El campanario sumergido del lago de Resia y su enigmática leyenda

Escondido en la región italiana de Trentino-Alto Adige, se encuentra el lago de Resia, con un campanario que emerge de las profundidades y esconde una enigmática leyenda.

El campanario sumergido del lago de Resia.
El campanario sumergido del lago de Resia. / Istock / Scacciamosche

Rozando los límites de Austria y Suiza, escondido entre montañas que cambian de color según la época del año, emerge en el lago Resia un campanario que, más allá de la evocadora imagen que proyecta, oculta una historia de dolor y una enigmática leyenda.

Debe saber el viajero que Resia no es un lago natural, sino proyectado y construido por el hombre. Pero antes de llegar a conocer su historia, hay que saber que en la zona de Trentino- Alto Adige existían hace unos cuantos siglos tres lagos naturales: el lago de Curon y el de Resia, separados por una franja de tierra y el de San Valentino alla Muta.

En invierno el lago Resia se congela.

En invierno el lago Resia se congela.

/ Istock / MarcelStrelow

Curon y Resia bajo las aguas

A orillas de estos lagos se situaban los pueblos de Curon y Resia, construidos en torno al siglo XIV. Los habitantes de estos pueblos vieron como ya en el siglo XX, más concretamente en 1939, su existencia se vio amenazada. Y es que es entonces cuando el Estado Italiano ofrece una concesión para la construcción de una presa que uniera Curon y Resia elevando el nivel del agua en torno a una veintena de metros. Esto conllevaba que ambos pueblos quedaran sumergidos. Una historia que recuerda, de algún modo, a la que vivió Lanuza, pueblo del Pirineo Aragonés.

Estos planes se detuvieron con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, pero la zona quedó totalmente devastada debido a su ubicación estratégica en la frontera entre Austria, Suiza e Italia. Años más tarde, en 1947 el proyecto se retoma con la construcción de un lago artificial que anegaría Curon y Resia.

Descubre la leyenda que rodea al lago de Rescia.

Descubre la leyenda que rodea al lago de Resia.

/ Istock / swissmediavision

Pueblos sumergidos en el lago de Resia

Tres años más tarde, en 1950 empezó el proceso de llenado del lago, hasta que las más de 650 hectáreas de tierra que comprendían las poblaciones quedaron sumergidas. Los habitantes de Curon y Resia vieron como su historia, su cultura, sus tradiciones y sus vidas quedaban sumergidas bajo este lago artificial. Todo quedaba en el recuerdo, excepto el campanario que se erige en mitad del lago y es la única muestra de la población que un día tuvo allí lo que viene siendo su hogar.

En el invierno, cuando el lago se congela, la torre del campanario se puede alcanzar a pie, mientras que en verano se puede acceder a las inmediaciones en barca gracias a las numerosas empresas que alquilan embarcaciones para descubrir el lago.

La leyenda del lago de Resia

El lago de Resia tiene también su propia leyenda que cuenta que, durante el invierno, aquél que se acerque a las inmediaciones, podrá escuchar las campanas sonando. Algo imposible si se tiene en cuenta que las campanas se quitaron del campanario en 1950, una semana antes de que se demoliera la iglesia y se formara este enigmático lago.

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