Un paseo por Naoshima, la isla del arte japonesa

Entre la niebla característica de las islas niponas, y sus aguas azules que parecen sacadas de un cuadro impresionista, se encuentra la isla Naoshima. Los escasos 8 kilómetros de tierra eran una ciudad de fundición, pero actualmente son un auténtico museo de arte contemporáneo.

Si eres un amante de las últimas tendencias artísticas, no puedes buscar vuelos directamente hasta la isla Naoshima. Primero, deberás llegar hasta Takamatsu, Kagawa, Uno, u Okayama, y desde estas ciudades podrás tomar un ferri hasta la isla que alberga obras de Claude Monet o Tadao Ando. Se puede llegar a través de los dos puertos de la isla, situadas al norte y al sur. Una buena manera de visitar la ciudad es en bicicleta eléctrica, que se puede alquilar en el puerto sur. Además, se pueden coger diversos autobuses gratuitos para llegar a los sitios más populares de la isla. ¿Cuáles son? ¡Te los contamos!

Hotel, galería de arte, mirador… es una parada obligatoria de la isla Naoshima. El edificio en sí es una obra que merece la pena visitar, ya que la arquitectura de Tadao Ando es arte. La mitad del museo se encuentra debajo del suelo para no estropear el paisaje, que tiene el mar interior de Seto como protagonista.

En el Museo Benesse se pueden encontrar obras de reconocidos artistas contemporáneos, aunque el que más destaca es el impresionista Claude Monet. Entre los cuadros que se muestran, se encuentran lienzos de la serie “Nenúfares”, que están expuestas en una sala iluminada por luz natural que transforma los colores de la obra según la hora del día. Actualmente, las 250 obras que forman la colección estan repartidas por el mundo: desde el MOMA de Nueva York, hasta del Museo de Orsay de París, pasando por el Museo de Arte de Toledo, y por supuesto, el Museo Benesse.

El museo no se encuentra solo en el interior del edificio, de hecho, las obras más icónicas de la isla se encuentran alrededor del museo. La obra que se ha convertido en una imagen característica de Naoshima, es la Calabaza de Yayoi Kusama, una pieza de 1994. 

Sí, se pueden utilizar como baños… pero ofrecen mucho más. Los baños de Naoshima ”I♥Yu”, son un auténtico espectáculo visual y sensorial. En el interior hay incluso bañeras con figuras de elefantes alrededor, como si de un sueño febril se tratase. 

El arte y la naturaleza colisionan en este lugar de la isla Naoshima. Con la ayuda de Tadao Ando, Lee Ufan diseñó el museo para celebrar el arte del cual es pionero: el "Mono-ha". Esta corriente nació en Tokio alrededor de1960, y juega con la simplicidad de los elementos industriales de la epoca. 

La isla Naoshima es un proyecto artístico en sí, ya que artistas de reconocimiento internacional se encargan de reformar los edificios para convertirlos en obras de arte. Los visitantes de la isla pueden residir en las casas originales, y disfrutar del arte de Naoshima desde dentro. 

La isla Naoshima es sin duda un paraíso para aquellos que no solo quieran descubrir el arte contemporáneo, sino que también desean vivirlo en primera persona a través de sensaciones y experiencias incluso oníricas.