Valldemossa, el pueblo más alto de Mallorca: viaje al pasado en la Sierra de Tramontana

Una localidad que es un poema escrito en piedra, capaz de transportarnos y evocarnos a un pasado medieval que rezuma aroma mediterráneo por todos sus poros.

Calle empedrada de Valldemossa

La imagen más típica de la localidad son sus calles empedradas repletas de flores

/ Agencia Istock

Sinuosas calles empedradas y fachadas de piedra blanca esconden una joya en el corazón de Mallorca. Una preciosa localidad de menos de 2.000 habitantes que se conforma como uno de los pueblos más populares de la Sierra de la Tramuntana. 

Sus 499 metros de altitud, que la hacen la localidad más alta de la isla, le otorgan una personalidad bucólica con rincones que parecen haber sido diseñados específicamente para el deleite de los sentidos. Ejemplo de ello son sus suaves pendientes y sus casas de piedra decoradas con flores y macetas.

Callejón de Valldemossa

Calle de Valldemossa en un día soleado

/ cinoby | istock

Pero Valldemossa, si nos alejamos de su objetiva belleza, también es un lugar que cuenta con una rica historia. Se materializa en lugares como el Monasterio de Santa María, uno de sus principales atractivos turísticos que fue fundado en el siglo XIV. Aquí, de hecho, fue donde el compositor Frederic Chopin pasó el invierno de 1838 junto a su pareja George Sand. Sus habitaciones, hoy en día, se han convertido en un museo que recoge algunos de sus objetos personales y recuerdos en la localidad. 

Callejón repleto de flores en Valldemossa

Los callejones de Valldemossa destacan por sus numerosos maceteros y plantas

/ Imgorthand | Istock

Pero lo que es verdaderamente cautivador de este pueblo es la sensación de sosiego y relax que se produce al llegar a sus fronteras. Aunque los culpables de esta placentera evocación son los espacios verdes que la rodean, como el Jardín de la Cartuja. Entre sus muros se respira una paz y una armonía difíciles de encontrar en cualquier otro punto de la isla. 

Un paisaje Patrimonio de la Humanidad

Rodeado de montañas y situado en el corazón de la Sierra de Tramuntana, este lugar se emplaza en un entorno privilegiado donde los haya. Tanto que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2011. No es para menos en un lugar con unas impresionantes vistas de la costa mallorquina y de la impresionante cordillera que lo rodea.

Valldemossa, Mallorca

Vista panorámica de la localidad de Valldemossa, la más alta de Mallorca

/ Sean Pavone | Istock

Entre sus calles, en cambio, se puede retroceder en el tiempo. Sus casas de piedra se levantan majestuosas, con balcones de hierro forjado y con puertas y ventanas que invitan a ser fotografiadas a cada paso. En primavera, una de las mejores estaciones para visitarla, se pueden ver las buganvillas trepando por las paredes, a las que acompañan las macetas colgantes llenas de geranios. 

¿Qué ver en Valldemossa?

Solo pasear la localidad es un regalo, pero hay unos cuantos puntos neurálgicos que son de obligada visita.  

La Cartuja de Valldemossa. Un antiguo monasterio construido en el siglo XIV que se conforma como el punto turístico por excelencia en Valldemossa. En su interior se puede contemplar un claustro gótico, la iglesia barroca y las célebres celdas donde vivieron Chopin y George Sand. La historia, en este lugar, rezuma por todos los poros.

Cartuja de Valldemossa, en Mallorca

Cartuja de Valldemossa

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La Casa Natal de Santa Catalina Thomas. Se encuentra en la Plaza de la Cartuja y deja ver como una casa-museo donde nació una de las santas mallorquinas. En su interior se puede conocer la vida de esta religiosa y contemplar algunos de sus objetos personales y documentos relacionados con su vida. 

Plaza de la iglesia. Se encuentra en el corazón de la localidad y es uno de los lugares más animados y con más vida del pueblo. Rodeada de restaurantes y bares, es el lugar perfecto para tomarse un vino o deleitarse con un café caliente mientras se contempla la vida cotidiana del pueblo.

Vistas desde el Mirador de Sa Foradada, en Valldemossa

Vistas desde el Mirador de Sa Foradada

/ aletheia97 | Istock

Si quieres unas impresionantes vistas, también te recomendamos que visites el precioso pueblo de Deià. En este se ubica el conocido como Mirador de Sa Foradada, a unos pocos kilómetros de Valldemossa. Este mirador es perfecto para contemplar la costa norte de la isla y la península de Formentor y se consagra como el lugar en el que admirar una de las mejores puestas de sol del planeta. 

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