Recordamos el hundimiento del Titanic con dos museos, uno que es una réplica del barco y otro, del iceberg que lo hundió

111 años han pasado desde que la madrugada del 15 de abril de 1912 cambiara la historia de la navegación para siempre. El Titanic, al que muchos apodaban “el insumergible” chocaba contra un iceberg en su viaje inaugural y se hundía en el océano Atlántico, lo que provocó una de las mayores tragedias marítimas de la historia.

En la actualidad existen varios museos alrededor de todo el mundo que nos acercan a su historia, su construcción, su hundimiento y, cómo no, la leyenda creada en torno a uno de los barcos más famosos del mundo. Encontramos, por ejemplo, el Titanic Museum en Pigeon Forge, Tennessee o el Titanic: The Artifact Exhibition en Las Vegas; pero hoy nos detenemos en los dos que, por su espectacularidad, nos parecen, quizá, los más interesantes: el Titanic Belfast en Irlanda del Norte, que simula el iceberg que causó el hundimiento del barco y el Titanic Museum Attraction en Branson (situado en Misuri, Estados Unidos), que es una réplica exacta del original.

El buque insignia de la compañía White Star Line se hundió en el océano Atlántico después de chocar contra un iceberg durante su viaje inaugural desde Southampton a Nueva York, cobrándose la vida de más de 1.500 personas y convirtiéndose en uno de los peores accidentes marítimos de la historia.

El Titanic, considerado en aquella época como el barco más grande y lujoso del mundo, estaba equipado con tecnología puntera y se creía que era insumergible en términos de seguridad. Sin embargo, el choque contra el iceberg cambió los planes y el curso de la historia.

Titanic Belfast: el iceberg

El Museo del Titanic en Belfast es una de las principales atracciones turísticas de Irlanda del Norte. Una de sus particularidades es que se ubica en el lugar donde se construyó el barco original, en los astilleros de Harland and Wolff, y cuenta la historia del famoso trasatlántico desde su construcción hasta su final.

El edificio del museo, obra del arquitecto Eric Kuhne, es impresionante y cuenta con un diseño moderno y elegante. Hay quien dice que evoca la forma de proa de un barco, pero gana por goleada la versión de que las líneas afiladas pretenden ser un reflejo del iceberg que causó el desastre.

Este museo fue inaugurado en 2012 con motivo del centenario del hundimiento y, en su interior, alberga una impresionante colección de objetos, fotografías y documentos relacionados con el Titanic, así como una recreación de la cubierta del barco, salas de exposiciones interactivas y una sala de cine en 3D.

Destaca la exposición Boomtown Belfast, que presenta la historia de la ciudad durante la época en que se construyó el barco y que permite a los visitantes contemplar una recreación de las calles de la ciudad, ver objetos y material de la época y aprender sobre la vida durante la época de la Revolución Industrial.

También resulta muy interesante la Galería de los Astilleros, donde se pueden ver de cerca algunos de los objetos más grandes y emblemáticos del Titanic, como las grúas gigantes que se utilizaron para construir el barco.

Si tienes pensada una visita a Belfast, visitar el museo resulta imprescindible. Las entradas se pueden adquirir a través de su web a partir de 28 € y, para completar la experiencia, ojo, porque puedes alojarte en un hotel que, como bien habrás imaginado, también está tematizado y se llama Titanic Hotel Belfast. Se encuentra ubicado en las inmediaciones y sus precios arrancan a partir de los 418 € por noche. Así podrás vivir una experiencia de lo más inmersiva.

Titanic Branson: la réplica del insumergible

Los museos relacionados con el Titanic no solo atraen a fanáticos de la navegación, sino a visitantes curiosos por una historia que incluso ha sido llevada al cine con un éxito sin precedentes. James Cameron consiguió gracias a Titanic 11 premios Oscar en 1998, entre los que se incluyen los de Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guion Original, Mejor Fotografía, Mejores Efectos Visuales o Mejor Banda Sonora Original, entre otros.

Y, de Belfast, nos trasladamos a Branson, ciudad de Misuri (Estados Unidos) en la que encontramos una réplica del transatlántico y uno de los museos más impresionantes con respecto a la historia de este barco.

El Titanic Branson cuenta con una gran variedad de exposiciones y objetos, así como recreaciones detalladas de las instalaciones y habitaciones, que ofrecen a los viajeros la sensación de estar a bordo del Titanic.

Eso sí, ya se sabe que en Estados Unidos todo se hace a lo grande y con un sentido del espectáculo sin igual. Vamos, que es posible casarte a bordo de este particular barco o celebrar una comida de empresa en un salón como el que ya hemos visto una y mil veces en fotografías o gracias a los decorados que Cameron nos mostró en el filme que acabamos de mencionar.

Una de las principales atracciones de este museo es la exposición Titanic Princess, que muestra una recreación detallada de la Grand Staircase del Titanic, uno de los enclaves más icónicos y lujosos del transatlántico. Los visitantes pueden caminar por la escalera y emular a Jack y Rose. ¿Quién no recuerda a Leonardo DiCaprio a los pies de la escalinata?

Otra exposición destacada es Artifacts and Stories, que presenta una impresionante colección de objetos originales recuperados del fondo del océano después del hundimiento y entre los que destacan joyas, ropa, objetos personales o documentos que proporcionan una visión única de la vida a bordo.

También hay espacio para una experiencia de realidad virtual, que permite a los viajeros explorar el interior del Titanic en 3D y sumergirse en su historia de una manera interactiva y envolvente.

Constituye el Titanic Branson un tributo impresionante y conmovedor a la historia del Titanic y a las personas que lo construyeron, viajaron en él y perdieron sus vidas en eltrágico hundimiento. Conviene adquirir las entradas de forma telemática y su precio arranca en los 35 € aproximadamente.

En definitiva, tanto si estás en Belfast como si te encuentras explorando Branson, la visita a estos museos está más que recomendada.