Baumkuchen o cómo comerte algo parecido a un árbol en uno de los restaurantes más lujosos de Madrid

Este dulce típico alemán es considerado como el 'rey de los pasteles' gracias a su esponjosidad y su curiosa forma de tronco de árbol.

Baumkuchen, el postre alemán con forma de árbol que se puede disfrutar en Madrid.
Baumkuchen, el postre alemán con forma de árbol que se puede disfrutar en Madrid. / Istock / ZU_09

En el mundo de la gastronomía, hay manjares que trascienden fronteras (y si no que se lo digan a la gastronomía española), conectando culturas a través de la mesa. Uno de estos tesoros culinarios es el baumkuchen, un pastel alemán que cautiva gracias a sus sabores y su historia. Hoy vamos a descubrir sus orígenes y también te vamos a desvelar el lujoso restaurante madrileño en el que los baumkuchen se han convertido en una auténtica seña de identidad. ¿Nos acompañas?

La historia del baumkuchen se remonta a la Europa medieval, donde se cree que surgió como un postre para banquetes reales y celebraciones especiales. Su nombre, que en alemán significa ‘pastel del árbol’, hace referencia a sus capas doradas que recuerdan los anillos de un tronco de árbol. Esta conexión con la naturaleza y la tradición se refleja en su elaboración, que requiere paciencia y habilidad para crear cada capa fina y uniforme.

El Baumkuchen también se conoce como 'torta o pastel de árbol'.

El baumkuchen también se conoce como 'torta o pastel de árbol'.

/ Istock / piotrmilewski

La primera receta escrita de este rico postre procede de un libro de cocina datado en 1426. Años más tarde, en 1682 se elaboró un pan de forma similar para el príncipe Johann Sigismund Elsholtz, mientras que en la ciudad alemana de Salzwedel se elabora el baumkuchen desde el siglo XIX.

Un tesoro de la repostería alemana

En Alemania, el baumkuchen es un símbolo de la repostería tradicional, con panaderías y pastelerías que lo ofrecen en diferentes formas y tamaños. Cada región tiene su propia versión del pastel, con variaciones en ingredientes y técnicas de preparación; sin embargo, es importante que se respete la base de la receta tradicional con mantequilla, huevo, azúcar, vainilla, sal y harina.

El baumkuchen imita las anillas de los árboles.

El baumkuchen imita las anillas de los árboles.

/ Istock / caycebilly

Aunque el baumkuchen tiene sus raíces en Europa, también ha encontrado su lugar en Japón. Llegó al país asiático durante la era Meiji a finales del siglo XIX y, desde entonces, se ha convertido en un elemento básico en la repostería japonesa. Pero no son los únicos que han sucumbido a este dulce, ya que también en gran parte de Europa lo han adaptado creando diferentes versiones.

En Austria la misma variedad se conoce como prügelkrapfen; en Suecia venden spettekaka (bollo rotatorio muy semejante); y la pastelería lituana tiene una versión interesante del baumkuchen que se denomina šakotis y que se diferencia, sobre todo, en la forma del recubrimiento exterior.

El baumkuchen tarda en elaborarse un par de horas como mínimo.

Pastel lituano parecido al baumkuchen alemán.

/ Istock / Rasa Petreikiene

Si se te ha hecho la boca agua de pensar en este dulce alemán tenemos dos noticias, una buena y una mala. La buena es que en Madrid se puede degustar un baumkuchen que nada tiene que envidiar a los elaborados en Alemania. Y la mala es que se trata de uno de los restaurantes más lujosos de Madrid y, por tanto, no está al alcance de todos los bolsillos.

El baumkuchen de Horcher

Horcher es uno de los restaurantes emblemáticos de Madrid; de esos en los que el lujo y la buena gastronomía van de la mano desde su inauguración en 1943. Y, precisamente desde entonces, elaboran un baumkuchen que ha resistido a los diferentes cambios de carta a lo largo de las décadas. 

Este postre tan vistoso se encuentra expuesto para que los comensales se alegren la vista gracias a su espectacularidad y también a modo de aviso para que siempre dejen un hueco para el postre. Elaborado con 6 anillas, el baumkuchen completo ofrece unas 50 raciones, pero también se puede pedir por anillas o, incluso, por raciones. Se puede encargar para llevar y se acompaña, además, con una tarina de chocolate (perfecta para los chocoadictos) y otra de chantilly elaborado en el propio restaurante. ¿Su precio? Puedes degustar una anilla (para 8 comensales aproximadamente) por 60 euros.

En definitiva, el baumkuchen es una delicia que merece ser degustada y compartida. Ya sea en una acogedora cafetería en Berlín, en un elegante salón de té en Kioto o en uno de los restaurantes más lujosos de Madrid. 

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