El truco del café en Italia: te ahorrarás mucho dinero

¿Qué hay más italiano que tomar un café rápido, coger tu moto y recorrer el centro histórico de Roma hasta llegar a tu puesto de trabajo? Es difícil superar eso… Y es que tomar café en Italia es una tradición muy arraigada. Ahora bien, para que no te arruines si tienes previsto visitar el país próximamente, te vamos a desvelar el truco del café para que puedes ahorrarte unos cuantos euros.

Esta bebida es imprescindible para muchos italianos, siendo habitual su consumo varias veces al día. Pero, como en todo, no hay una única forma de preparar ni de presentar el café. Y, ojo, porque hay tantos tipos que casi se necesita un Máster para poder acordarse de todos: espresso (que los italianos ya están pidiendo que sea declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad), espresso doppio, lungo, con panna, ristretto, macchiato, café latte, cappuccino, mocaccino, café freddo, americano, corretto, e, incluso con parmesano… una larga lista que tiene un denominador común: su intenso sabor y un gusto inconfundible.

Antes de desvelarte el truco del café para que te puedas ahorrar unos cuantos euros en tu próxima visita a Italia, deja que te demos unos cuantos consejos para que no peques de turista primerizo en ciudades como Florencia, Milán o Roma.

Capuccino: solo para desayunar

No hace falta que vayas con un vestido de flamenca o de chulapa para que sepan (sin que abras la boca) que eres más española que un jamón de pata negra si pides un capuccino pasada la hora del desayuno. ¿Y sabes por qué? Porque esta bebida que a nosotros nos vuelve locos con su espumita y cremosidad, los italianos solo la consumen a primera hora de la mañana. El resto del día siguen consumiendo muchísimo café, pero suelen optar por otras especialidades como el espresso o el ristretto. 

Para los italianos es casi ley tomar un capuccino con un rico cornetto (vamos, lo que viene siendo un cruasán) a primera hora de la mañana. Por eso, si pasado medio día, vas a una cafetería y te pides tu capuccino con un bollito, no te sorprendas si descubres como algunos locales te miran de reojo. Para ellos, estás incumpliendo una de sus máximas.

El truco del café en Italia

En Italia encontramos establecimientos parecidos a nuestras cafeterías y nuestros bares. La legislación italiana obliga a que los precios se muestren en un lugar visible para el público, pero, sin embargo, son muchos los viajeros que acaban denunciando algunas irregularidades y precios abusivos en las zonas más turísticas.

A la hora de tomar un café, tienes varias opciones… ir a una cafetería y esperar a que te sirvan en la mesa o terraza (con la consiguiente clavada, ya te avisamos) o pedirlo tú mismo en barra. En el primer supuesto, seguramente te sorprendas al pagar la cuenta porque te hayan cobrado el café (que sigue siendo uno de los más económicos de Europa), pero con un suplemento por el servicio en mesa que puede llegar a multiplicar el ticket hasta 5.

La opción más económica (y que muchos viajeros ya han bautizado como el truco del café) consiste en el servicio self service. En la mayoría de los bares italianos (los que suelen ser más pequeños) hay que sacar un ticket en caja en el que figura la bebida que quieres consumir y ya, con el resguardo, te diriges al barista y le solicitas el café. Una vez preparado, eres libre de tomártelo tanto en la barra como en cualquier mesita que tengan en el establecimiento. Y, ¡oh, sorpresa!, el café no te habrá costado más de 2 euros en el peor de los casos.

Con este pequeño truco conseguirás ahorrarte el servicio en mesa, que es el suplemento que trae de cabeza a los viajeros y podrás disfrutar del café tanto en la terraza como en el interior del local. Y si lo que quieres es tomarte el café como un auténtico italiano, apunta: cuando toman un ristretto o un espresso, suelen ser más rápidos que el rayo. Entran, pagan, se lo beben de un trago… y a seguir funcionando.