Guilin, la China de la naturaleza desbordante

A 500 kilómetros de la siempre bulliciosa Hong Kong aparece ante nosotros la región de Guanxi Zhuang, que alberga ciudades como Guilin. Y más allá de la urbe descubrimos una China de naturaleza desbordante, con paisajes kársticos que no parecen de este mundo y ponen de manifiesto la grandiosidad de la natura.

Tranquilidad y belleza se unen en una danza única que despierta los sentidos y nos reconcilia con la vida. Y es que viajar hasta Guilin es una experiencia que todo viajero debería vivir una vez en la vida. Arrozales que se extienden más allá de donde nos llega la vista, un río con sus pescadores tradicionales que parecen creados con Inteligencia Artificial de lo cinematográficos que son, colinas verdes y, ya en la urbe, un cambio radical gracias a su bullicio y su ambiente moderno. Contrastes únicos en un mismo territorio.

Guilin, navegando entre montañas kársticas

El viajero que visite la China de la naturaleza desbordante tiene sí o sí que navegar por el río Li, ya que se trata de una experiencia única que le descubrirá un paisaje de imponentes colinas kársticas, arrozales, lagos y aldeas tradicionales a ambos lados del río. Allí, el tiempo parece haberse detenido, sus gentes miran curiosas al explorador que se siente en comunión con el entorno.

También resulta maravilloso descubrir cómo los habitantes de las pequeñas comunidades continúan con su día a día. Los pescadores con cormorán ofrecen estampas únicas gracias a su método de pesca tradicional, que consiste en adiestrar a estas aves para que capturen a los peces. Un espectáculo igual de bello que el ofrecido por los pescadores equilibristas del lago Inle, en Myanmar.

Navegando por el río Li, a medio centenar de kilómetros de la ciudad, nos topamos con el pueblo de Yangshuo. Y, para que el explorador se haga una idea de la belleza del lugar, es interesante descubrir que el paisaje aparece en los billetes de 20 yuanes. Este enclave es perfecto para sentar un ‘campo base’ durante unos cuantos días y así poder descubrir sus alrededores, con cuevas escondidas, montañas mágicas para los amantes del trekking o pueblos con más de 1000 años de antigüedad. 

Sorprende Yangshuo por su ambiente moderno, con establecimientos en los que las luces de neón iluminan la noche y en donde se podrá degustar la cocina china más auténtica. Y, como decíamos, esta ciudad balneario, es un edén para los amantes de las actividades al aire libre, ya que se sitúa entre cumbres como Bilian Feng (también conocida como cumbre del Loto Verde), que ofrece un interesante sendero hasta su cima.

Arrozales infinitos en Longsheng

Seguimos recorriendo Guilin y los arrozales parecen infinitos. A unos 100 kilómetros (en Longsheng), se encuentran las terrazas de Longji, ubicadas a más de 1.500 metros de altura. El viajero podrá decidir entre las de la zona de Ping An y la zona de Dazhai. Las primeras son bastante más populares gracias, sobre todo, a la oferta hotelera y de restauración. Además, se caracterizan por sus impresionantes vistas y la mezcla de diferentes culturas locales. Por su parte, las de Dazhai son más antiguas y destacan por unos miradores de infarto.

Volvemos a Guilin (o navegando o bien por carretera, una opción que nos permitirá descubrir un escenario nuevo) para descubrir otra de sus joyas imprescindibles: la Reed Flute Cave o cueva Flauta de Caña. Constituye una de las atracciones imprescindibles para todo tipo de viajeros, desde occidentales dispuestos a conocer nuevos mundos, como los propios chinos que se aventuran a descubrir los tesoros que alberga su vasto país.

El nombre de estas cuevas se debe a las cañas verdes que crecen en su interior y que se suelen utilizar para la confección de ciertos instrumentos de viento. En su interior, estalactitas, estalagmitas, columnas de piedra y formaciones rocosas, con más de 600.000 años de antigüedad, ofrecen al explorador una experiencia única que se sublima gracias a su sistema de iluminación que hará que pensemos habernos alejado por un instante del mundo terrenal. 

En definitiva, si el viajero está pensando viajar a China y está buscando destinos en los que la naturaleza sea la protagonista, Guilin puede ser un edén soñado. Además, siempre se puede completar el viaje con un salto a Hong Kong para disfrutar de sus contrastes.