La Venecia española existe: más barata, menos masificada y con un encanto peculiar

No hace falta viajar al otro lado del Mediterráneo para disfrutar del más puro espíritu veneciano.

Port Saplaya constituye un destino perfecto para los amantes de Venecia.
Port Saplaya constituye un destino perfecto para los amantes de Venecia. / Istock / benedek

"Venecia fue antaño encantadora, lugar placentero de toda festividad, el deleite del mundo, la máscara de Italia", dijo el escritor lord Byron alguna vez. No le faltaba razón en el siglo XIX y tampoco ahora, en el XXI. La ciudad italiana de las góndolas y el carnaval lleva años -si no siglos- llamando la atención de viajeros de todo el mundo, hasta tal punto que la mayoría de personas la han visitado o quieren hacerlo.

Venecia se ha convertido en un destino demasiado turístico

Venecia se ha convertido en un destino demasiado turístico

/ Istock / NiseriN

Pero quizá este destino necesite un respiro y ahora no sea el momento idóneo para recorrerlo. Venecia se ha vuelto tan cara y masificada -ahora hay que pagar una tasa de turista- que a veces incluso pierde el encanto que la caracterizaba. No todo está perdido, pues sin salir de España podemos encontrar una pequeña Venecia valenciana, a tan solo diez kilómetros de la capital y con salida al Mediterráneo.

Colores y tranquilidad

Se trata de Port Saplaya (o Saplatja en valenciano), una localidad de apenas dos mil habitantes que se ubica dentro del municipio de Alboraya. Las embarcaciones, grandes y pequeñas, se disponen a lo largo de sus canales, quedando bajo el abrigo de los pintorescos edificios multicolores que se reflejan en las aguas cristalinas y un ambiente relajado y de lo más agradable que provocan que su paralelismo sea aún mayor con la urbe italiana.

Se conoce como la pequeña Venecia valenciana y tiene un encanto muy similar a la italiana

Se conoce como la pequeña Venecia valenciana y tiene un encanto muy similar a la italiana

/ Istock / worldtowalk

El proyecto de esta población nació en 1970 y no se empezó a edificar hasta una década después. La idea original era que se construyeran edificios con tonos azules y verdes, inspirándose en la Costa Azul francesa -donde se hallan algunos de los pueblos más bonitos de Francia- y la Riviera italiana, aunque con el tiempo se han ido incorporando otros colores hasta crear una sensación que podría rozar lo ficticio.

Aunque los colores inciales de Port Saplaya iban a ser azul y verde, se fueron incorporando más con el tiempo

Aunque los colores inciales de Port Saplaya iban a ser azul y verde, se fueron incorporando más con el tiempo

/ Istock / HildaWeges

El atractivo veneciano que se observa a simple vista se suma al valenciano que aporta la gastronomía más típica de la región, destacando las paellas y los mariscos, además de otros platos típicos como el arroz a banda, la fideuá o el all i pebre, un guiso tradicional de anguilas; todo ello aderezado con una buena y refrescante horchata de chufa casera.

Canales que no solo se recorren por el agua

Constituye un oasis de paz por el que pasear entre sus estrechas callejuelas y su playa homónima en la que siempre hay hueco para clavar la sombrilla y extender la toalla. Cuenta con 600 metros de arena y mar, con un clima ideal para pasar los días de verano. En ella, además, se pueden practicar deportes acuáticos -disfruta de este destino si eres un amante del deporte- en sus aguas cristalinas como paddle surf, kayak o windsurf.

Los canales pueden recorrerse también a pie o en bicicleta

Los canales pueden recorrerse también a pie o en bicicleta

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A diferencia de Venecia, sus canales pueden recorrerse no solo en las embarcaciones, sino también a pie, a lo largo del paseo marítimo, o incluso en bicicleta en los caminos aledaños a la playa. Aunque para algunos su pequeño tamaño pueda constituir un problema, lo cierto es que gracias a eso se ha convertido en un lugar privilegiado, repleto de serenidad y con un encanto muy especial.

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