Los 10 pueblos más bonitos y desconocidos de Italia

Italia es un país lleno de encanto, belleza y una extraordinaria gastronomía, pero más allá de los destinos turísticos populares, hay pueblos escondidos que merecen una atención especial. Por este motivo, hemos creados un listado con los 10 pueblos más desconocidos y hermosos de Italia, cada uno con sus propias características únicas.

Situado en la costa noroeste de Italia, Portofino es un pintoresco pueblo pesquero que ha sido un lugar de escape para artistas y celebridades durante décadas. Su icónico puerto está repleto de yates lujosos y barcos de pesca tradicionales. Las estrechas calles empedradas serpentean entre edificios de colores pastel y tiendas de diseño, creando un ambiente sofisticado e ideal para hacerte unas fotos la mas de instagrameables. Además de la belleza costera, Portofino ofrece senderos que conducen a vistas panorámicas en el Parque Natural Regional de Portofino, en una mezcla perfecta de lujo y naturaleza.

Partiendo de las famosas Cinque Terre, Vernazza es un espectáculo de colores y belleza en la costa italiana. Su pequeño puerto es un lugar idílico para contemplar el mar y las coloridas casas que rodean la bahía. Un sendero empinado conduce a una iglesia en lo alto de la colina, ofreciendo una vista impresionante del pueblo y del mar. Sus calles estrechas y callejones ocultan encantadoras tiendas y restaurantes que sirven delicias locales frescas, como mariscos y pesto. Aunque pueda parecer idéntico al pueblo anterior, os aseguramos que su encanto es diferente.

Conocida como "la ciudad que muere", Civita di Bagnoregio es un asentamiento en lo alto de una colina de Toba que parece casi suspendido en el tiempo. Su singularidad radica en el hecho de que está conectado al mundo exterior por un puente peatonal, lo que le da una sensación de aislamiento y misterio. A medida que caminas por sus calles adoquinadas y estrechas, te sientes transportado a una época pasada. Las vistas panorámicas de los alrededores hacen que el viaje valga la pena.

Atrani, un pequeño pueblo en la Costa Amalfitana, es un lugar ideal para una escapada tranquila de la vida cotidiana. Sus estrechas calles y plazas encantadoras ofrecen una visión auténtica de la vida italiana. La iglesia de Santa Maria Maddalena, con su icónico campanario, es uno de los principales puntos de interés del pueblo. A diferencia de su vecina Amalfi, Atrani tiene un ritmo relajado y una autenticidad que atrae a quienes buscan una experiencia más íntima en la costa.

Sirmione, ubicado en una península en el Lago de Garda, es famoso por sus aguas termales y su castillo medieval. Las aguas termales son un lugar de relajación y bienestar, mientras que el castillo Scaligero ofrece una visión de la historia de la región, muy interesante para aquellos que disfrutan más de la faceta cultural de un viaje. El centro histórico está lleno de calles empedradas y edificios antiguos, y desde el promontorio rocoso se pueden admirar impresionantes vistas panorámicas del lago.

Parte del conjunto de Cinque Terre, Manarola se destaca por sus casas de colores vibrantes que se aferran al acantilado sobre el mar. Sus viñedos en terrazas son emblemáticos de la región, y el sendero de la Via dell'Amore lleva a Riomaggiore, otro pueblo de Cinque Terre, con vistas panorámicas y también muy recomendable para visitar. Manarola es un destino para amantes de la naturaleza, fotógrafos profesionales y quienes buscan sumergirse en la autenticidad italiana.

Ubicado en las montañas de Basilicata, Castelmezzano es un lugar donde belleza natural y arquitectura se combinan en perfecta armonía. Sus casas de piedra se integran con el paisaje montañoso, creando una vista impresionante que genera una simbiosis entre sus múltiples facetas. Los aventureros pueden disfrutar del emocionante "Vuelo del Ángel", una tirolina que ofrece una vista única de los alrededores, aunque solo es apta para los amantes de la adrenalina. El ambiente tranquilo y las vistas panorámicas hacen de Castelmezzano un destino único.

Varenna, a orillas del Lago de Como, es un lugar de elegancia serena para quienes busquen descubrir un remanso de paz. Sus villas históricas y jardines exuberantes, como Villa Monastero y Villa Cipressi, son ideales para pasear y explorar con calma. El paseo marítimo ofrece vistas impresionantes del lago y las montañas cercanas, perfectas para descubrir la naturaleza italiana. El ambiente relajado y las bellezas naturales hacen de Varenna un destino encantador para quienes buscan tranquilidad.

Ubicado en la región de la Toscana, Pitigliano es conocido como el "Pequeño Jerusalén" debido a su rica herencia judía. Sus calles estrechas y edificios de piedra crean un ambiente pintoresco y nostálgico. Las cuevas y túneles subterráneos añaden una dimensión única a la ciudad, y la Piazza Garibaldi es un lugar de encuentro popular e ideal para comer o tomar algo mientras disfrutas del ambiente italiano. Su historia y cultura hacen de Pitigliano un lugar fascinante para explorar.

Ubicado en el Lago de Orta en el norte de Italia, Orta San Giulio es un encantador pueblo medieval que se alza en pleno lago. Sus calles adoquinadas, edificios antiguos y plazas pintorescas te transportan a otra época. La Isla de San Giulio, en el centro del lago, es un destino destacado, con una iglesia y monasterio que se pueden visitar. El Sacro Monte di Orta, con sus capillas y vistas panorámicas, completa la experiencia única en Orta San Giulio, posiblemente el destino más curioso de esta lista.

Explorar estos pueblos desconocidos de Italia es un viaje a través del tiempo y la autenticidad. Cada uno tiene su propia historia, belleza y carácter, y revela una parte única de la rica identidad italiana. Desde los paisajes costeros hasta las colinas y montañas, estos lugares son testigos de la riqueza cultural y natural de Italia.