10 puentes chinos de récord: desde el más antiguo del mundo al más alto

Los puentes chinos son una asombrosa manifestación del ingenio humano y la belleza arquitectónica. A lo largo de la milenaria historia de China, estos impresionantes monumentos han sido testigos del desarrollo y la evolución de la civilización china. Desde antiguas estructuras de madera hasta modernas obras maestras de ingeniería, los puentes chinos han sido esenciales para conectar comunidades, impulsar el comercio y celebrar la rica herencia cultural del país. Y, desde Revista VIAJAR, os presentamos los 10 puentes chinos más impresionantes y curiosos para los amantes de la ingeniería civil.

China puede presumir de la grandiosidad de sus puentes, puesto que algunos ostentan Récords Guinness debido a su impresionante tamaño, longitud o características únicas. Y es que este pueblo ha sido pionero en la construcción de puentes de vanguardia que han establecido nuevos estándares en la ingeniería y la arquitectura. Pueden presumir de contar con el puente más largo del mundo, los 5 más altos, el más largo sobre la superficie del mar o el puente ferroviario más extenso. Cifras que hacen que su presencia en el Guinness de los Récords esté más que asegurada.

Los puentes generan mucha curiosidad entre algunos viajeros y los hay para todos los gustos. Existe, por ejemplo, el misterioso Puente del Diablo, por donde nunca ha caminado nadie o Bastei Bridge, un precioso puente que hay que recorrer una vez en la vida y que se sitúa en el parque nacional de la Suiza Sajona en Alemania.

Volviendo a China y a sus puentes, hemos seleccionado 10 que son una buena muestra de su evolución a lo largo de la historia. Desde los realizados con madera y piedra, como el de Zhaozhou, construido en el siglo VII durante la dinastía Sui, al de Zhaoqing, en el cual se empezaron a emplear arcos y bóvedas.

Los hay de piedra, colgantes, o de madera. Para uso turístico o recreativo, así como para salvar accidentes orográficos de dimensiones colosales. Y todo, aderezado con una simbología propia de la cultura oriental, ya que también han sido asociados a la conexión entre el mundo real y el espiritual. Esto hace que estos puentes se hayan convertido también en un elemento esencial en celebraciones y festivales tradicionales.

Dejando atrás el lado más místico, hay que entrar de lleno en la Era de la Ingeniería y es que los avances tecnológicos han llevado a la construcción de puentes impresionantes como el de Hong Kong Zhuhai Macao, el puente marítimo más largo del mundo con 55 kilómetros de recorrido a través del mar.

En definitiva, los puentes chinos, a lo largo de su historia, han sido testimonio de la grandeza de la ingeniería y el compromiso de la cultura china con la armonía entre el hombre y la naturaleza. Y, aunque no podríamos mencionarlos todos, aquí tienes 10 que son impresionantes: desde el más antiguo del mundo al más alto.

El puente de la ciudad de Jiujiang se alza sobre el río Yangtze, en la provincia de Jiangxi en el este de China. Este puente combinado de carretera y ferrocarril (en dos pisos) utiliza una estructura combinada de arco y armadura y destaca por ser uno de los puentes de armadura continuos más largos del mundo, con una longitud total de armadura de 1.314 metros

Su construcción comenzó en 1973, pero debido a diversos problemas con los trabajadores, tardó… ¡20 años en completarse! Y no es el único contratiempo que ha vivido, ya que, en 2011, se descubrió una grieta en la estructura de acero que obligó a las autoridades a cerrar el puente al tráfico de mercancías. Se pudo reabrir unos meses después, pero reduciendo 10 toneladas el límite de peso máximo para circular.

El puente Lupu es un puente de tipo arco ubicado en Shanghái, que cruza el río Huangpu. Se inauguró en el 2003 y hasta el 2008 se consideró el puente en arco más largo del mundo, con un vano principal de 550 metros y una longitud total de 3900 metros. Su construcción costó en torno a los 222 millones de euros.

El viajero que lo visite no debe perderse el mirador en lo alto del arco desde donde se tiene una panorámica impresionante de la ciudad. Además, resulta curioso el efecto óptico que el puente Lupu provoca si se divisa en la lejanía, puesto que parece que flote sobre el río. Esta especie de trampantojo se da por el efecto y el contraste del color blanco del arco con el azul del cielo y del río.

Nanchang, capital de la provincia de Jiangxi, es conocida por el Pabellón Tengwang, construido en el año 653. A pesar de que este pabellón constituye el principal símbolo de la ciudad, no podemos dejar de mencionar el puente de Chaoyang, terminado de construir en 2016 para solventar los problemas de tráfico en la ciudad, ya que conecta sus dos regiones centrales.

Destaca principalmente por varias innovaciones en su diseño. Por un lado, se usó en su construcción una nueva tecnología de anclaje de cables y, por otro, un sistema de gestión de información para resolver posibles defectos estructurales. Este puente compuesto atirantado de un solo plano con seis torres se considera un hito en la ciudad china por su estructura innovadora y, también por su interesante apariencia estética.

El puente Yongji, al que se conoce popularmente como el puente del viento y la lluvia, se encuentra en Chengyang, en la ciudad de Linxi. Es una construcción típica de la arquitectura Dong, y constituye el puente de madera mejor conservado y más grande del mundo.

Tras doce años de trabajos, este puente se inauguró en 1924 combinando majestuosamente corredores, pabellones y torres, principalmente de madera y piedra. Si tienes la suerte de viajar por la provincia de Shandong, no puedes perderte esta obra maestra, pero debes saber que hay que pagar entrada para poder acceder tanto al puente como a algunas aldeas Dong de las inmediaciones.

El puente Siduhe se encuentra en Yesanguan (en la Provincia de Hubei, al norte de China) y entre 2009 (que se abrió al tráfico) y el 2016 pudo presumir de ser el puente más alto del mundo, hasta que fue desbancado por otro puente chino, el Beipangjiang, que le superó por tan solo 69 metros.

Lo más curioso de esta obra maestra de la ingeniería civil es la manera que tuvieron los ingenieros para enviar los cables de un lado al otro del puente durante su construcción. Y es que si, normalmente, estos se han trasladado en helicóptero o en barco (como en el puente de Brooklyn), en este caso se mandaron utilizando cohetes de precisión.

Este puente cruza el cañón entre dos acantilados de montaña en el Parque Forestal Nacional de Zhangjiajie, en el noroeste de la provincia de Hunan. Se construyó como atracción para los turistas (de ahí su suelo de cristal) y se inauguró en 2016 convirtiéndose en ese mismo momento en el puente con fondo de cristal más largo y alto del mundo. En principio, estaba ideado para albergar a 800 personas a la vez, pero han llegado a pasar por allí hasta 80.000 a lo largo de un día.

Diseñado por el arquitecto israelí Hai Dotan, ofrece unas cifras de impacto: mide 430 metros de largo por seis de ancho y está suspendido a unos 300 metros sobre el suelo. Como curiosidad, el viajero debe saber que hay tres columpios unidos a la parte inferior del puente y también está preparado para practicar bungee; de hecho, es en este puente donde se ha realizado el salto más alto del mundo (285 metros). Según el Comité de Gestión del Puente, este ha establecido diez récords mundiales que abarcan desde su diseño hasta su construcción. 

El puente Anshun se sitúa en la capital provincial de Chengdu, en Sichuan y ha sido reconstruido varias veces a lo largo de la historia, siendo el original de 1746. Es de tal belleza que Marco Polo quedó fascinado con esta construcción y así lo refleja en su volumen de viajes ‘El libro de las maravillas’.

Este puente cubierto es uno de los hitos históricos más importantes de Chengdu y constituye un punto de referencia para sus habitantes, ya que ofrece una pintoresca vista de la ciudad sobre el río Jinjiang. Al ponerse el sol, el puente se ilumina con una impresionante gama de colores, que crean una atmósfera romántica y mágica, perfecta para un paseo nocturno. Además, cuenta con un restaurante llamado ‘The Bridge’, que ofrece platos de la cocina de Sichuan: desde recetas históricas que se creían perdidas a lo largo de la historia hasta las últimas tendencias culinarias.

El Puente Liede cruza el río Pearl en Guangzhou, y conecta la isla de Pazhou con el distrito de Tianhe. Con una longitud de 4300 metros destaca por la estructura oval que se alza sobre él y que representa una concha de perla de río. Cuenta, además, con un curioso reloj en la cúspide.

Por la noche, la estructura se ilumina, creando un auténtico espectáculo visual que se complementa con la torre de Cantón (también iluminada) situada en las inmediaciones. Y, si tienes la oportunidad de visitar Guangzhou, debes saber que las mejores instantáneas del puente se toman a bordo del crucero fluvial Pearl River Night.

Si China destaca por algo es por sus megaconstrucciones y el puente Ruyi es una buena muestra de ello. Situado en Taizhou, en el este de China, destaca por espectacular ubicación, en un entorno natural de montañas, acantilados y cuevas, además del río que lo bordea por el oeste.

Tiene una curiosa estructura que recuerda a una molécula de ADN, pero la realidad es que se inspira en un ruyi, un tipo de vara ornamental tradicional de la cultura china que simboliza el poder y la buena suerte. El puente representa tres ruyi, dos invertidos a los lados y uno en el centro y fue diseñado por He Yunchang, experto en estructuras de acero que ya participó en el diseño del estadio principal de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008.

El puente de Zhaozhou, también conocido como Anji o el gran puente de piedra, es uno de los puentes más antiguos del mundo, ya que fue construido entre los años 595 y 605 en Hebei. Y pese a no ser de dimensiones espectaculares no conviene infravalorarlo, puesto que ha sobrevivido a ocho guerras, diez inundaciones y gran cantidad de terremotos. 

Con unos 50 metros de largo por 9 de ancho, un arco central de 37 metros, y una altura de poco más de 7 ha conseguido mantenerse en pie gracias, en parte, a la ligereza de su estructura, ya que sus pequeños arcos laterales reducen la cantidad de piedra y, por tanto, su peso. Su construcción fue obra de Li Chun, que tardó unos 10 años en levantarlo, pero a día de hoy, gran parte de la población prefiere hacerse eco de la leyenda que cuenta que lo levantó un tal Lu Ban en una sola noche y que, además, mientras este sostenía la estructura, los primeros en cruzarlo fueron dos seres inmortales.