Diez pueblos de España que ya deberías haber visitado

Prepárate para descubrir algunos de los pueblos más bonitos, populares o no, de la geografía española.

Unos cuantos pueblos de España que debes conocer
Unos cuantos pueblos de España que debes conocer / Istock / Jacek_Sopotnicki

Cientos de pueblos de España deleitan y fascinan tanto a viajeros nacionales como internacionales. De una punta a otra de la península y de las ínsulas, pequeñas localidades aparecen en el mapa de vez en cuando para reivindicar sus maravillas. Por ejemplo, cuando 'The Times' publicó una lista de los más bonitos de España. Sin embargo, no es necesario esperar a que se pongan de moda para descubrirlos.

Laguardia, Álava

La capital de La Rioja alavesa mantiene su encanto medieval intacto, con las iglesias fortificadas de San Juan Bautista y la de Santa María de los Reyes o la Casa de la Primicia del siglo XIV, el edificio más antiguo del pueblo. Para más inri, el pasado año se alzó con el primer premio del Concurso Internacional de Pintxos y Tapas Medievales. Además, son múltiples las bodegas que hay por toda la villa -casi todo local hostelero posee un sotano donde producen vino propio-, así como su mar de viñedos.

Laguardia (Álava)

Laguardia (Álava)

/ Shutterstock

Mogarraz, Salamanca

También de carácter medieval, el salmantino es conocido por ser el pueblo de los 800 retratos. De por sí ya tiene un encanto peculiar, pero las miradas fotografiadas de sus vecinos le da un toque aún más especial. Las instantáneas son fotografías que los habitantes se hicieron en 1967 para renovar su DNI. Después de 45 años, un artista local decidió recuperarlas y convertirlas en un proyecto a gran escala, decorando las fachadas de las casas y colocándose en la lista de los Pueblos más Bonitos de España.

Retratos en las fachadas de Mogarraz

Retratos en las fachadas de Mogarraz

/ Wikicommons. Frayle

Deià, Mallorca

En plena sierra de Tramontana se esconde un pequeño pueblo a apenas 30 kilómetros de la capital. Ha sido hogar y refugio de muchos artistas internacionales, puesto que sus calles rezuman tranquilidad, naturaleza, inspiración. Por ello, está repleto de museos y casas de personajes célebres. Aunque también de calas casi vírgenes y miradores -como el de San Marroig- que dejan sin respiración, desde donde parece que se contempla el fin del mundo.

El pueblo de Deià escondido en la isla de Mallorca

El pueblo de Deià escondido en la isla de Mallorca

/ Istock / Alex

Bárcena Mayor, Cantabria

Este pueblo cuenta con una peculiaridad de la que, a día de hoy, pocos pueden presumir: está completamente libre de coches. Si hay un lugar que te permite viajar al pasado con todo lo que implica, es Bárcena Mayor. Allí habitan menos de 100 personas y no sufren de ninguna contaminación acústica. Un único barrio de casas de piedra y madera con balcones cubiertos de flores multicolores al que se añade otra curiosidad más, pues alberga el mayor hayedo de Europa.

Casa típica de Bárcena Mayor

Casa típica de Bárcena Mayor

/ Wikicommons. Luis Rogelio HM

Altea, Alicante

Conocido como 'la cúpula del Mediterráneo' -pues está presidido por dos cúpulas de cerámica azul, parte de la iglesia del Consuelo-, este pueblo costero lo conforman un conjunto de casas encaladas sobre una ladera. El laberinto que supone el casco histórico es uno de los más bonitos de la Comunidad Valenciana, ornamentado con mosaicos, puertas decoradas y flores. Playas y miradores hacia el mar son dos claves de Altea, además del magnífico paseo que ofrecen sus callejuelas blanquiazules.

Vistas de las cúpulas desde una calle de Altea

Vistas de las cúpulas desde una calle de Altea

/ Istock / Julia Lavrinenko

Chinchón, Madrid

Madrid también tiene pueblos, y algunos son realmente bonitos. Chinchón es el más popular y no es para menos. Patrimonio, amabilidad y buena gastronomía siempre es una buena combinación. Lo más particular es su plaza Mayor, que se asemeja más a una plaza de toros que a otra cosa. El blanco y el verde protagonizan los 234 balcones que asoman a la plaza y unos anárquicos tejados que aparecen escalonados sobre el conjunto.

Plaza Mayor de Chinchón.

Plaza Mayor de Chinchón.

/ Istock / MiguelUrbelz

Olivenza, Badajoz

La Extremadura más portuguesa se conserva todavía en Olivenza. No fue española hasta el año 1801 y es resultado de una reclamación histórica. Sus calles que se articulan dentro de la muralla están a caballo entre sendos países, con una posición privilegiada como ciudad fronteriza. Su Museo Etnográfico González Santana sobre la vida en los pueblos extremos es uno de los mejores de la comunidad. Pero en él no se refleja que en Olivenza existió un dialecto propio, el portugués oliventino.

Vistas sobre Olivenza

Vistas sobre Olivenza

/ Istock / Javier Jimenez Lopez

Frigiliana, Málaga

Es uno de los pueblos blancos más bonitos de Málaga, una joya morisca en plena Costa del Sol que se parece a Mykonos. Las inmaculadas fachadas y puertas de un azul intenso cuentan decenas de flores de múltiples colores junto a placas de cerámica. Desde el que para muchos es el pueblo más bonito de Andalucía se puede otear la costa norte de África si el tiempo lo permite. Aquí también se halla la única fábrica de miel de caña de Europa (la de Nuestra Señora del Carmen).

Una calle del pueblo de Frigiliana

Una calle del pueblo de Frigiliana

/ Istock / KarelGallas

Setenil de las Bodegas, Cádiz

Este pueblo -también blanco- está sepultado bajo una gigantesca roca que parece que en cualquier momento aplastará la villa. Realmente se encuentra excavado en la roca, desafiando la gravedad y aportando una sombra a veces necesaria sobre las callejuelas. Allí el suelo se une con la montaña, en lugar de con el cielo, y la panorámica resulta tanto estremecedora como bella. Por una parte está la calle Cuevas del Sol y por el otro la Cuevas de Sombra, que hacen honor a su nombre.

Una calle de Setenil de las Bodegas

Una calle de Setenil de las Bodegas

/ Istock / Jacek_Sopotnicki

Elizondo, Navarra

El Valle del Baztán se abre para albergar a Elizondo, bajo la protección del Basajaun. Es la cuna de Amaia, la protagonista de la trilogía del Baztán de Dolores Redondo, y la fantasía que rezuman sus libros también se vive en la vida real -mucho más allá de las visitas guiadas temáticas-. Es la parte vascófona de Navarra y las calles la conforman palacetes y casas señoriales que se erigen a los pies del río Bidasoa, que separa el pueblo que queda unido por el puente de Txokoto.

Elizondo, en el valle del Baztán

Elizondo, en el valle del Baztán

/ Istock / JESUSDEFUENTESANTA

Estos diez pueblos esperan con los brazos abiertos para ser visitados. Cualquier época del año y cualquier excusa es buena para hacerlo, ya sea solo o en compañía. Y lo mejor es que seguro que más de uno te pilla a mano para hacer una visita de uno o dos días.

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