El rincón secreto de Salamanca: una joya que merece ser descubierta

Salamanca no necesita presentación gracias, por ejemplo, a que es Ciudad Patrimonio de la Humanidad desde 1988 por la Unesco, cuenta con la universidad más antigua de España y un casco histórico de incalculable valor artístico. A esto se suma su nombramiento como Capital Europea de la Cultura en 2002. Alicientes que le han servido para recibir el año pasado a más de 718.000 viajeros que realizaron 1.206.201 pernoctaciones, dando lugar a unas cifras históricas por encima del último récord alcanzado en 2019.

La Plaza Mayor, una de las más bellas de España y en la que, sin duda, nos pasaríamos toda una tarde disfrutando de su ambiente; el Palacio de Monterrey, construido en el primer tercio del siglo XVI; la Casa de las Conchas, que aúna elementos renacentistas, góticos y mudéjares; o las Catedrales, la Nueva y la Vieja, que nos ofrecen una interesante visión de la historia salmantina son rincones que todo viajero debe descubrir en su visita a Salamanca. 

Descubriendo el barrio hípster salmantino

Hoy, en cambio, dejamos atrás estos enclaves únicos y ponemos rumbo al barrio del Oeste, que constituye una prolongación del centro de Salamanca y, desde hace un lustro se ha convertido en el epicentro de arte urbano de la ciudad. Tanto es así, que se ha ganado el sobrenombre de barrio hípster.

El punto central es la Plaza del Oeste, en la que confluyen algunas de las calles principales de este barrio que ya cuenta, por ejemplo, con una aplicación para móvil (puedes descargarla pinchando aquí) que permite a los usuarios disfrutar de toda la oferta cultural a golpe de clic. Y es que desde el Ayuntamiento de la ciudad quieren mostrar al explorador otra realidad y otro barrio más artístico y cultural en el que los lienzos son puertas de garajes, cierres metálicos de comercios, muros, paredes o mobiliario urbano. Creando así una Galería Urbana que se puede disfrutar las 24 horas del día y todos los días del año.

Los orígenes del barrio del Oeste

El origen del barrio del Oeste se lo debemos a Santa Teresa, ya que en 1570 fundó el Convento de Carmelitas del que, a día de hoy, solo se conserva la iglesia del Monte Carmelo en la Plaza Carmelitas. En la época de construcción del convento se empezaron a levantar a su alrededor diversas casas bajas que dieron origen a este núcleo poblacional. Y damos un salto en el tiempo, hasta los años 60 del siglo pasado, para descubrir como la barriada se fue expandiendo un poco a lo loco, sin apenas normas urbanísticas que dieran un poco de homogeneidad a la colonia.

También es interesante mencionar que este barrio que ahora florece como el máximo exponente de arte urbano salmantino fue en su día una zona llena de problemas. Tan solo la calle Papín estaba asfaltada en torno a finales de los 70. Por ello, era la única que contaba con suministro eléctrico y, desde la Asociación ZOES cuentan, en una breve e interesante historia del barrio que recogen en su web ‘el agua no subía a las casas más allá del segundo piso y eso con suerte’.

Imprescindibles en el barrio del Oeste

Volvemos hasta nuestros días para descubrir cómo el barrio del Oeste, gracias principalmente al esfuerzo vecinal, se ha convertido en una zona con gran impulso cultural y artístico que cada vez atrae a más viajeros deseosos de descubrir su particular galería de arte a pie de calle. La revitalización cultural y comercial del barrio es una realidad. Los estudiantes lo tienen en su radar a la hora de buscar piso en la ciudad salmantina, los comercios de la zona, las distintas asociaciones y sus muestras de arte urbano le han convertido en todo un icono hípster.

El viajero que llegue al barrio del Oeste debe descubrir la Asociación ZOES que hemos mencionado antes. Se trata de agrupación vecinal que ha llevado a cabo a lo largo de su historia (se creó en 1977) actividades de lo más variadas: desde un famoso rastro hasta taller de bailes charros, tapices o corte y confección. También resulta imprescindible conocer el trabajo del colectivo Lemarte, encargado de llevar a cabo el proyecto de Galería Urbana que le ha dado un nuevo impulso a la zona.

Poco queda de aquel barrio problemático, sin luz, agua corriente y calles sin asfaltar. Y es que el barrio del Oeste luce ahora con un aire moderno y un ambiente cultural vibrante que hace que se haya convertido en una joya que, sin duda, merece ser descubierta.