La queja de los alemanes que ha enfurecido a España: "se ha vuelto cara"

Las protestas no hacen más que aumentar al tiempo que lo hacen los precios de la vida en España.

Vivir en Málaga es casi imposible y así lo explica un alemán que se mudó hace meses
Vivir en Málaga es casi imposible y así lo explica un alemán que se mudó hace meses / Istock / Salvador-Aznar

Los números hablan y llevan gritando durante un tiempo que los precios están subiendo y no parecen querer detenerse. Los principales afectados son los residentes en España, que no han dudado en lanzarse a las calles para protestar ante los problemas que causa la saturación turística en ciudades como Málaga, Madrid, Barcelona o Cádiz en lo referente a la vivienda. Miles de personas protestan bajo el grito de "Queremos vivir, no sobrevivir" y con un malestar generalizado que pasa por la insostenibilidad del modelo actual.

No solo los españoles se han percatado de la situación, sino que también los extranjeros que residen en el país por largos períodos y también los visitantes. Lo preocupante es cuando se quejan aquellos que están acostumbrados a unos costos de vida muy elevados y ven que los de España están empezando a igualarse. Así lo ha expresado un alemán usuario de Reddit, que ha causado todo tipo de comentarios en redes sociales: "Llevo viviendo en España (Málaga) desde hace unos meses y estoy sorprendido de lo caras que se han vuelto las cosas".

Escasas habitabilidad en las viviendas españolas

Ha explicado que no ve "mucha diferencia" con su país de origen, Alemania, puesto que "el alquiler es muy caro, al igual que la comida y las comidas fuera de casa". A través de X (Twitter) recordaba un usuario que el alquiler no debería suponer más de un 33% del salario, por lo que "aunque cobres 2.000 euros al mes no te puedes permitir vivir solo en las ciudades grandes", puesto que, además, es prácticamente imposible encontrar una vivienda habitable por menos de 660 euros.

Precisamente ese es otro debate que ha salido últimamente a la palestra: el de la habitabilidad. En los últimos días se han publicado ofertas inmobiliarias que se vendían como auténticas gangas pese a contar con menos de 40 metros cuadrados, escasas ventanas hacia el exterior, techos demasiado bajos y distribuciones bastante cuestionables, como encontrar el baño dentro de la cocina. El alemán había planteado una cuestión a través de Reddit relacionada con un posible cambio de salario a la española.

"Como sigo teniendo un salario alemán, no ha sido un gran problema", comentaba. Pero es posible que sus condiciones cambien: "Entendería que España fuera mucho más barata en términos de costo de vida, pero este ya no es el caso y la gente aquí gana mucho menos dinero". Teme, al igual que muchos españoles, no ser capaz de llegar a fin de mes si su sueldo se modifica. "¡Y realmente lo siento por los lugareños que todavía tienen salarios bajos, pero gastos mucho más altos ahora!", añadía.

¿La solución es mudarse a los pueblos?

Seguía meditando sobre el tema y afirmaba que le habían contado que esta alza de precios se ha debido a la inmensa acogida de los nómadas digitales en los últimos años. A esta reflexión sumaba otra: "Puede que España siga siendo barata en áreas rurales o ciudades pequeñas, ¡pero en Barcelona, Málaga o Madrid el costo de vida es alto!". Es cierto que vivir en un pueblo cuenta con numerosas ventajas, pero también con un inconveniente clave que es que la despoblación no para de aumentar y cada vez son menos los que se decantan por este estilo de vida.

Barcelona es una de las ciudades afectadas del elevado precio de la vida

Barcelona es una de las ciudades afectadas del elevado precio de la vida

/ Istock / Vunav V

Sin embargo, viendo que la solución al problema de la vivienda no va a ser inmediata, hay quien sí se replantea la opción de mudarse a un pueblo. Algunos han dejado incluso sus trabajos habituales para hacerlo y aprovechar ofertas como tener casa gratis si se reabre el bar o alquileres muy bajos, casi simbólicos, para las familias dispuestas a inscribir a sus hijos en la escuela rural. Aunque en España existan diversos remedios, se debe seguir luchando por ese lema que abanderan los protestantes: vivir, no sobrevivir.

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