Taramundi, el concejo asturiano que nos hace creer en la magia

En la parte occidente de Asturias, en la zona que roza con Galicia, se esconde un lugar de cuento de hadas en el que los bosques y los hechizantes arroyos son los protagonistas. Hablamos de Taramundi, un concejo muy especial donde las costumbres ancestrales y sus casitas coloreadas con flores se mezclan con oficios históricos basados en agua y hierro. Sus bellos paisajes bañados por los encantos de las aguas de los ríos Turia y Cabreira, atraen cada año a miles de viajeros que buscan enamorarse de su magia. 

Durante muchos años este pueblo se ha detenido en el tiempo, como si nadie alterara su existencia, oculto entre bosques frondosos y grandes piedras. En ellos se esconden mitos y leyendas que otorgan a Taramundi esa magia que le caracteriza. Allí no importa el tiempo, un castillo celta con años de historia, un convento que recogía a los peregrinos del Camino de Santiago y muchas joyas más que hacen que este pueblo se convierta en un libro de historia viva. 

El río Eo es el encargado de separar Taramundi de Galicia, un lugar delimitado por valles y lomas verdes característicos del norte del país. La artesanía es una parte fundamental de la actividad del concejo, en especial el uso del hierro. Allí se fabrican navajas y cuchillos artesanales cuya fama ha dado la vuelta al mundo y que cuenta con una Casa Museo de la Cuchillería Tradicional de Taramundi en la que disfrutar de la navaja más grande del mundo a la cual se le ha otorgado el Récord Guinness por su tamaño de siete metros y 1.500 kilogramos de peso.

En Taramundi también se encuentra un yacimiento mágico conocido como Os Castros. Se trata de un antiguo pueblo fortificado que en 1969 fue denominado como "El Castro" por José Manuel González. Es uno de los castros más grandes que se han catalogado en la zona y sus excavaciones arqueológicas comenzaron en el año 2000. En estas labores se han encontrado más de diez edificios que incluyen una sauna, tramos de calles y grandes fortificaciones.

Las leyendas que rodean el lugar hablan de seres que habitan Taramundi y que si crees en ello puedes ver paseando por sus calles. Si te cruzas a un señor de barba larga, tuerto y vestido con trapos viejos, estarás viendo a Nuberu, el señor de las tormentas y el granizo, que es el encargado de hacer que llueva sin avisar. Sin embargo, si la persona que te cruzas es un señor poco agraciado, envejecido, cojeando y con una camiseta roja, estarás viendo a Trasgu, el ser que se encarga de gastar bromas pesadas en el interior de las casas o por las calles de Taramundi, si dudas de si es él, mírale la palma de la mano, ya que la tiene agujereada. 

Caminando por las empedradas calles del lugar te puedes cruzar con una bella joven con el pelo largo y rubio que suele habitar por las cuevas y fuentes de la zona, ella es una Xana, ser asociado a estos elementos que suele ir acompañada de polluelos de oro. Pero no vayas a pensar que las cuevas solamente están habitadas por Xanas, allí también viven seres como el Busgonu, un semihombre poco agradable con cuernos de cabra o aquellos hombres lobo que solo salen a la calle a la luz de la luna llena. Pero ya sabes que solo podrás ver a estos seres si te fijas muy bien y crees en la magia de la cultura de Taramundi.