aparatos que registran voz y datos y se utilizan para descubrir las causas en caso de accidente aéreo. Además, estos aparatos se sitúan siempre en la parte trasera del avión, ya que, en caso de colisión, se ha comprobado que es la parte de la aeronave que menos impacto recibe.
Máscaras de oxígeno
Seguramente habrás escuchado las instrucciones de seguridad que dan las TCP antes de volar y todo lo relativo al uso de la máscara de oxígeno, pero ¿sabes qué autonomía tienen dichas máscaras?
Las máscaras del avión tienen una autonomía de 15 minutos de flujo continuo, ya que es el tiempo previsto pata un aterrizaje de emergencia. En caso de despresurización de la cabina, el piloto tiene que tomar tierra de forma inmediata y, de ahí, esa duración. Tampoco está de más recordar que es importante ponerse rápidamente la máscara en caso de emergencia, ya que así se pueden evitar desmayos cuando el avión descienda de forma repentina.
Comidas a bordo
Otra de las curiosidades que más sorprende a los viajeros es descubrir que el piloto y el copiloto no comen la misma comida. El motivo es sencillo: en caso de una intoxicación alimentaria, solo la sufrirá una de las dos personas que pueden hacer aterrizar la aeronave.
Además, algunas compañías tienen estipulado que la comida del piloto sea la de primera clase, mientras que la del copiloto será la servida en business o turista, dependiendo de la disponibilidad.
Iluminación en el avión
Las luces del avión tienen que atenuarse en el despegue y aterrizaje y mucha gente piensa que es por crear un ambiente relajado entre los pasajeros o para reducir la contaminación lumínica. Lo cierto es que se bajan las luces por una cuestión de seguridad (otra más).
En caso de evacuación nocturna, los pasajeros tardan unos diez minutos en adaptarse a la oscuridad y, en caso de emergencia, cada segundo vale oro. Por eso, el ojo ya estará acostumbrado a la penumbra. Además, las ventanillas siempre deben estar subidas para que, en caso de emergencia, el personal de tierra vea el interior de la aeronave.
El agujerito de la ventanilla
La última curiosidad tiene que ver con el agujerillo que hay entre cada ventanilla interior y exterior de un avión. Se trata de una pequeña cámara de aire que va regulando la presión entre las dos ventanas de forma automática. Además, dicho agujero equilibra el nivel de humedad y, por tanto, evita que la ventana se congele o se empañe.
Ahora que ya conoces 8 cosas nuevas cuando subes a un avión, es momento de disfrutar del vuelo y saber que te encuentras en uno de los medios de transporte más seguros. Y, además, te trasladará a tu destino soñado.
Síguele la pista
Lo último