Grand Velas Boutique: un resort de lujo en Los Cabos con vistas al mar de Cortés

Cuando el avión empieza a descender hacia el aeropuerto de San José del Cabo con el sol poniéndose entre las montañas, el viajero que nunca ha visitado esos lares se siente sorprendido. Un paisaje agreste y desértico da la bienvenida a un paraíso que, en el 2023, visitaron más de 4 millones de personas: Los Cabos.

Hace falta una media hora para llegar al destino final y se hace de noche. Tras más de 12 horas de vuelo y una escala en Ciudad de México, lo que uno quiere es llegar al hotel y descansar para recuperarse y plantarle cara al jet lag de la mejor manera posible antes de descubrir el Grand Velas Boutique: un resort de lujo en Los Cabos con vistas al mar de Cortés.

Grand Velas Boutique: llegamos al paraíso

Dejamos atrás el Corredor Turístico y llegamos al Grand Velas Boutique, uno de los resorts más exclusivos de Cabo San Lucas, que será nuestro alojamiento por unos días. No es tarde, pero lo parece. Los botones del establecimiento nos dan una calurosa bienvenida y entramos en el hotel. Nos llaman la atención, a primera vista, sus techos colosales, la amplitud de espacios y una piscina de teselas iluminada que ya nos anuncia que hemos llegado al paraíso.

Entramos en el 51 Bar, espacio de mixología creativa y lugar en el que vamos a hacer el check in mientras los expertos bartenders nos preparan un cóctel con hojuelas de oro comestible de 24 quilates especiado con chile jalapeño y tajín que complementan el sabor del limón fresco, además de tequila y agua mineral. Una muestra del refinamiento y exclusividad de este establecimiento inaugurado a comienzos del 2024 para completar la oferta en Los Cabos de su hermano mayor, el Grand Velas, situado en las inmediaciones. Grand Velas Boutique cuenta con 79 suites y es Aduls Only, por lo que la calma y la tranquilidad están más que garantizadas.

Lujo y confort en Los Cabos

Llega el momento de dirigirnos a las habitaciones para refrescarnos un poco e ir a cenar. Tenemos la opción de elegir room service y quedarnos descansando, pero no queremos dejar de probar el restaurante Loto (robata grill que ofrece una fusión japonesa-mexicana creada por el chef con 2 estrellas Michelin, Sidney Schutte), incluido dentro del paquete ‘Todo incluido’ que ofrece el hotel.

El cansancio hace mella, pero el menú que nos han preparado nos mantiene bien despiertos. Para abrir nuestro apetito, una deliciosa gyoza y unos conos de steak tartar y atún, junto a una exquisita ostra servida con ají amarillo, lima y cilantro. Completan los entrantes una ensalada de sandía, aguacate y frutos secos y otra con camarones rebozados. Y, cuando uno no puede más, empieza el verdadero festival. La robata es una forma de cocinar a la brasa en pequeñas porciones o pinchitos que le imprime un sabor muy característico a los alimentos. Ternera, pollo, pulpo, camarones aderezados con yuzu, curry, soja dulce o mantequilla de avellanas… esto parece la última cena. Como acompañamiento, champiñones, espárragos verdes tiernos y patatas fritas con parmesano. Y, el fin de fiesta llega con la trilogía del chef, preparaciones dulces en las que el matcha tiene un papel protagonista.

De vuelta a las habitaciones, debe saber el lector que son imponentes. Suites que van desde los 82 metros cuadrados hasta los 278 y se dividen en 7 categorías. Mi refugio es la número 402, que dentro de la categoría suite sunrise king incluye un servicio a suite las 24 horas, terraza privada con fire pit, piscina y zona de estar con hamacas, baño con jacuzzi y ducha independiente, productos de baño de la marca Molton Brown, batas y sandalias, cafetera Nespresso así como un minibar surtido con aperitivos y bebidas diariamente.

Una nota personalizada del gerente del hotel y una botella de mezcal me dan la bienvenida a este paraíso que se convertirá en mi hogar por unos días. La habitación cuenta, además, con cortinas eléctricas, almohadas y edredones de pluma de ganso, secador de pelo Dyson, báscula, plancha, caja de seguridad con tamaño para ordenador portátil, un par de televisiones (en la zona del salón y dormitorio) de alta definición con cable digital, paraguas, capazo de cortesía para la piscina o playa y Wi-Fi.

Grand Velas Boutique Hotel es un resort ‘Todo incluido’ que demuestra que este régimen no solo seduce a las grandes masas sino a los viajeros más elitistas que quieren despreocuparse de todo durante sus vacaciones, pero gozando de los más altos estándares de calidad. Casi todo lo que uno necesite para disfrutar de su estadía (como le dicen los mexicanos) está incluido; desde su espectacular gimnasio abierto las 24 horas hasta los diferentes bares y restaurantes del complejo; desde Loto (que ya hemos mencionado) hasta el restaurante de día Del Mar, Roca Bar con snacks para disfrutar frente al mar de Cortés o un salón de degustación Agave.

Grand Velas Boutique cuenta también con un Spa (llamado SE) que permite a los huéspedes alcanzar el nirvana gracias a los diferentes tratamientos que se realizan en sus 4 suites con vistas al mar. Y, si cruzamos la zona de la piscina, tenemos acceso directo a la playa, que cuenta con hamacas y camas balinesas que son fantásticas mientras que uno se siente extasiado con el sonido de las olas, las aves que sobrevuelan nuestras cabezas en busca de su particular festín culinario en forma de peces y unas margaritas que nos recuerdan el país en el que nos encontramos.

La guinda: experiencia Michelín en Cocina de Autor

Alojarse en Grand Velas Boutique te da acceso al resort hermano Grand Velas Los Cabos y su amplia oferta de restauración, entre la que destaca Cocina de Autor, único establecimiento de Los Cabos que ha sido premiado recientemente con una Estrella Michelín en la primera edición de la prestigiosa guía culinaria, que acaba de lanzarse en el país azteca.

Un restaurante de dimensiones mastodónticas acoge este templo de la gastronomía. Se puede comer dentro o en la terraza con vistas a un estanque en el que hay carpas koi. El código de vestimenta es formal, pero se nota que estamos en un lugar de vacaciones, ya que se trata de un lujo relajado.  Francisco Sixtos nos da la bienvenida a la que se ha convertido en su casa y que tantas satisfacciones le ha dado. Y es que este chef que iba para músico, sintió la llamada de la gastronomía hace unos cuantos años cuando tuvo que echar una mano en un establecimiento familiar y entonces vislumbró un sueño que se acaba de hacer realidad: conseguir una Estrella Michelín.

Volvemos a la sala para deleitarnos con un menú de degustación en varios tiempos, de raíz mexicana, que se adorna con elementos e inspiraciones globales. Arrancamos con Ikemije Rockot y Wagyu australiano en forma de bocaditos que se degustan en la zona de bar con el cóctel de bienvenida antes de sentarnos en la mesa.

Y empieza el verdadero festín con un ostión gigas de Comondú, con aguachile de manzana, pepino y arbequina. Exquisito incluso para aquellos que no disfrutan con el sabor intenso a mar. Llega el turno de King Kampachi y, acto seguido, uno de los pases más exquisitos: su velouté de maíz con hongo shitake, nuez pecana y jícama. Una creación tan exquisita que casi se nos saltan las lágrimas al probar esa velouté. Más tarde llega el turno del solomillo de res y el betabel, también deliciosos. Cerramos el festín con ‘Chilate’ una mezcla de canela, cacao y mezcal en forma de petit four que nos deja un sabor de boca único y muchas ganas de volver a repetir esta experiencia cuando Sixtos incorpore nuevas creaciones a la carta.

En definitiva, Grand Velas Boutique es un paraíso que nos permite disfrutar de un entorno único, del mar de Cortés, conocido como el acuario del mundo, y, cómo no, de una gastronomía que nos acerca un poco más al cielo, gracias a esa estrella de Cocina de Autor que ahora brilla más que nunca.