¿Cómo celebran pilotos y azafatas las fiestas cuando les toca trabajar?

Las fiestas navideñas son momentos para pasar en familia y son muchos los viajeros que vuelven a sus lugares de origen para reencontrarse con los suyos. También hay quien prefiere despedir el año en algún lugar paradisiaco o tomarse las uvas a pie de pista en alguna estación de esquí. Ahora bien, para que la gente disfrute, a muchos pilotos y TCP les toca pasar las fiestas trabajando. Y ahora vamos a descubrir cómo celebran las fiestas cuando les toca volar.

Las rutas aéreas no entienden de Nochevieja, Navidad o Año Nuevo y los vuelos siguen saliendo; de hecho, se incrementan las frecuencias para dar respuesta a la creciente demanda. Según el portal de datos Statista, plataforma global de datos e inteligencia empresarial, en 2022, los residentes de España realizaron alrededor de 8,7 millones de viajes de vacaciones de Navidad.

Comidas de Navidad a bordo de un avión

En líneas generales, aunque la frecuencia de vuelos aumenta en las fiestas navideñas, justo en los momentos clave (la cena de Nochebuena, la comida de Navidad, Nochevieja o Año Nuevo, suele haber menos vuelos, pero siempre hay pilotos y TCP a los que le toca trabajar.

Casi todas las aerolíneas ofrecen menús especiales para poder celebrar las fiestas navideñas a 12.000 pies del suelo y, si bien es cierto que se las cocinas o caterings de las diferentes aerolíneas preparan estas comidas con un mimo especial, lo cierto es que nunca podrán superar una intensa comida o cena en familia (con cuñado incluido).

Decoración de altura

La Navidad se vive de forma muy diferente dependiendo del lugar de nacimiento y la tradición familiar. Y lo mismo pasa con las aerolíneas, ya que algunas destacan por poseer un bonito espíritu navideño. Hace años, por ejemplo, la ya extinta Air Berlin vinilaba sus aviones con motivos especiales, desde gorritos de Papa Noel a árboles decorados.

Los aeropuertos son también un lugar mucho más acogedor y en los lugares en los que se celebra la Navidad siempre hay algún árbol o un Belén decorando las terminales. Los negocios y las tiendas del duty free también se engalanan y se pueden descubrir espumillones y otros tipos de decoración navideña para amenizar la espera de los viajeros.

Cómo se celebran las fiestas en pleno vuelo

Los pilotos y los TCP pasan estas fiestas lejos de sus familias y, aun así, les toca mostrar su mejor cara. Por ello, es habitual que nada más subir al avión los pasajeros escuchen mensajes de felicitación especiales a través del sistema de megafonía empleado en el avión.

También es habitual que se le ofrezca al pasajero algún que otro detalle, como un gorro de Papa Noel, diademas con motivos navideños o algún collar de espumillón. Y tanto TCP como pilotos (siempre dependiendo de la aerolínea) customizan sus outfits con algún motivo que recuerde las fechas en las que nos encontramos.

Además de los menús especiales, a los que ya hemos hecho referencia, es habitual que tanto pilotos, TCP y pasajeros disfruten de algún dulce navideño durante el vuelo. Turrones, mazapanes e, incluso, alguna porción de Roscón de Reyes cuando ya arranque el Año Nuevo.

Volando al nuevo año

Uno de los días más señalados del calendario navideño es la Nochevieja, el momento de dar la bienvenida al Año Nuevo. Y eso hay que celebrarlo, aunque se esté a 30.000 pies de altura. El problema es que en los vuelos transoceánicos se pasa por diferentes husos horarios y los pasajeros pueden acabar algo confundidos.

La solución, sin embargo, es bien sencilla, ya que los pilotos siguen el horario GMT y son ellos los que deciden, en base al horario del punto de despegue o aterrizaje, el momento en el que dar por finalizado el año.

Campanadas en el avión

Tanto pasajeros, como pilotos y TCP se convierten en una gran familia a la hora de despedir el año. Unos minutos antes de que comience la cuenta atrás, la tripulación reparte copas de champán entre los pasajeros para hacer un brindis y, generalmente, el comandante se convierte en el presentador de las campanadas.

Lo que no es habitual es consumir las 12 uvas que tomamos en España, puesto que esta es una tradición ‘tipical spanish’. Eso sí, si la tripulación es española, seguramente se habrán encargado de gestionar uvas para el pasaje.

En definitiva, pilotos, TCP y viajeros se convierten en una gran familia que celebra las fiestas más especiales a 30.000 pies del suelo. Y, aunque no es fácil estar lejos de los tuyos en estas fechas tan señaladas, volar en las fiestas navideñas es, sin duda, una experiencia única.