Cinco lugares del mundo que parecen irreales, pero que existen

Entre la maravilla y la inquietud.

Unos cuantos lugares del mundo que parecen sacados de una película de ciencia ficción.
Unos cuantos lugares del mundo que parecen sacados de una película de ciencia ficción. / Istock / wanderluster

La realidad, sabemos, supera la ficción. Estos destinos tienen la particularidad de hacerte creer que estás en una novela de ciencia ficción. Sin embargo, existen, y puedes ir a conocerlos.

El Lago Natron en Tanzania

En las tierras africanas de Tanzania, el Lago Natron emerge como un lienzo surrealista, pintado con tonos rosados que desafían las expectativas de la naturaleza. Este espejo salino, de pH elevado y aguas desalentadoras para los no iniciados, resplandece con un misterio que se extiende más allá de su llamativo color.

Un lago onírico en Tanzania

Un lago onírico en Tanzania

/ Istock / Rahim Mngwaya

El Lago Natron no es solo un espectáculo visual; es un laboratorio de conservación único. Su composición de sal y sodio actúa como un férreo conservante, momificando a las criaturas que tienen el infortunio de sucumbir a sus aguas. Este santuario surrealista, lejos de albergar criaturas inquietantes, es testigo de la danza entre los elementos naturales que transforman la vida en arte efímero.

La Ola en Arizona, EE.UU.

En la frontera entre Arizona y Utah, una formación de roca arenisca desafía la lógica y parece una escena sacada de mundos lejanos. Conocida como La Ola, este capricho geológico en Coyote Buttes revela la maestría del tiempo en esculpir la piedra en formas que despiertan la imaginación. Aquí, entre los pliegues de la roca, se siente la energía de un lugar donde la realidad y la fantasía coexisten en armonía.

Dan ganas de surfear estas rocas

Dan ganas de surfear estas rocas

/ Istock / tobkatrina

La Ola, con sus crestas suavemente curvadas y su paleta de colores cálidos, evoca la sensación de estar en un rincón del universo donde la ficción se entrelaza con la realidad. La arena que se desliza entre los dedos y las sombras cambiantes conforme avanza el día crean una sinfonía visual que transporta a aquellos que la contemplan a una dimensión donde la posibilidad y la imposibilidad convergen.

El lago Tekapo en Nueva Zelanda

En las tierras de Nueva Zelanda, el Lago Tekapo se presenta como una joya líquida, un espejo de aguas azul-neón que despierta la imaginación y acaricia la retina. Si el Curiosity hubiera hallado agua en Marte, quizás habría descubierto paisajes que se asemejaran a la maravilla cromática de este lago.

El Lago Tekapo, con sus aguas que reflejan los tonos del cielo y los verdes circundantes, es un recordatorio de la diversidad de la naturaleza. Cada rincón de este oasis neozelandés es una pincelada en la paleta de la creación, donde los colores danzan en perfecta armonía y la superficie del lago se convierte en un espejo que refleja la belleza del mundo que lo rodea.

Un lugar de colores de ciencia ficción

Un lugar de colores de ciencia ficción

/ Istock / simonbradfield

Cuevas de Cristal en Bermudas

Las cuevas más visitas de Bermudas, desbordan estalacticas y estalagmitas, que reflejan en las aguas cristalinas generando fascinación en aquellos que buscan maravillas ocultas en las entrañas de la tierra.

Una maravilla subterránea

Una maravilla subterránea

/ Istock / jpresern

Estas formaciones, desafían las leyes de la naturaleza y susurran la historia geológica de la Tierra. Las cuevas de Cristal es un testimonio de la capacidad de la naturaleza para esculpir maravillas que desafían la imaginación y nos recuerdan la vastedad de lo desconocido bajo nuestros pies.

Minas de Sal en Namibia

En el Parque Nacional de Etosha, Namibia, las salinas del desierto podrían fácilmente transportarnos a otro sistema solar. A pesar de su ubicación terrestre, estas minas de sal se destacan como paisajes que podrían pertenecer a un mundo ajeno.

Paisajes de otro mundo en Namibia

Paisajes de otro mundo en Namibia

/ Istock / Africanway

Las salinas, con su extensión de blanco impoluto y su geometría casi perfecta, nos invitan a reflexionar sobre la diversidad de nuestro propio planeta. Bajo el sol africano, este rincón surrealista nos recuerda que, en la maravilla de la naturaleza, cada rincón de la Tierra puede transformarse en una ventana hacia lo desconocido.

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