5 motivos para descubrir Toledo

Toledo encierra numerosos encantos que merecen ser descubiertos con tiempo, por lo que cualquier visita resultará corta si queremos hacernos con todos ellos. Muchos viajeros se acercan a conocerla tras pasar unos días en Madrid, y es que esta bella ciudad solo está a una hora en coche de la capital.

Nos maravillaremos con las impresionantes panorámicas de su evocadora monumentalidad, su excelente gastronomía o sus callejuelas de más de 2.000 años de intensa historia. Pero estas son solo unas pinceladas de lo que te espera en la antigua capital del reino visigodo.

 Este parque temático propone un magnífico viaje por la historia de España a través de alucinantes espectáculos protagonizados por El Cid, Lope de Vega, Cristóbal Colón o Isabel la Católica. Aquí no hay montañas rusas, aunque no falta la acción. Los decorados no son de cartón piedra ni los objetos de plástico.

El realismo lo ocupa todo para que el público pueda entrar dentro de un castillo, pasee por campamentos árabes o se siente a comer en una taberna de otros tiempos. Originales decorados, vibrantes coreografías e innovadores efectos especiales se suceden al mismo tiempo en cada uno de sus espectáculos haciendo que resulte imposible pestañear ni un segundo

El Alcázar corona el punto más alto de Toledo. De fortaleza a palacio renacentista, acoge actualmente el Museo del Ejército siendo uno de los mejores puntos desde el que emprender un recorrido por la ciudad. A siete minutos caminando, la Catedral, levantada entre los siglos XIII y XV, expone obras de artistas como Tiziano, Goya, Velázquez y El Greco.

Los 284 escalones de su torre llevan hasta la campana Gorda, de 12 metros de altura y 10 de ancho. Otro de los cuadros más famosos de El Greco, El entierro del conde de Orgaz, se aloja en la iglesia de Santo Tomé, aunque para ver más creaciones suyas junto a las de otros artistas de la época, deberemos dirigirnos al Museo del Greco (Paseo del Tránsito s/n). Justo detrás se ubica otro importante museo, el Museo Sefardí. Hospedado en la Sinagoga del Tránsito, muestra la historia judía.

Aquellos que visitan Toledo en un solo día, se pierden su magia a la caída del sol, cuando sus calles misteriosas recuperan el sosiego haciéndonos sentir su esplendoroso pasado. Visitar todos sus recovecos históricos mediante una visita guiada nocturna descubrirá una ciudad completamente distinta. Y es que, por algo Toledo ha sido elegida como la "panorámica más bonita del mundo" por la Oficina de Congresos y Conventio Bureau de Japón.

Cualquier hora del día es buena para admirar Toledo al atardecer desde este mirador, aunque al atardecer, los naranjas crepusculares se reflejan en las viejas piedras del casco histórico realzando su belleza. A sus pies, el río Tajo perfila sendas por las que pasear entre la naturaleza, pero siguiendo de cerca la monumentalidad toledana.

Muy cerca se encuentra la piedra del Rey Moro, con más vistas panorámicas. Cuenta la leyenda que, en las noches de luna luminosa se puede ver florando sobre ella al espíritu del príncipe Abul-Walid, que murió intentando reconquistar Toledo.

En la orilla sur del Tajo se reparten algunas de las fincas señoriales de recreo, también conocidas como cigarrales. Algunas de sus viviendas se han transformado en reseñables restaurantes donde degustar la gastronomía de Toledo. La Ermitaña o El Cigarral del Ángel son ejemplo de ello, este último al mando del chef Iván Cerdeño tiene dos estrellas Michelin y tres soles Repsol.

Anímate a descubrir el Toledo de la revista VIAJAR, donde todos los viajeros se enamoran perdidamente de esta monumental ciudad. Ahora Club VIAJAR te facilita tu visita a esta preciosa ciudad, ¿te lo vas a perder?