El Titanic español de los trenes cierra la temporada con un último viaje en noviembre

Quien diga que no ha soñado alguna vez con viajar en el tiempo probablemente mienta. La idea de ser parte del pasado, aunque sea por unos instantes, fascina casi a cualquiera. Una de las épocas favoritas de muchos quizá sea la Belle époque -entre 1871 y 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial-. Durante estos años, la gente viajaba sobre todo en tren, aunque los viajes en barco también eran muy populares por entonces. El Titanic, por ejemplo, zarpó en 1912.

En aquella época había varias clases a la hora de reservar un boleto y los más adinerados tenían asegurada una experiencia espectacular. Las cabinas de los trenes eran verdaderas habitaciones de un hotel de lujo, había un vagón restaurante donde servían la mejor comida posible, elegantes salones comunes... Aunque verdaderamente todas esas personas querían llegar a un destino. Desde hace unos años se han instaurado los "viajes de lujo sobre railes", donde el destino no importa tanto como el trayecto. El promotor en España es el Transcantábrico Gran Lujo, que cierra su temporada el próximo 4 de noviembre.

Con 40 años a sus espaldas, el tren ha realizado 1.511 salidas con un total de 60.510 pasajeros y 10.577 pernoctaciones a bordo. Hay dos itinerarios posibles que recorren la cornisa cantábrica, uno de San Sebastián a Santiago de Compostela y otro al contrario; con paradas en Santander, Llanes, Oviedo o Cabezón de la Sal. Tras sus puertas reina una ambientación al más puro estilo de la Belle époque, mientras que fuera se puede seguir disfrutando del presente más absoluto.

Además de disponer de habitaciones dignas de un hotel cinco estrellas con baño privado con hidromasaje, conexión WiFi y servicio de habitaciones durante todo el día, también ofrece excursiones y visitas como al museo Guggenheim de Bilbao o al Santuario de Covadonga, disfrutando en el camino de una experiencia gastronómica única.

Hasta que vuelva el año que viene, siempre se puede seguir disfrutando de otros trenes de lujo que han seguido la estela del Transcantábrico, como el Tren Al Andalus, al otro lado de la península. También cuenta con dos itinerarios, uno de Sevilla a Málaga y el otro de Málaga a Sevilla; con paradas como Granada, Córdoba o Ronda. Con la misma ambientación y mismo glamour, en este se pueden disfrutar de las maravillas del sur de España hasta que el del Cantábrico vuelva a ponerse en marcha.