Los viajes de Paola Castañeda, la repostera prodigiosa: "Colombia siempre será mi hogar y es donde me siento completamente yo"

De periodista a pastelera. Así ha sido la carrera de la colombiana Paola Castañeda, que se formó en Alicante junto al maestro Paco Torreblanca. Durante los años de universidad había coqueteado con la repostería, vendiendo dulces y brownies para sacar un dinero extra. En la Escuela Torreblanca conoció a la mexicana Jimena Rubio, quien no dudó en embarcarse a su lado en su nueva aventura: el obrador de Annapurna Cakes, que abrieron en junio de 2022 en Madrid. En él elaboran tartas (equilibradas en azúcar), bizcochos, brownies o roscones cuando es temporada navideña.

Hablamos con la repostera para que nos cuente su experiencia viajera.

Al pensar en su infancia, ¿cuáles son sus vacaciones más recordadas?

Todos los fines de semana que podíamos, mis padres y yo nos escapábamos a Cartagena de Indias. De pequeña no lo valoré tanto como ahora que estoy lejos, pero es, sin duda, de las ciudades más especiales del mundo.

¿Cuál fue el primer viaje que hizo sin sus padres?

Hice un tour por todos los parques temáticos de Orlando, Florida. Fue el regalo de quince años de mis padres. Una auténtica pasada a esa edad.

Si no viviera donde lo hace, ¿en qué ciudad le gustaría hacerlo? 

No me hubiera importado vivir en Italia, posiblemente en Roma. Por retarme a comunicarme en otro idioma en un país y una cultura que me encanta. 

¿A qué destino le gustaría ir si tuviera el tiempo y/o el dinero? 

Me encantaría conocer Australia en autocaravana. Me atraen sus paisajes, su fauna y lo diferente que puede llegar a ser respecto de lo que conozco. 

¿Su rincón favorito del planeta?

Colombia siempre será mi hogar y es donde me siento completamente yo. 

¿Ha realizado algún viaje inspirado en algún libro, película o disco?

Más bien me pasa al revés. Cuando visito los lugares, recuerdo libros y películas. Me encantó conocer México y revivir imágenes de mi libro favorito, El Azteca, de Gary Jennings. 

¿Medio de transporte favorito?

Siempre el coche. Por comodidad, siempre viajábamos con equipaje de más. Lo mismo nos llevamos una paellera, que el equipo para hacer trekking o buceo. 

¿Cuál es la compra más estrambótica que ha hecho en uno de sus viajes?

Sonará evidente, pero es comida. Recuerdo un encargo de mi padre, que me pidió que le llevara bacalao en salazón a Colombia, ya que allí no se consigue, para recordar la comida que le daban en el barco cuando fue marinero. 

¿Qué no puede faltar en su maleta? 

Como dice un buen amigo, no falta nada más que el pasaporte, dinero y un bañador.