El país más antiguo del mundo se encuentra en Europa (y no imaginas que sea este)

El viajero que juegue a un Trivial y tenga que responder a la pregunta de cuál es el país más antiguo del mundo, va a poder alzarse con la victoria sin despeinarse en cuanto se lea todo lo que le vamos a contar.

Si hablamos de civilizaciones tenemos que remontarnos hasta el Neolítico para descubrir al pueblo sumerio. También resulta irremediable que nuestra mente se traslade a países cuyas historias se remontan a miles de años atrás como China, Japón, Grecia o Egipto. Ahora bien, estos territorios fueron imperios (abarcando diferentes superficies), mientras que un país es un estado soberano con su propio territorio claramente definido, su población y su gobierno.

Ahora que ya tenemos clara la concepción de país nos toca viajar a uno de los estados más pequeños del mundo, con una superficie que apenas alcanza los 60 kilómetros cuadrados y cuenta con una población de casi 34.000 habitantes. Bienvenidos a la República de San Marino.

San Marino: el país más antiguo del mundo

Nos trasladamos hasta la península itálica para descubrir el país más antiguo del mundo, fundando en el año 300 d.C. Hablamos de San Marino, un diminuto país incrustado en Italia, que puede presumir (a pesar de su minúsculo tamaño) de albergar tres enclaves incluidos en la lista del Patrimonio de la Humanidad: el casco antiguo de San Marino, Borgo Maggiore y el Monte Titano.

Conocido por sus habitantes como la Serenísima, San Marino se encuentra casi íntegramente situado en el monte Titano y es el único de todos los pequeños países europeos (como Mónaco, Liechtenstein o Andorra) que está completamente rodeado por un solo país. Esta situación geográfica es un orgullo para sus ciudadanos, que afirman su independencia con respecto a Italia siempre que pueden. Además, San Marino es miembro de pleno derecho del Consejo de Europa desde 1988.

Orígenes de San Marino

Damos un salto en el tiempo (de esos que tanto nos gustan a la hora de aprender algo de Historia) hasta el año 301, cuando un cantero proveniente de la región de Dalmacia fundó en lo alto del monte Titano una comunidad cristiana que pudiera pasar inadvertida ante el afán conquistador del Imperio Romano.

Y del 301 saltamos hasta 1263 cuando se redactaron las primeras leyes para su conversión en República, que se vieron refrendadas, incluso, por el papa Nicolas IV.

Paseando por San Marino

Como ya hemos mencionado anteriormente, San Marino, además de ser el país más antiguo del mundo, también es uno de los más pequeños, por lo que conocerlo no nos debería llevar demasiado tiempo. Aun así, hay infinidad de rincones maravillosos que merece la pena descubrir.

El centro neurálgico de la ciudad es, sin duda, la plaza de la Libertad, que a pesar de su reducido tamaño es uno de los enclaves más apreciados gracias a sus bonitas vistas. Si necesitas algún consejo de experto para sacar las mejores fotografías puedes leer unos cuantos aquí.

En la plaza de la Libertad encontramos el Palacio Público de la República y una estatua homenaje a la libertad, mientras que en la plaza Titano descubrimos el Palacio Pergamini, con el Museo de Estado y la Cava de los Ballesteros

También son una oda a la belleza el barrio de Borgo Maggiore y la fortaleza de Guaita, la más antigua de las tres torres construidas en el Monte Titano y que fue utilizada como prisión en el siglo XI. Por último, y para que el viajero se lleve una perspectiva completa del país más antiguo del mundo conviene viajar a bordo del teleférico que recorre más de 300 metros para poder disfrutar por el aire del que también es uno de los países más pequeños del mundo.