El pueblo de Málaga que parece Mykonos: destino de ensueño para todo el año

Recorrer sus estrechas, sinuosas y empedradas calles, observar el abanico de casas blancas con balcones de hierro forjado y fotografiar la combinación de color ‘blanquiazul’ de sus fachadas, que contrasta con las coloridas y cuidadas macetas de rojas gitanillas, buganvillas o geranios que adornan sus ventanales. Una estampa que solo algunos privilegiados pueden deleitar cada año, cuando los rayos de sol caen y se posan entre los recodos más recónditos de una población andaluza situada en la Axarquía, Málaga. Así es Frigiliana, un pequeño pueblo de apenas 3.000 habitantes que conserva su autenticidad por completo.

Para los que han visitado el paraíso griego de MyKonos no les resultará difícil comparar ambas postales. Las similitudes que no pueden ser coincidencia, hacen de éste otro lugar de visita obligatoria para los apasionados de la historia y la belleza natural. Un viaje en el tiempo repleto de joyas ocultas por uno de los pueblos que figura entre los más bonitos de España.

Este municipio es conocido como “La villa de las tres culturas”, debido a que en el siglo XV estuvo habitado por cristianos, judíos y musulmanes.

Rincones con encanto

Un conjunto árabe repleto de callejones donde perderse, que da comienzo en la Plaza de las Tres Culturas, situada en pleno casco histórico, uno de los mejor conservados de toda la provincia, declarado como Conjunto Histórico Artístico. Al lado, la calle Real y la calle Hernando El Darra, repletas de alegres puertas que desembocan en el Barribarto, un barrio morisco donde se encuentran las calles más señaladas de Frigiliana: la calle de la Amargura o la calle Alta. En el centro del municipio, la plaza del pueblo, donde se puede visitar la iglesia de San Antonio de Padua y el ayuntamiento. Dentro de sus rincones más célebres, el mirador El Peñón o el mirador de Lízar, que cautivan cada año a miles de turistas por las vistas panorámicas que ofrecen.

Una buena opción para recorrer el pueblo es coger el tren turístico, pero si quieres hacer la experiencia aún más especial, es posible contratar un paseo en Tuk TuK, un vehículo 100% eléctrico que ofrece un servicio de audioguía en un recorrido de 25 minutos, que permite conocer los puntos más importantes: los reales pósitos, los callejones típicos y adarves, la calle Zacatín, la iglesia o la Fuente Vieja… 

Datos curiosos de Frigiliana

Pasear por sus calles, irremediablemente nos permite conocer su historia. Paneles de cerámica que explican cómo fue la vida de los musulmanes en su época, observar cómo sus propios habitantes pintan sus casas y realizan tareas de artesanía en plena calle, o visitar cada una de sus tradicionales tiendas de souvenirs y productos típicos de la comarca.

Un dato curioso a destacar son sus teatros mecánicos. A cambio de una moneda, unas figuras robóticas nos cuentan una historia que nos devuelve inmediatamente a la niñez.

Dos lugares interesantes de visitar son el Museo Arqueológico de Frigiliana, el cuál ofrece la historia de la villa desde el Neolítico, y la fábrica de miel de caña de Nuestra Señora del Carmen, la única en Europa instalada en el antiguo Palacio de los Condes de Frigiliana.

Frigiliana en invierno

Al contrario de lo que algunos turistas piensan, visitar Frigiliana en invierno tiene numerosas ventajas. Con la sierra como telón de fondo y vistas a la costa, es un destino predilecto para el turismo de interior debido a sus 320 días soleados de media al año y sus suaves temperaturas en invierno. Algunas de sus rutas, como la que asciende hasta el pico de El Fuerte, donde el paisaje nos regala unas vistas de 360 grados sobre la comarca o, adentrarse en el Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, son planes idóneos para los meses de frío.