10 cosas que debes saber para no pecar de turista primerizo en Florencia

Es raro que el viajero que pisa por primera vez Florencia no sienta un flechazo absoluto por la ciudad. Es como cuando uno se enamora de alguien, que le gusta absolutamente todo de esa persona. Pues en Florencia es igual. Te gustará todo: sus calles, sus museos, sus parques, sus gentes, sus comidas, su ambiente… y querrás volver a ella una y otra vez. Y, ahora que ya te hemos preparado para ese primer encuentro con la cuna del Renacimiento, te vamos a contar 10 cosas que debes saber para no pecar de turista primerizo en Florencia y que tu experiencia sea mucho más placentera (si es que eso es posible).

Lo primero que debe saber el viajero es que Florencia se adapta al ritmo del viajero. Puede verse en modo exprés si solo disponemos de un fin de semana para disfrutar de la ciudad o pasar en ella diez días y saborearla con calma y sin prisas. Y, aun así, habrá rincones mágicos que nos falten por descubrir.

Florencia para principiantes

El aeropuerto Amerigo Vespucci se encuentra tan solo a 10 kilómetros del centro de Florencia, pero debe saber el turista que, quizá, no sea la opción más económica para llegar a la ciudad. Comprar un vuelo de fin de semana para visitar la capital de la Toscana puede ser bastante costoso si se compra a última hora. Eso sí, ya hay compañías de bajo coste (como Vueling) que llegan al aeropuerto y, si se planea la escapada con antelación, se pueden conseguir ofertas interesantes.

Si llegar al aeropuerto de Florencia se sale de nuestro presupuesto, siempre se puede viajar hasta el aeropuerto de Pisa, que se encuentra a unos 100 kilómetros y tiene muchas más conexiones aéreas. Desde allí se puede llegar al centro de Florencia en tren. La duración del trayecto es de algo menos de una hora, la frecuencia de trenes es amplia y el billete cuesta en torno a los diez euros.

El síndrome de Stendhal, también es conocido como síndrome de Florencia, es un término que se utiliza para describir una reacción psicofísica que algunas personas experimentan al contemplar una gran cantidad de arte, belleza o arquitectura en un corto período de tiempo. Debe su nombre al escritor francés Stendhal, quien relató su experiencia al visitar Florencia y sentir una abrumadora respuesta emocional a las obras de arte que vio allí.

Poco más se puede decir. Si paseas por la ciudad y te sientes abrumado, con palpitaciones y todo te da vueltas, relájate porque tu cuerpo está expresando en su propio idioma el placer embriagador que siente ante el panorama que tiene delante. Repetimos: tranquilidad, ya que no se considera una enfermedad o trastorno médico establecido.

Si estás recorriendo la Toscana en coche y llegas a Florencia en este medio de transporte, no tenemos muy buenas noticias para ti. Lo mejor es que lo dejes aparcado y recorras la ciudad a pie. Y es que todo el centro histórico de Florencia (que incluye todas las calles que son patrimonio de la UNESCO) tiene una limitación de movilidad de vehículos conocida como Zona de Tráfico Limitado (ZTL).

Tan solo pueden circular por el centro histórico los residentes y vehículos matriculados en la ciudad, pero si, para llegar a tu alojamiento (que debería contar con su propio parking para estacionar el vehículo), necesitas entrar en esta zona, deberás solicitar un permiso de acceso temporal.

Ya no quedan días de verano, como diría la canción de Amaral, pero no está de más recordar que para visitar las diferentes iglesias y templos de Florencia se exige código de vestimenta (al igual que en el resto del país).

Para entrar al Duomo, por ejemplo, deberás cumplir con los siguientes requisitos:

• No se permiten camisas sin mangas ni con los hombros descubiertos.
• Se deben evitar los escotes pronunciados. 
• No está permitido la entrada con pantalones cortos y faldas por encima de la rodilla.
• Es obligatorio quitarse las gafas de sol antes de entrar en la catedral.
• Evita llevar sandalias o chanclas a la catedral.

Florencia es una ciudad atestada de turistas. Sentimos decepcionarte, pero es así. De hecho, la Galería de los Uffizi se convirtió en 2021 en el lugar cultural más visitado de Italia. Con tal afluencia de público, sacar las entradas de los principales puntos turísticos con antelación resulta obligatorio si vamos solo unos días.

La Galería de los Uffizi, los jardines de Bóboli, el Duomo, el Palazzo Vecchio o el Palazzo Pitti son algunos de los sitios imprescindibles que cualquier turista primerizo debe visitar. Si compras las entradas de forma telemática te ahorrarás infinidad de colas y, además, podrás seleccionar los horarios que mejor te vengan según el itinerario que hayas organizado para disfrutar de la ciudad.

Para aquellos viajeros que van con un presupuesto más ajustado, Florencia también tiene opciones. Y es que hay infinidad de atracciones y puntos de interés gratuitos. ¿Un ejemplo? El Ponte Vecchio, la Piazza della Segnoria, los diferentes mercados a lo largo de toda la ciudad, diversos miradores para sacar las mejores fotos (la terraza de la biblioteca pública delle Oblate o el mirador del Piazzalle Michelangelo), o la Loggia dei Lanzi son sitios que podrás visitar sin gastar un euro.

También puedes hacer algún free tour gratuito en español (solo hay que dar propina al guía si te ha gustado el servicio). Y también conviene saber que el primer domingo de mes, todos los museos estatales son gratuitos. Eso sí, conviene estar preparado para pasar largos ratos haciendo cola.

Últimamente hemos podido comprobar como algunas ciudades italianas (hablamos de Roma concretamente) han sufrido el ataque de turistas con poco amor por el patrimonio histórico. En esta línea, cabe destacar que Florencia también está luchando por conservar tanto su patrimonio como la imagen general de la ciudad.

En 2018, el alcalde de Florencia, Dario Nardella, aprobó una normativa en la que se prohibía comer parado en cuatro calles clave del centro his­tórico (Via de’Neri, Via della Ninna, Piazzale degli Uffizi y Piazza del Grano). No puede el viajero pecar de turista primerizo y  sentarse en los bordillos de las aceras para comer bocadillos. Solo se puede ­degustar la street food florentina si se va caminando o, de lo contrario, las multas van desde los 150 a los 500 euros.

Comer en Florencia es un placer. Como consejo que se aplica a cualquier ciudad del mundo, conviene escapar de los restaurantes para turistas, ya que, en líneas generales, no están a la altura de la gastronomía de la ciudad.

Las recomendaciones de los mejores restaurantes de Florencia la dejamos para otra ocasión, pero sí te damos un apunte de sus platos insignia: bistecca alla Fiorentina para los amantes de la carne, ribollita (una sopa de vegetales con pan) y schiacciata alla Fiorentina, un tipo de bizcocho ideal para los paladares más golosos. ¡Ah! Y no deberías abandonar la ciudad sin probar el famoso bocadillo de lampredotto. Mejor no preguntes y disfrútalo (spoiler: está hecho con partes del estómago de la vaca y se parece a nuestros callos).

Florencia no es una ciudad barata y alojarse en un hotel céntrico puede llevarse gran parte de nuestro presupuesto. Además, conviene tener en cuenta que es una ciudad muy bien conectada gracias al transporte público.

Los mejores barrios para buscar un hotel a buen precio y que no quedan muy lejos del centro son los de San Lorenzo y San Marco. Allí, además de hoteles de diferentes categorías, vas a poder encontrar otras opciones de alojamiento como apartamentos o habitaciones que se alquilan por días. Y es la mejor forma de conocer la ciudad como un auténtico local.

Y, para finalizar esta ronda de cosas que debes saber para no pecar de turista en la cuna del Renacimiento, te ofrecemos unos pequeños tips a modo de consejos finales. Si quieres un café, pídelo y consúmelo en barra, ya que los precios si te sientas en una terraza pueden ser una auténtica clavada. Pasas de pagar un euro por un café a pagar diez en el mejor de los casos.

Respeta las costumbres locales. Sí, es una obviedad, pero los florentinos son gente bastante cordial y educada. Déjate seducir por su cultura y adáptate a sus horarios y ritmos de vida. Y, por último, para aquellos turistas mas despistados: el David que se encuentra en la Piazza della Signoria es una copia. El original David de Miguel Ángel está expuesto en la Galería della Academia de Florencia.