Sylt, la exclusiva isla en la que veranea la clase alta alemana

Viajamos hasta la mayor de las islas Frisias para descubrir el escondite secreto de la clase alta alemana.

Sylt, la exclusiva isla en la que veranea la clase alta alemana
Sylt, la exclusiva isla en la que veranea la clase alta alemana / Istock / PPAMPicture

Nos trasladamos hasta el mar del Norte para descubrir Sylt, la mayor de las islas Frisias. Con un tamaño algo mayor que la isla de Formentera, este rincón se ha convertido en el edén particular de la alta clase alemana, que viene aquí para desconectar y disfrutar de un paisaje único y un ritmo de vida muy slow que permite recargar pilas y reconciliarse con la naturaleza.

Al igual que Los Hamptons, los Cayos mexicanos o Menorca, la isla de Sylt es un auténtico refugio que, desgraciadamente, no está al alcance de todos los bolsillos. De hecho, en esta isla los precios por metro cuadrado están a la altura de enclaves como la romana Via Condotti, la Quinta Avenida en Manhattan o Rodeo Drive en Los Ángeles

Las islas Frisias, un paraíso por descubrir.

Las islas Frisias, un paraíso por descubrir.

/ Istock / Aufwind-Luftbilder

Sylt no siempre fue un destino para las élites nórdicas; de hecho, esta isla que cuenta con una población de 18.000 habitantes, fue en los albores del siglo XX un arenal de balleneros hasta que en la década de los 60 se puso de moda entre los viajeros más bohemios gracias a sus impresionantes playas en las que cabalgar las olas sobre una tabla de surf o practicar nudismo en un escenario idílico. Con el paso de los años, la clase alta alemana (así como del resto de países nórdicos) puso en su radar este paraíso y, desde entonces, se ha convertido en un lugar de lo más exclusivo.

Qué ver en Sylt

El viajero que llega a esta isla debe saber que las leyendas que rodean este lugar son casi infinitas. Y la mejor forma de descubrirlas es en el bosque de Kampen. Allí se han construido una especie de parque temático en plena naturaleza que permitirá conocer las historias de héroes como Finn, el rey enano, o Teunis, el pirata despiadado.

Las playas de Sylt son de fina y blanca arena.

Las playas de Sylt son de fina y blanca arena.

/ Istock / Say-Cheese

Los amantes de la naturaleza deberían descubrir el Centro de trabajo medioambiental y educación para el desarrollo sostenible en Sylt, ya que además de descubrir interesantes datos sobre la fauna y flora, podrán apuntarse a un tour guiado por algunas de las reservas naturales de la isla o por las zonas de las marismas.

También resulta muy curiosa la visita a la Altfriesisches Haus, situada en Keitumer Watt. Esta casa, construida en 1739, es un ejemplo perfecto de la forma de vida y costumbres del siglo XVIII. Además, permitirá descubrir las típicas construcciones con techos de paja que recuerdan, de algún modo, a las de las islas Feroe.

El faro de Hornum es otro de esos puntos en los que conviene detenerse para sacar unas cuantas fotografías (si necesitas unos consejos de experto, puedes consultarlos aquí); además también es posible visitarlo por dentro para descubrir unas vistas impresionantes.

También bañado por el mar de Frisia, entre Braderup y Munkmarsch, se encuentra el naufragio de la goleta de tres mástiles ‘Mariann’, que se puede contemplar cuando baja la marea. Y, para los amantes de los yacimientos arqueológicos, Sylt también tiene mucho que ofrecer, ya que alberga 8 tumbas de la Edad de Piedra de Denghoog, una de las tumbas megalíticas del Neolítico más impresionantes y mejor conservadas de Alemania. 

Bienvenido a los Hamptons alemanes.

Bienvenido a los Hamptons alemanes.

/ Istock / Daniela Baumann

Las playas de Sylt

Además de todos estos enclaves únicos, las playas de Sylt son el principal reclamo para la alta sociedad alemana, ya que ofrecen arena blanca y un mar que va cambiando de color según pasan las horas. La playa de Westerland, por ejemplo, es una de las más populares, aunque tampoco pueden dejarse de mencionar otras como la Wenningstedt o la playa de Kampen.

Los paseos en bicicleta y las rutas de senderismo también son otros de los reclamos más interesantes de Sylt, destacando, principalmente, el sendero que recorre la reserva natural de Rantum-Becken.

Casitas típicas con techo de paja en Sylt.

Casitas típicas con techo de paja en Sylt.

/ Istock / pkazmierczak

Una isla en peligro

Los acantilados, dunas y marismas de Sylt son un escenario en peligro al igual que muchos humedales españoles. Y es que cada año el viento y el fuerte oleaje van robándole metros a la playa. Unos tres aproximadamente que se intentan recuperar gracias a una medida medioambiental que está en vigor desde la década de los 70 y que permite, mediante un sistema de tuberías gigantes, rescatar la arena perdida.

El faro de Sylt es una referencia visual única para el viajero.

El faro de Sylt es una referencia visual única para el viajero.

/ Istock / RYSZARD FILIPOWICZ

En definitiva, Sylt es un auténtico paraíso y el edén particular en el que descansa tanto la élite alemana como la alta sociedad nórdica. Y sí, es un olimpo no apto para todos los bolsillos, aunque lo cierto es que también existen algunos alojamientos más económicos que permitirán a cualquier viajero (con independencia de su cuenta corriente) descubrir esta isla maravillosa situada en el mar del Norte.

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