Ciudad de México, destino culinario: 7 sitios imprescindibles

En el año 2010, la gastronomía mexicana fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Con esta carta de presentación, el viajero que haya marcado en su mapa la Ciudad de México como destino gastronómico, estará jugando sobre seguro. Hoy en día, en una ciudad con más de nueve millones de habitantes, la oferta culinaria es extensísima e inabarcable. Establecimientos de postín en los que probar platillos que se enmarcan dentro de la alta cocina, hasta puestos callejeros en los que degustar antojitos que nos hagan llorar de placer. Todo es posible en una ciudad en la que tienen cabida las mayores exquisiteces del país.

Para arrancar esta ruta por la Ciudad de México, conviene saber que, debido al movimiento migratorio de otras regiones, en la capital se refleja una amalgama de especialidades culinarias provenientes de todo el país. Así pues, se pueden degustar tacos, enchiladas, enmoladas, chilaquiles, o diferentes caldos con ingredientes variados que incluyen, incluso, insectos como los chapulines o los escamoles.

El Cardenal

Este restaurante fue fundado en 1969 en el edificio que albergó a la Real y Pontificia Universidad de América, ubicado en la esquina que forman las calles de Moneda y Seminario. Actualmente, han expandido el negocio y cuentan con varios locales distribuidos por toda la ciudad, siendo el que se encuentra al lado de Bellas Artes y a un paso del Zócalo el más pintoresco de todos.

Desde su apertura, producen sus propias tortillas de manera artesanal, realizando todo el proceso; desde la selección del maíz, la puesta de nixtamal, la molienda y, finalmente, su elaboración. No deberías salir de allí sin probar su carne de borrego o sus tortillas con escamoles.

El Bajío

Este local cuenta con 19 sucursales en zonas como Reforma o Polanco y destaca por su amplia variedad de platillos. Imprescindible el caldo de mole de olla y las carnitas (deberías pedirlas estilo Michoacán), trozos de carne partidos en pedacitos que se comen en tacos. Se elaboran con carne de cerdo que puede ser maciza o de costilla, pero, si quieres una experiencia completa, deberías pedir la opción mixta.

El Bajío, capitaneado por la chef Carmen “Titita” Ramírez, también ofrece especialidades de Veracruz, como las gorditas de anís, el pescado a la veracruzana o los tamales papantecos.

Fisher's

El viajero tiene en Fisher's un restaurante especializado en mariscos. Pero, ojo, que en México esto no equivale a una de nuestras marisquerías, sino a un establecimiento especializado en pescados.

Su caldo de camarón está para ponerle un monumento y, además, se pueden comer especialidades típicas como el róbalo, un pescado típico del Golfo Mexicano que se caracteriza por su intenso sabor.

Fisher's es conocido por su carta, pero, también, por ser un lugar de reunión. Se entra para comer, se continúa con sus tequilas y mezcales y uno nunca sabe cuándo saldrá de allí.

El rey del suadero

El rey del suadero no es un sitio bonito; de hecho, recuerda a algunos kebabs con sus carnes cocinadas en palos de metal. Entonces, ¿por qué resulta un sitio imprescindible? Por sus precios, por la limpieza y por la posibilidad de mimetizarte con los locales que o bien toman sus tacos de pie o bien, entran al salón para degustarlos con más calma.

Cuentan que los tacos al pastor más ricos de toda la Ciudad de México se degustan en este local de Polanco, servidos con piña, cebolla y cilantro.

Sonora Grill

Y de precios populares nos vamos a algo más exclusivo: Sonora Grill. Hay diferentes sedes ubicadas, sobre todo, en placitas comerciales. Destaca por sus carnes y su ambiente refinado. Cierto es que en México resulta imposible probar carne mala. Desde la taquería más recóndita hasta el local más lujoso, ofrecen unas carnes deliciosas, siendo la de Sonora la más espectacular.

En su carta cuentan con ganado premium de Sonora que puede degustarse en diversos platos como arrachera, aguja norteña, cabrería o centro de lomo. La presentación de estos cortes se sirve sobre un bloque de sal con diversas guarniciones como hongos al ajillo. ¡Para chuparse los dedos!

Mercado de San Juan

Uno de los mercados más conocidos de toda Ciudad de México es el Mercado de San Juan, cerca de la Alameda Central. Allí se mezclan lugareños que acuden a por sus ingredientes habituales con exploradores deseosos de probar especialidades tanto autóctonas como de los diferentes rincones del mundo. En el mercado convive una parte tradicional (con puestos antiguos que no se han reformado desde su apertura), y una parte moderna (con locales que se han reformado y ahora lucen con un aspecto vintage muy cuidado). Las hamburguesas de cocodrilo o cebra y los alfajores con alacranes fritos se mezclan con jamón serrano, quesos italianos o mango japonés.

Si no quieres volverte loco entre tanta oferta, puedes ir a lo seguro si te decantas por el pescado capeado. Esta especialidad, elaborada con diferentes tipos de pescados, destaca por estar cortada en tiras finas. La clave de su éxito está en su textura esponjosa por dentro y crujiente por fuera. Además, si se acompaña con una salsa de cerveza, resulta un bocado espectacular.

Salón París

Por último, no podemos dejar de visitar la Ciudad de México y no hacer una parada en su Salón París. Esta mítica cantina de barrio se encuentra cerca del centro, en la Colonia San Rafael, y es perfecta para tomar un tequila o lo que el viajero desee.

Debe su fama al cantante José Alfredo Jiménez, ya que, antes de dedicarse a la música, era mesero en este local. De hecho, aún se conservan el piano y la mesa dónde escribió una de sus canciones más famosas. No es un sitio bonito, pero merece la pena ir, solo por su valor histórico.