El pueblo de Alemania en el que todos querríamos vivir la Navidad
Pintorescas casas, vino caliente, almendras tostadas y mucha nieve. La escenografía de Rothenburg es el paisaje perfecto para disfrutar la temporada navideña.
Llega diciembre y las ciudades europeas se preparan para recibir las fiestas. Con sus mercadillos, espectáculos de luces y decoraciones, se presentan diferentes propuestas que hacen que el espíritu navideño se sienta en todos los rincones del continente.
Pero, además de las típicas actividades alusivas a esta festividad, cada pueblo exhibe sus costumbres y tradiciones, haciendo que todos los destinos se conviertan en algo totalmente único. Así, la experiencia de la Navidad también se vuelve una excelente oportunidad para conocer sobre gastronomía, danza y música.
Alemania, por su ubicación geográfica y construcciones antiguas, es reconocida por poseer locaciones que se transforman paisaje totalmente mágico durante esta época, digno de cuento de hadas o de película navideña.
Rothenburg, un pequeño pueblo al centro de este país, tiene uno de los paisajes más medievales de toda Europa. Con sus pequeñas casas, murallas y torres, la escena de este rincón es un verdadero espectáculo en sí mismo. Tanto es así que, durante la quema en la II Guerra mundial, esta ciudad se salvó porque aviadores americanos se negaron a bombardear esta maravilla del urbanismo.
En Navidad la magia de este lugar aumenta aún más. La nieve, las construcciones de la ciudad y la puesta festiva se entremezclan para crear el contexto perfecto.
Mercadillo
La feria de Rothenburg lleva el título “Reiterlesmarkt”, o en español, Mercado de Navidad del Jinete. El nombre se debe a una antigua leyenda que decía que había un jinete que se ocupaba de las almas de los muertos, las transformaba en buenas y luego repartía regalos a los niños. La figura de este personaje se puede ver reflejada en la fachada del ayuntamiento, justo en frente a la plaza del mercado.
Este mercadillo navideño es el corazón de toda la festividad del pueblo. Ubicado en el centro de la plaza y rodeado de un pintoresco paisaje de casitas alemanas, la feria es la oportunidad perfecta para sumergirse en la cultura de esta zona. Con más de 500 años de tradición, cada año los residentes preparan sus puestos para ofrecer desde gastronomía típica -como el vino caliente y las almendras tostadas- hasta artilugios y adornos navideños cuidadosamente elaborados.
Qué ver en Rothenberg durante la Navidad
Aunque Rothenberg durante las fiestas luce particularmente especial, este pueblo es conocido por tener una vibra navideña durante los 365 días del año. Descubre qué actividades puedes hacer:
- Vista desde la torre del Ayuntamiento
Un clásico de Ruthenberg es la visita al Ayuntamiento frente a la plaza central. Desde su torre se pueden obtener las mejores fotos de este paisaje sacado de cuento. Fotógrafos de todas partes del mundo se acercan cada temporada con sus equipos y trípodes para obtener las mejores postales navideñas.
Algo que hay que tener en cuenta es que la subida es complicada, ya que se trata de una escalera caracol muy angosta. Sin embargo, llegar arriba vale completamente la pena.
- Pueblo de la Navidad
Figuras de madera, cascanueces hechos a mano y luces de colores. El Pueblo de Navidad es la mejor tienda para vivir la festividad siempre. Si bien durante estas fechas tiene un encanto especial, lo fantástico de este sitio es que está abierto todo el año (y tiene entrada gratuita).
Todo en este espacio está preparado para hacerte sentir la vibra de las fiestas. Al llegar un coche antiguo y lleno de regalos te recibirá. Luego, entrando por la puerta, se exhibe un gigantesco árbol rodeado de nieve y luces que te hará sentir muy cerca de Papa Noel.
- Museo de la Navidad
Justo al lado de esta tienda se encuentra el Museo de Navidad, un sitio que almacena una colección de adornos navideños que se remontan a tiempos pasados. Una de las exposiciones más interesantes es la de los árboles, donde se puede visualizar el cambio de las decoraciones durante el correr del tiempo.
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