El quinto pino existió: lo mandó plantar Felipe V y tenía una curiosa utilidad

Se suele decir que en Madrid hay de todo y es cierto, en la capital española estaba incluso el quinto pino de la famosa frase hecha.

El Retiro de Madrid es una de las zonas con más árboles de la capital, pero el quinto pino no estaba allí
El Retiro de Madrid es una de las zonas con más árboles de la capital, pero el quinto pino no estaba allí / Istock / Starcevic

Irse al quinto pino es más que una expresión. Como todas, cuentan con una curiosa historia que pocas veces se conoce. 'Salvado por la campana', por ejemplo, proviene del siglo XIX, época en la que se colocaba una campana con una cuerda que salía del interior del ataúd para que el supuesto muerto la tocara en caso de error y así evitar los enterramientos de personas vivas.

'Llevar al huerto' se retrotrae a 'La Celestina' de Fernando de Rojas, donde literalmente, Calixto convence a Melibea para encontrarse en el huerto. Pero y el 'quinto pino' ¿Existió realmente? La respuesta es sí. El quinto pino real estuvo durante muchos años en Madrid y, como no podía ser de otra manera, no estaba precisamente en el centro de la villa.

La actual estación de Atocha

La actual estación de Atocha

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Fue obra de Felipe V, que reinó desde el año 1700 hasta su muerte en 1746. Durante todo ese tiempo mandó hacer varias reformas como la centralización del poder y el desarrollo cultural. Así, en Madrid mandó plantar un total de cinco pinos. El primero estaba al inicio del Paseo del Prado, muy cerca de la actual estación de Atocha, y el resto se repartían por la arteria principal, el Paseo de Recoletos.

Dónde estaba el quinto pino

En aquella época en la que no existían ni siquiera los teléfonos se creó una suerte de código común: los madrileños habían encontrado cinco puntos de encuentro para verse. El más alejado era el quinto, situado en la zona de Nuevos Ministerios, en la frontera del Madrid del siglo XVIII. Con el tiempo se convirtió en uno de los más populares al ser el menos transitado y el más alejado de la ciudad.

Allí era donde quedaban para verse los amantes, ocultos en sus encuentros románticos. Durante muchos años era un lugar donde se encontraba la intimidad buscada, huyendo de las miradas curiosas de los paseantes. La población no dejaba de crecer y la ciudad se ampliaba por momentos. La Real Cerca de Felipe IV, una especie de muralla que delimitaba Madrid entre 1625 y 1868, se desbordó.

En 1860 se demolió y se originó el 'Plan Castro' junto con los Ensanches. Los barrios empezaron a separarse, dejando tres ejes principales, Prado-Recoletos, las Rondas y los Bulevares. Madrid continuó con su crecimiento hasta la construcción del metro y las edificaciones de los barrios periféricos. Quizá Nuevos Ministerios ya no esté en el quinto pino con respecto al centro, pero siempre lo estará para algunos.

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