El lago más bonito de Italia se encuentra en los Dolomitas

Cantaba el italiano Claudio Baglioni la canción 'Il lago di Misurina' haciendo alusión a una de las leyendas que giran en torno a este bello lago ubicado en el corazón de los Alpes Dolomitas. En ella, se cuenta cómo Misurina, la caprichosa hija del rey Sorapiss, quiere conseguir a toda costa el espejo mágico que le permitirá leer la mente de cualquiera que se refleje en él. Pero esta no es la única historia de este bello lago, ya que otra versión cuenta una historia más parecida a la de Romeo y Julieta, en la que la joven es engañada por su padre para que no acabe donando todo su patrimonio. 

Misurina, el lago mágico

Más allá de estas historias, Misurina es el lago más grande de la región montañosa de Cadore y se encuentra a más de 1.750 metros sobre el nivel del mar, a los pies de las montañas conocidas como Tre Cime di Lavaredo. Con una superficie de 0,14 kilómetros cuadrados y una profundidad máxima de 5 metros se corona como una auténtica perla en los Dolomitas.

Más allá de la majestuosidad del entorno, debe saber el viajero que en las inmediaciones del lago se encuentra el único centro de Italia para la cura del asma infantil. Y es que el aire puro es perfecto para todos aquellos que sufran patologías respiratorias. 

Este bello lago cambia mágicamente según la temporada el año, y si en invierno, ofrece un espectáculo único en el que el manto blanco inunda todo, en primavera, el color verde resurge con una fuerza imponente.

En invierno, el lago se congela por completo convirtiéndose en un lugar idílico para pasear o patinar sobre hielo. También es habitual que se realicen diversos juegos de polo a caballo sobre la superficie helada. 

La calma y el aire puro están garantizados en este enclave que cuenta en sus inmediaciones con diferentes albergues que ofrecen medio millar de camas para que los viajeros puedan descubrir esta belleza. Además, el gran edificio que aparece a las orillas del lago es actualmente un hotel de 4 estrellas, perfecto para descubrir esta maravilla de la naturaleza.

Por algo más de 100 euros es posible alojarse en el Grand Hotel Misurina y hacer uso de sus instalaciones que, aunque algo anticuadas, ofrecen todas las comodidades para el viajero, desde comedor panorámico a centro de bienestar con baño turco, centro de fitness, sauna y piscina cubierta.

En las inmediaciones, en el cercano bosque Somaldida, encontramos fabulosas pistas de esquí de fondo y a medio kilómetro del hotel se encuentra un centro en el que se imparten clases de esquí para todos los niveles.

En definitiva, el invierno es una época mágica para visitar este precioso lago de Misurina, que supone una auténtica perla en los Dolomitas.