Una forma de vida única en el mundo: descubriendo los tulou de China

Frente a Taiwán se extienden grandes aldeas chinas de formas circulares que poco tienen de ordinario.

Los tulou son unas extrañas construcciones con una forma de vida muy peculiar.
Los tulou son unas extrañas construcciones con una forma de vida muy peculiar. / Istock / Eric Bo

El modo de vida en las aldeas del sureste de China es muy distinto al que puedan tener en la capital. Enormes carreteras atravesando las largas calles iluminadas que dejan a los lados gigantescos rascacielos iluminados casi las 24 horas del día desaparecen frente a unas construcciones que en nada se parecen a las de Pekín: los 'tulou'. En el estrecho de Taiwán, a lo largo de 120 kilómetros, aparecen estas casas de barro construidas entre los siglos XII y XX, uno de tantos paisajes espectaculares chinos. Son edificios circulares, triangulares, pentagonales u octogonales pensados para que pudieran habitarlos hasta 800 personas, todas ellas pertenecientes a lo que denominaban "pequeños reinos familiares" o "pequeñas ciudades prósperas".

Aldea de Tulou en Fuijan

Aldea de Tulou en Fuijan

/ Istock / Jui-Chi Chan

Se conservan 20.000 de ellos, correspondientes a la etnia de Hakka (subminoría de la etnia mayoritaria Han) y considerados verdaderos "fósiles arquitectónicos". El diseño cerrado se ideó así para cumplir una función defensiva en un área donde habitaban muchos bandidos, entre los distritos de Yongding y Nanjing. Cuenta con una única entrada a través de una puerta de madera y metal infranqueable. Además, los muros tienen pequeños agujeros para poder disparar a lo que presintieran como amenaza. Están situadas sobre plantaciones de arroz, tabaco y té y, pese a que el exterior parece sencillo (altos muros de adobe), el interior de madera estaba bastante ornamentado.

Un tulou circular de tres plantas

Un tulou circular de tres plantas

/ Istock / Fototrav

Patrimonio de la UNESCO

Alrededor del patio central se erigen varios pisos donde pequeñas familias habitaban en casas de dos o tres habitaciones. En el interior de cada tulou había todo lo necesario para que sus habitantes, que lo compartían todo, no necesitaran salir al exterior. Los edificios han sobrevivido a desastres naturales durante siglos y han servido de anécdota al final de la Guerra Fría. Estados Unidos y China mantenían una tira y afloja al que le quedaba poco cuando, en 1986, Ronald Reagan (presidente estadounidense) mandó satélites espías y captaron los tulou. Rápidamente los identificaron desde el Pentágono como almacenes de misiles, hasta que los espías de la CIA regresaron a Washington riéndose: "No eran misiles, tontos, ¡era barro!".

El modo de vida en los tulou chinos son muy diferentes al que estamos acostumbrados

El modo de vida en los tulou chinos son muy diferentes al que estamos acostumbrados

/ Istock / Giuseppe Sparta'

En el año 2008 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO a lo que los medios chinos califican de lugar de "unificación entre el hombre y la naturaleza". Cuando los seleccionaron aludieron a la "excepcionalidad de sus dimensiones, sus técnicas tradicionales de construcción y sus funciones". El más antiguo tiene más de 1.200 años, es conocido como Fu Xing Lou y es considerado un "fósil viviente". El estilo de vida tan comunitario y participativo es impensable en cualquier ciudad actual. Aun así, en muchos de los tulous sigue viviendo mucha gente que nunca ha estado en otro lugar y cuyo modo de vida solo se ha visto modificado por los viajeros que portan por allí brevemente. Por lo demás, todo sigue igual que hace doce siglos.

Síguele la pista

  • Lo último