Skyborns: así son los bebés que nacen en pleno vuelo

Un parto en pleno vuelo no es lo que más puede apetecer a ninguno de los presentes, pero hay veces que ocurren.

Unos pocos bebés en el mundo nacen en pleno vuelo y reciben privilegios de las aerolíneas
Unos pocos bebés en el mundo nacen en pleno vuelo y reciben privilegios de las aerolíneas / Istock / tatyana_tomsickova

Unas pocas personas en el mundo tienen el privilegio de tener un primer contacto con el mundo a través de una ventanilla del avión, avistando el cielo sobre las nubes. Aunque no lo vayan a recordar, seguro que es una historia que no se cansan de contar: "He nacido en un avión". En ocasiones contadas, los aviones aterrizan con una persona más a bordo que en el embarque. Volar estando embarazada es una elección que no tiene por qué suponer ningún problema, siempre y cuando la mujer cumpla con las reglas que impone la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).

Volar estando embarazada es posible

Volar estando embarazada es posible

/ Istock / Manuel-F-O

La recomendación es no volar a partir de la semana 36 de gestación -32 si es múltiple-. Además, si está embarazada de entre 28 y 35 semanas debe presentar una autorización expresa de su médico. Aun así, hay excepciones como en todo, y al menos 75 personas han alumbrado a más de 12.000 metros de altura, siempre de manera prematura. Las aerolíneas contemplan la pequeña posibilidad de que ocurra y no suele haber ningún problema con el parto. La duda llega muchas veces cuando se trata de la nacionalidad del recién nacido, pero realmente es muy sencillo. Se pueden sujetar al derecho del suelo -donde nace- o al derecho de la sangre -por la nacionalidad de los progenitores-.

Algunas veces, cuando no se otorga la nacionalidad de los padres ni la del territorio en el que nacen y el bebé queda apátrida, es el origen de la aerolínea el que aparece en su pasaporte. Estados Unidos, por su parte, concede la nacionalidad a cualquier niño nacido en un avión que sobrevuele su territorio o espacio aéreo. La primera niña en nacer en el aire fue Airleen, en 1929 -aunque se creía que el primero fue en 1947-. El padre era un médico amante de los aviones y, cuando vio que su mujer estaba en un estado muy avanzado de gestación, subieron a un avión y estuvieron dando vueltas por el cielo hasta que parió.

Cuando el avión se convierte en un paritorio

Esta curiosa historia la descubrió Shona Kirsty Yves (por sus iniciales SKY), otra mujer fruto de un parto en pleno vuelo en 1990. En su caso, su madre subió al avión en Ghana para llegar a Escocia donde esperaba dar a luz a su segunda hija. Le quedaban siete semanas para salir de cuentas y el médico había confirmado que podía embarcar. La pequeña decidió llegar antes de tiempo, ante el asombro de su madre y su hermana de cuatro años. Su padre, que había planeado quedarse en África unos días más antes del nacimiento, se enteró gracias a una llamada del piloto: "Al habla el piloto de British Airways, su mujer se ha puesto de parto".

Llegando a París dejó de luchar contra la naturaleza que le pedía expulsar al bebé y, finalmente, acabó naciendo en "algún lugar del Canal de la Mancha". Ella tiene un pasaporte en el que no aparece un país de nacimiento, sino "nacida en el mar" y la compañía aérea continúa teniendo detalles con ella. Pero no todos los 'skyborns' -aeronatos en castellano- cuentan con esos beneficios. En 1995 otra niña nació en el aire y la empresa le otorgó una beca de estudios y privilegios para volar; mientras que en 2015, otra niña recibió pasajes gratis hasta los 18 años. Sin embargo, hay compañías que han asegurado que no están dispuestas a hacer nada de eso.

En lo que sí coinciden muchos de estos recién nacidos es en que sus nombres están relacionados con el cielo, como Airleen y SKY, o incluso adoptan el de algún miembro de la tripulación que haya sido relevante en el parto. Nacer en pleno vuelo no es lo más seguro ni para la madre ni para el bebé, ya que el aire es más ligero y es más complicado que el recién nacido respire, por ello hay un pequeño porcentaje que no logra sobrevivir. Además, tampoco es habitual que se haga un aterrizaje de emergencia ni se contempla trasladar a la pasajera a un hospital, ya que eso conllevaría mucho tiempo y dinero para la aerolínea. Lo que sí es seguro es que los 'skyborns' nacen para viajar.

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