Ruta por los lugares donde sucedieron las batallas más impresionantes de la Segunda Guerra Mundial

A la hora de planear un viaje por Europa, hay algo en común tanto si exploras los lugares en profundidad como si disfrutas de una excursión de domingo. Son los lugares, muchas veces convertidos en atracciones turísticas, en los que se desarrollaron algunos conflictos durante la Segunda Guerra Mundial. Y hoy, desde Revista VIAJAR vamos a descubrir algunos de los más famosos con esta lista de los seis lugares más impresionantes para revivir la Segunda Guerra Mundial.

Al pasear por la capital de Polonia, son varios los lugares que recuerdan este momento histórico. Todo pasó hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando durante el verano de 1944, el Ejército Nacional Polaco, que operaba en la clandestinidad, se lanzó a las calles para recuperar su ciudad tras cinco años de ocupación alemana.

La historia de este momento queda para siempre inmortalizada en el Museo del Alzamiento de Varsovia, en el distrito de Wola. Otra opción para impregnarse de este acontecimiento, es un paseo por los restos del Gueto de Varsovia, totalmente quemado tras la sublevación.

Aunque en la práctica fuese una retirada, el Milagro de Dunkerque se recuerda como una victoria que permitió a más de trescientas mil tropas sobrevivir a la invasión alemana. La ciudad, ya de por sí digna de visitar, cuenta además con una serie de espacios dedicados a la Operación Dínamo.

Entre ellos están el Museum Dunkerque 1940 y la histórica playa Malo-les-Bains donde, al principio de la guerra, miles de barcos fondearon a pocos metros de la orilla en una de las operaciones militares con civiles más recordadas de la historia.

En 1944, el invierno en Bélgica fue aún más duro que en años anteriores. Una contraofensiva a la desesperada por parte de Alemania supuso uno de los grandes fracasos que marcarían su derrota.

La resistencia de los aliados quedó inmortalizada en el Monumento Mardasson a la batalla de Ardenas, que puedes visitar en la localidad de Bastogne honrando la memoria de los soldados estadounidenses que defendieron el lugar durante ese largo invierno. Para adentrarse en la historia, lo mejor es conseguir entrada para el Museo de la Guerra de Bastogne, a pocos kilómetros al noroeste de la ciudad.

Uno de los momentos más cruentos de la barbarie tuvo lugar en la ciudad de Volgogrado, que entonces era conocida con otro nombre en honor a un líder soviético. Enfrentó al Ejército Rojo de la Unión Soviética y la Wehrmacht de la Alemania nazi.

En la ciudad se puede visitar el monumento a la Madre Patria, en conmemoración a los héroes soviéticos. Otro lugar imprescindible es La Patria Llama, una estatua de 85 metros de altura que se alza con el título de la más alta de Europa.

La conocida como Operación Overlord marcó el inicio de la invasión aliada y el principio del fin para el ejército alemán. En el conocido como Día D, las fuerzas aliadas concentraron todas sus tropas en un único ataque a la playa de Omaha, en Francia.

Aparte de la playa de Omaha, destino imprescindible donde se encuentra el Memorial les Braves a los que lucharon por la liberación de Francia, no pueden pasarse por alto El Pegasus Memorial o el Musée Memorial de la Bataille de Normandie.

El 7 de mayo de 1945 es una fecha clave. En ese momento los alemanes aceptan la rendición y se termina la Segunda Guerra Mundial en Europa. Este momento histórico inicia el 16 de abril con la entrada de los soviéticos a la capital alemana, terminando cuatro días antes del final de la guerra.

Berlín es una ciudad-museo de la segunda guerra mundial con docenas de museos, monumentos y memoriales de la guerra. Algunos de los sitios más recomendables son Torre Humboldthain Flak, última torre antiaérea construida para la defensa de Berlín y el Monumento al Holocausto, al lado de la Puerta de Brandeburgo.