Descubre las joyas ocultas de Huesca: guía de viaje
Si buscas un destino para pasar un fin de semana inolvidable, la provincia de Huesca es el lugar ideal. Huesca ofrece una experiencia turística completa y satisfactoria para todos los gustos.
Huesca en dos días
Día 1: Huesca y su patrimonio histórico
Comenzamos nuestro primer día en la ciudad de Huesca. La ciudad cuenta con una rica historia que se remonta a la época romana, pasando por la dominación musulmana y la época medieval cristiana. En la plaza de Navarra, en el centro de la ciudad, podemos admirar la fachada del edificio del Círculo oscense, llamado también Casino de Huesca, construido a principios del siglo XX. Continuamos por la calle del Coso y paseamos hasta llegar al Monasterio de San Pedro el Viejo, uno de los monumentos más antiguos de Huesca, lugar donde se albergó el Santo Cáliz, el mismo que actualmente está custodiado en la Catedral de Valencia. Allí podemos ver una mezcla de estilos arquitectónicos que van desde el románico hasta el gótico. Después de visitar el monasterio, seguimos paseando por el casco antiguo hasta llegara la plaza del ayuntamiento y de la Catedral, con un interesantísimo retablo y museo diocesano, continuaremos hacia a la plaza de la Universidad, donde podemos visitar el Museo de Huesca, que cuenta con una interesante colección de arte. Después de la visita al museo, podemos disfrutar de una buena comida en alguno de los muchos restaurantes que se encuentran en la zona.
Por la tarde, podemos dedicar nuestro tiempo a seguir conociendo interesantísimos rincones de la ciudad de Huesca, o desplazarnos a conocer algunos de los pueblos cercanos a Huesca, como Loarre, un pueblo que cuenta con un impresionante castillo románico, considerado como uno de los mejor conservados de Europa. También podemos visitar el Monasterio de San Juan de la Peña, ubicado en un espectacular paraje natural, cuna del Reino de Aragón, y panteón real, además de haber custodiado aquí el Santo Cáliz en su periplo durante más de mil años por la provincia de Huesca.
Día 2: Aventura y naturaleza en los Pirineos
El segundo día podemos descubrir los Pirineos y sus maravillas naturales. Comenzamos el día temprano y nos dirigimos hacia el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, donde podemos realizar una de las rutas más impresionantes de España: la carretera del Cañón de Añisclo. Esta ruta de unos 15 km nos permite disfrutar de los paisajes más espectaculares de los Pirineos, como cascadas, cañones y formaciones geológicas únicas.
Después de este recorrido, podemos disfrutar de una comida en alguno de los pueblos cercanos al parque, como Aínsa o Boltaña, donde podemos probar la gastronomía local.
Por la tarde, podemos disfrutar del ocio y la aventura soltando adrenalina, en la tirolina más rápida del mundo, situada en la población de Fiscal. O cambiando de valle, podemos hacer una parada en el Valle de Tena, donde podemos disfrutar otra tirolina, las más alta de Europa, y de deportes de aventura como, la escalada o el barranquismo, la BTT, o el trail running. También podemos visitar algunos de los pueblos más bonitos de la zona, como Sallent de Gállego o Biescas, donde podemos disfrutar de su arquitectura tradicional y su ambiente acogedor.
En resumen, Huesca y sus alrededores ofrecen una experiencia turística completa.
Huesca la Magia
La provincia de Huesca cuenta con una gran variedad de paisajes y actividades turísticas para todos los gustos, desde los deportes de aventura hasta la relajación en los balnearios, pasando por la historia y la cultura de sus pueblos.
La marca "Huesca la Magia" resume la esencia de esta provincia, una tierra llena de sorpresas y secretos por descubrir, que cautiva a todos aquellos que la visitan. ¿Quiere conocer algunos de los lugares más mágicos?
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es uno de los tesoros naturales de Huesca. Este parque cuenta con impresionantes paisajes de montaña, como el Cañón de Añisclo o la Cascada de la Cola de Caballo. Además, en el parque se pueden practicar actividades como el senderismo, la escalada o el rafting, y el barranquismo, entre otras.
La ciudad de Huesca, también tiene mucho que ofrecer. Desde su casco antiguo, donde se pueden ver monumentos como la Catedral de Santa María o el Monasterio de San Pedro el Viejo, hasta sus numerosos bares y restaurantes donde degustar la gastronomía local. Y si es amante de la música, no puede perderse el Festival Periferias, que se celebra cada año en octubre y que reúne a artistas de todo el mundo.
Otro lugar imprescindible es la comarca de la Ribagorza, donde se encuentra el Parque Natural Posets-Maladeta, que alberga la cumbre más alta de los Pirineos, el Aneto. Además, en la comarca de la Ribagorza se pueden visitar pueblos con mucho encanto, como Benasque o Graus, y disfrutar de actividades como la pesca o el esquí, la BTT, trail running, vías ferratas, etc. Pero, si lo que busca es relajarse, en la comarca del Alto Gállego, en Panticosa, se puedes encontrar uno de los balnearios más famosos de Europa y disfrutar de tratamientos de belleza y relajación en un entorno natural incomparable.