Menai Suspension Bridge, el primer puente colgante moderno y todo un emblema de ingeniería civil
Situado entre la isla de Anglesey y Gales se encuentra el Menai Bridge, considerado como el primer puente colgante moderno y, durante varias décadas, el más largo del mundo. Una obra de ingeniería de tal envergadura que incluso aparece reflejada en alguna de las obras de Lewis Carroll.
Los puentes colgantes tienen un magnetismo especial. Su majestuosidad, sus dimensiones, sus estructuras… Entre los más fotografiados, el omnipresente Golden Gate de San Francisco, el de Brooklyn en Nueva York o el de la Bahía de Sídney. Todos ellos herederos del considerado como el primer puente colgante moderno, el Menai Suspension Bridge, al que hoy rendimos tributo.
Año 1800. Atravesar el estrecho de Menai, que separa la isla de Anglesey del territorio de Gales en aguas del mar de Irlanda era una tarea arduo complicada. Tan solo existían conexiones marítimas o, en el mejor de los casos y cuando la marea bajaba, los más osados podían recorrer el trayecto a pie.
El tiempo estimado para llegar desde Londres a Holyhead (la mayor ciudad en el condado de Anglesey), era de 36 horas y, para poder facilitar la comunicación y agilizar el transporte, se le encomendó al ingeniero y arquitecto Thomas Telford la construcción de un puente.
El estrecho de Menai es un estrecho marino de escasa profundidad, pero a la hora de diseñar el puente, Telford tuvo que tener en cuenta que este debía permitir la navegación a los barcos para que lo atravesaran sin dificultad cuando la marea estuviera alta. De ahí que su altura sea de unos 30 metros.
La construcción del puente, de más de 400 metros de longitud, comenzó en 1819 y supuso toda una revolución. Piedra caliza traída de la cantera de Penmon para las torres, cadenas de cables formadas por casi un millar de barras de hierro, un vano principal, ocho arcos y cinco pilones conformaban esta obra de ingeniería que consiguió reducir la travesía, desde las 36 horas ya mencionadas hasta las 9. Finalmente, tras más de un lustro de trabajos, se inauguró al público en enero de 1826.
Puesta a punto
A lo largo de su historia, el Menai Bridge ha necesitado varias reparaciones y alguna que otra puesta a punto. Así, por ejemplo, una década después de su inauguración, las fuertes ráfagas de viento de la zona hicieron necesaria una completa reparación de la calzada. Años después, la superficie de madera se sustituyó por una cubierta de acero.
Cuando Thomas Telford proyectó el puente, no podía imaginar que el límite de 4,5 toneladas de peso quedaría muy por dejado de las necesidades logísticas de años venideros. Así pues, en 1938 las cadenas de hierro fueron sustituidas por otras de acero, pero no fue hasta 1999 cuando el puente se cerró por completo durante un mes para reforzar toda su estructura. Durante ese periodo de tiempo, las conexiones se realizaron a través del puente de Britannia.
Influencia en literatura y numismática
La construcción del puente colgante de Menai supuso un hito para toda la sociedad británica y, muestra de ello, es el poso que ha dejado en la literatura. Así pues, tenemos un famoso poema galés que le rinde tributo o un fragmento de la novela infantil de Lewis Carroll, A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, en el que un caballero le dice a Alicia cómo proteger el puente del óxido.
También, en 2005, se acuñó una moneda con valor de una libra esterlina en cuyo reverso se puede observar el Puente de Menai.
En definitiva, un puente que en la actualidad no llamaría demasiado la atención, pero que puede presumir de ser uno de los primeros puentes colgantes modernos del mundo.
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