Tres libros para tres destinos: viajes y letras (II)

"En la lectura, como en los viajes, uno se va sólo, pero regresa acompañado." Voltaire.

Unos cuantos libros para viajar por el mundo.
Unos cuantos libros para viajar por el mundo. / Blake Wisz

Hasta los menos lectores leen cuando salen de viaje. Los autobuses y aviones fomentan más la lectura que muchas instituciones. Los más lectores, una vez en destino, se dan cuenta de la imposibilidad de leerse los cinco libros que trajeron para las vacaciones. Y así, empieza una coreografía literaria en una tumbona en el trópico o en una cabaña en Finlandia.

Historias de Roma, de Enric González

Roma es inacabable. Del Coliseo al Trastévere hay más historia que en muchas ciudades. Mitos, leyendas, batallas. Roma es tierra fértil para la literatura. Roma es tan vasta que hasta tiene un país dentro de ella. Enric González, el mítico corresponsal de El País, escribe y describe la ciudad eterna. “¿Qué me interesaba aprender?”, se pregunta al principio del libro, cuando le ofrecen cambiar corresponsalía a Pekín, Buenos Aires o Roma. Y se contesta: “Cosas muy vagas. ¿Se pueden aprender la humanidad, la belleza, el tiempo? No, no creo. Pero si hay un lugar para intentarlo, ese lugar es Roma”.

El Trastére, un barrio literario

El Trastére, un barrio literario

/ Istock / fotoVoyager

Viaje alrededor de mi habitación, de Xavier de Maistre

Cuando el pintor y escritor Xavier de Maistre tuvo que pagar arresto domiciliario, no se resignó a una existencia enclaustrada y sedentaria. “Podría comenzar el elogio de mi viaje por decir que no me ha costado nada; este punto merece atención”. Maistre se aventuró a recorrer los confines de su habitación, y cargado de ironía e imaginación, recorrió durante 42 días la frontera de su cuarto: “Mi habitación está a cuarenta y cinco grados de latitud, según las medidas del padre Beccaria; su dirección es de este a oeste, forma un cuadrado largo que tiene treinta y seis pasos de ancho, si uno se pega bien a la pared. Mi viaje, sin embargo, contendrá más puesto que lo atravesaré a lo largo y a lo ancho, o diagonalmente, sin seguir ninguna regla ni método. Hasta haré zigzags y recorreré todas las líneas posibles en geometría si la necesidad lo exige”. Maistre nos descubre que no hace falta irse lejos para viajar y disfrutando de esta contradicción acompañamos al viajero en su camino: “Desde mi sillón, si caminas hacia el norte, se descubre mi cama, situada al fondo de mi habitación, y forma la perspectiva más agradable. Está puesta de la manera más feliz: los primeros rayos de sol vienen a retozar en mis cortinas”.

Pueblito pesquero del Pacífico colombiano

Pueblito pesquero del Pacífico colombiano

/ Istock / EGT

El Pacífico colombiano es un territorio selvático. Allí los ríos son carreteras y las comunidades ejemplos de resistencia. No es fácil la vida en el Pacífico, pero tienen la voluntad del buen vivir, de vivir sabroso, dicen allí. Pilar Quintana escribe de la naturaleza humana, del conflicto latente de la vida, de perros y familias, de lo humano y lo divino y el telón de fondo, el Pacífico, la región más olvidada de Colombia, acompaña la lectura como un arrullo, como un viento fiero que golpea los ventanales al caer la noche. 

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