El pueblo más pequeño de Murcia: 97 habitantes, infinitos encantos

La Región de Murcia es famosa por miles de cosas como la impresionante Catedral de Santa María, el Real Casino, el Cristo de Monteagudo, el Teatro Romano de Cartagena, la Sima de la Higuera o Cabo de Palos, pero hay un sinfín de pueblos preciosos que bien merecen una visita. Algunos de los más reconocibles son Cehegín, Caravaca de la Cruz o Yecla que destacan por su indudable belleza, pero hay un pueblo de esta Comunidad Autónoma que debe ser conocido por un motivo muy especial. Se trata de La Murta y es el pueblo más pequeño de Murcia. En esta pedanía ubicada en la Sierra de Carrascoy, a 20 kilómetros de la capital, en el año 2022 solamente vivían 97 personas. 

Su espectacular paisaje está decorado con grandes campos de cultivos en los que los almendros protagonizan una postal de ensueño. Cuando llega la primavera los campos florecen y los pinares y robles se pintan de verde tiñendo el enclave de tonos pastel. Debido a la gran extensión de tierras que rodean el lugar, la principal actividad económica de La Murta se basa en la agricultura, en especial el trabajo de los almendros.

Pequeño... pero muy coqueto

El turismo rural ha arraigado en la zona y cada vez son más los viajeros que descubren este destino y quedan prendados de sus impresionantes ofertas de actividades en la naturaleza. El senderismo y el barranquismo están al alcance de cualquiera en este pueblo de Murcia donde los establecimientos se han adaptado a la llegada de aventureros que desean recorrer sus bosques en busca de adrenalina. 

La evolución histórica y la despoblación de La Murta se debe a las características climáticas y geográficas que han provocado que la escasa población se reparta por todo el territorio generando que haya zonas más despobladas. Las circunstancias naturales y la peligrosidad de las guerras históricas que se produjeron en la zona aumentan todavía más el abandono de las tierras. No obstante, en la actualidad los 97 habitantes de esta pedanía viven felices y cuentan con algunos servicios básicos como un centro para mayores, un bar restaurante y un horno de leña cuya especialidad es el pan casero de carrasca. En La Murta se puede llevar una vida tranquila y relajada en contacto con la naturaleza, forma de vida que buscan cada vez más personas. 

Además, en La Murta hay un antigua ermita dedicada a la Santa Cruz y en su honor se celebran las fiestas patronales en los meses de abril y mayo donde los vecinos pueden disfrutar de un festejo entretenido. Pero eso no es lo único interesante de este pequeño pueblo de casas bajas, allí los amantes del cielo estrellado pueden visitar el observatorio astronómico municipal y maravillarse con las impresionantes vistas que propicia un lugar alejado de las grandes ciudades y de la contaminación.

Este enclave que alcanzó su máximo poblacional en el año 2001 con casi 120 habitantes, es un destino perfecto para conectar con la naturaleza y las palmeras y vegetación que decoran las calles. Está claro que no necesitas una gran población para crear un paisaje idílico en el que el relax y la flora se unen para ofrecer a sus habitantes y visitantes una experiencia única.