Bacharach, el pueblo europeo que parece sacado de la película Frozen

Alemania es un país maravilloso famoso por sus enclaves mágicos y paisajes de cuento de hadas. El territorio alemán cuenta con un sinfín de pueblos preciosos que bien merecen una visita al menos una vez en la vida. Quizás el más famoso sea Rotemburgo, pero el país está lleno de pequeños y encantadores municipios que parecen detenidos en el tiempo y cuyo entorno natural sorprende a todo el que lo visita.

Podríamos imaginarnos a las dulces princesas Disney paseando por las calles de sus pueblos, comprando en sus mercados, recorriendo sus plazas y disfrutando de la belleza de sus bosques y valles. Pero existe un enclave concreto en Alemania en el que el tiempo parece haberse detenido y que sería el escenario perfecto de una película de fantasía. 

Este municipio ubicado a orillas de un río y rodeado de un paisaje natural teñido de tonos verdes y azules, es un destino fantástico para aquellos que buscan pasar una escapada única en un pueblo alemán en el que el relax, la tranquilidad y la belleza serán los protagonistas indudables. 

Un pueblo detenido en el tiempo

Viajamos hasta el estado federado de Renania-Palatinado, una de las zonas más bonitas de Alemania. Allí, entre los paisajes del valle del Alto Medio Rin, se encuentra Bacharach, un pueblo de fantasía que bien podría ser el hogar de Anna y Elsa, las protagonistas de la película de Disney, Frozen. El enclave en el que se ubica esta belleza natural está considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y enseguida comprenderemos por qué. 

Este maravilloso pueblo se encuentra a menos de 90 kilómetros de Frankfurt y uno de los elementos más famosos de Bacharach es su tradición vinícola que le ha acompañado prácticamente desde los inicios de su existencia. Precisamente por eso su nombre está relacionado y hace referencia a Baco, el dios del vino según los griegos. 

Una de las principales características de este pueblo alemán es la tradicional arquitectura que mantiene la esencia antigua del destino. Las casas y edificios de Bacharach destacan por sus tonos coloridos y la típica decoración de madera que decoran sus fachadas y contrasta con el gris de sus tejados de pizarra. Pero eso no es todo, el municipio tiene un sinfín de encantos por descubrir. 

Un mirador único a la inmensidad y belleza del Rin, espectaculares viñedos, grandes portones en edificios preciosos, castillos imponentes que se levantan sobre las colinas vigilando atentamente al pueblo, grandes torreones medievales y un sinfín de enclaves mágicos son el escenario perfecto para un municipio en el que podrían vivir las protagonistas de Frozen. 

Qué ver en Bacharach

Uno de los principales atractivos de este bello pueblo es el Castillo de Stahleck, una fortaleza cuyo origen se remonta a finales del siglo XI y que fue reconstruido y adaptado para aprovechar el espacio y convertirlo en un albergue juvenil para todos aquellos jóvenes que desean pasar unos días increíbles en Bacharach. 

La belleza de este castillo no sólo reside en su imponente estructura y en su espectacular interior, también se caracteriza por el gran mirador que permite al visitante descubrir los encantos del valle del Rin y una panorámica del pueblo completo. Pero el castillo no es el único encanto de este precioso pueblo que parece sacado de una película Disney.

La Torre de Correo cuya historia data del siglo XIV es un gran monumento histórico del pueblo que formó parte de una de las más grandes fortificaciones del lugar. A día de hoy sirve como un precioso mirador que abrió sus puertas en el año 2005 para que todo el mundo que visite Bacharach pueda disfrutar de los encantos de este pueblo europeo que es como el de Frozen.