Vivir 100 años: descubre la dieta de la longevidad de esta isla japonesa

El secreto de una eterna juventud se esconde, entre otras cosas, en una alimentación saludable.

Blue zones: sitios para vivir una eterna juventud.

La dieta de la longevidad se basa en vegetales y productos frescos de proximidad
La dieta de la longevidad se basa en vegetales y productos frescos de proximidad / Istock / visualspace

Superar el siglo de vida está cada vez más cerca de convertirse en algo ordinario. En las llamadas 'blue zones' o 'zonas azules' ya es habitual encontrarse con personas de cien años o más paseando por las calles con una apariencia mucho más joven de lo que realmente son. Salud de hierro y ganas de aprovechar la vida son inherentes a las personas mayores que habitan esas zonas, ya que no solo alcanzan un número muy elevado en edad sino que llegan a ella gozando de una calidad de vida envidiable.

Playa de Puerto Carrillo, en la península de Nicoya, una de las 'blue zones'

Playa de Puerto Carrillo, en la península de Nicoya, una de las 'blue zones'

/ Istock / Dynamoland

Barbagia en Cerdeña, Loma Linda en California, Nicoya en Costa Rica, Icaria en Grecia y Okinawa en Japón son las zonas azules reconocidas alrededor del mundo, según Dan Buettner, un periodista que indagó en el tema para descubrir los secretos de estas gentes. La respuesta no está en un laboratorio. Buettner la encontró viajando a aquellos puntos, donde halló nueve razones por las que cada vez más personas celebran las tres cifras de vida.

Mujeres mayores de Okinawa

Mujeres mayores de Okinawa

/ Istock / bee32

Esos puntos comunes son moverse naturalmente, tener un propósito ('ikigai' en japonés), encontrar momentos para relajarse, comer hasta el 80%, consumir más vegetales, tomar un vino al día con amigos, rodearse de un círculo social sano, invertir tiempo con seres queridos y sentir pertenencia a una comunidad. La alimentación toma un papel protagonista en todos los casos y la dieta que ha traspasado fronteras ha sido la de Okinawa.

La dieta de la longevidad

Aparte de ser una isla de un gran atractivo por sus paisajes, también lo es por su gastronomía, la calidad de vida y, por tanto, la amabilidad de sus habitantes. Los vegetales son la base de su alimentación, siempre frescos y naturales, entre los que destacan nabo, zanahoria, espinacas, brócoli, berenjena, calabaza, bambú y repollo. Es baja en grasas saturadas, sin azúcares ni carne roja. Todos estos alimentos provienen de zonas cercanas, ya que en Okinawa crecen plantas ricas en fitoquímicos y antioxidantes como la batata.

Mujer okinawense con comida típica de su ciudad

Mujer okinawense con comida típica de su ciudad

/ Istock / yamasan

Tres veces a la semana comen pescado, una importante fuente de omega-3 que tiene beneficios para la salud como la reducción de inflamación y el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca. Como en el resto del país, se consume mucho pescado azul fresco prescindiendo de la fritura. Las comidas suelen acompañarlas de arroz, fuente de carbohidratos complejos, vitaminas y minerales y bajo en grasas y colesterol; o en su defecto de mijo, fideos o trigo.

El pescado azul fresco es típico de Okinawa

El pescado azul fresco es típico de Okinawa

/ Istock / tdub303

Así como la soja, rica en proteínas vegetales y beneficiosa por reducir el riesgo ante enfermedades cardíacas y osteoporosis. Antioxidante es también el té verde que toman todos los días después de cada comida. Se ha descubierto que previene ante enfermedades cardíacas e incluso el cáncer, además de la retención de líquidos y la inflamación. En cuestión de números, más de la mitad son vegetales, un tercio granos y entre el 1 y el 2% mariscos, pescados y carnes -incluyendo los órganos-.

Recomendaciones y restricciones

Para seguir la dieta de la longevidad hay también que prescindir de algunos alimentos. Los okinawenses no prueban lácteos, embutidos, algunas frutas, frutos secos ni semillas, carne de vaca, ultraprocesados, huevos ni aceites procesados. Tal y como exponía el periodista Buettner, la cantidad de comida que ingieren es mucho menor que la que se toma en otros lugares del mundo, lo que hace que no sufran pesadez durante todo el día.

Además del secreto de la longevidad, Okinawa también esconde algunos de los mejores paisajes

Además del secreto de la longevidad, Okinawa también esconde algunos de los mejores paisajes

/ Istock / leungchopan

La cuestión no radica en mudarse a Japón, sino en adoptar algunos hábitos que ya se saben saludables. Llegar a los cien años no es solo sobrevivir, es también lograr vivir una segunda juventud, una jubilación disfrutable y no tener que depender de terceros. Desde cualquier lugar del mundo se puede alcanzar una vejez sana y las blue zones ya se han convertido en ejemplos vivos a seguir.

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