Cómo viajar a Roma a través de 2 libros, una serie y una peli

“Grecia es la cuna de la sabiduría; Roma, de la belleza.” En el siglo XVIII, el poeta y ensayista británico Samuel Johnson expresó categóricamente cuáles eran los pilares de la civilización europea. El Grand Tour vivía entonces su época dorada. Esta costumbre arraigada entre los jóvenes pudientes consistía en realizar un viaje iniciático por los grandes enclaves culturales de Europa. El recorrido variaba en función de las preferencias de cada viajero, pero todos, unánimemente, finalizaban en Italia. En 1786, el poeta Johann Wolfgang von Goethe publicó Viaje a Italia, donde acuñó una frase que ha pasado a la historia: “Vedi Napoli e poi muori” (ver Nápoles y, después, morir). Desde entonces, la frase se ha aplicado a Italia en general. Y a Roma en particular. Un destino de belleza abrumadora.

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Dos libros

No hay mejor manera de refrescar nuestro conocimiento de la antigua Roma que leer este clásico escrito por uno de los referentes del periodismo italiano del siglo XX: Indro Montanelli (1909-2001). Medio siglo después de su publicación, Historia de Roma (1957) sigue fascinando a los lectores gracias a su estilo ágil y a su sutil humor. A estos jugosos elementos hay que añadir erudición para todos los públicos, capacidad para trazar paralelismos entre la antigüedad y nuestros días y un especial gusto por la cotidianidad de los antiguos romanos. El resultado es una obra imperecedera que cautivará por igual a apasionados de la historia, aficionados a la ficción más trepidante y amantes de la prensa rosa. “Lo que hace grande a la Historia de Roma no es que haya sido hecha por hombres diferentes a nosotros”, explica Montanelli, “sino que haya sido hecha por hombres como nosotros”.  

Los excesos y despropósitos de la sociedad contemporánea son motivo de escarnio en esta descacharrante novela escrita por Niccolò Ammaniti (1966), probablemente el escritor contemporáneo más popular en Italia. El argumento gira alrededor de una ostentosa fiesta organizada en el centro de Roma por el constructor Sasà Chiatti. La celebración, que pretende convertirse en la más espectacular jamás celebrada en la ciudad, cuenta con una peculiar mezcla de invitados: cirujanos plásticos, futbolistas, actrices, escritores... Todos ellos reunidos en un palacio rodeado de jardines en el que campan a sus anchas animales exóticos. Y, por si esto fuera poco, el evento contará con la inesperada presencia de los integrantes de una secta satánica. Humor negro de inspiración británica y situaciones absurdas genuinamente italianas. 

Una película

Con el permiso de La dolce vita (1960), de Federico Fellini, esta inclasificable película de Sorrentino puede considerarse la mejor carta de amor a Roma realizada nunca en la gran pantalla. El protagonista, Jep Gambardella (Toni Servillo) es un reputado escritor que ahoga su angustia existencial en fiestas de la jet set y en largos paseos de madrugada por la ciudad.

Una serie

Considerada una de las mejores series italianas de la historia, la trama relata la historia de un grupo de jóvenes delincuentes que llegaron a dominar el narcotráfico en la Roma de los 70.

Tras su ascenso en la jerarquía criminal, lograron establecer conexiones con la mafia e, incluso, con los servicios secretos italianos.