4 rincones de Salamanca para conocer la ciudad como un local

Si quieres vivir Salamanca como un auténtico local, te recomendamos 4 rincones que no suelen estar atestados de turistas.

Unos cuantos rincones de Salamanca que debes conocer.
Unos cuantos rincones de Salamanca que debes conocer. / Istock / traveler1116

Ponemos un pie en la ciudad universitaria más bella de España para pasear por 4 rincones maravillosos que no suelen estar atestados de viajeros. No son rincones desconocidos (de esos quedan ya pocos en una ciudad que en el 2023 acogió, según cifras oficiales a más de 718.533 turistas), pero son verdaderas joyas que te harán amar (todavía más) a Salamanca.

La mejor manera de empezar una visita a Salamanca es en el puente romano que cruza el río Tormes. Desde allí se contempla la ciudad con su skyline de torres y cúpulas que resplandecen cuando cae el sol, ofreciendo un atardecer único, ideal para los amantes de la opacarofilia. La plaza Mayor, una de las más bellas de España y en la que bien nos pasaríamos toda la tarde, es otra de las paradas imprescindibles; de hecho, el viajero pasará por allí una y otra vez.  Su conjunto catedralicio, las Escuelas Mayores (obra cumbre del plateresco), la Casa de las Conchas o el Colegio Real de la Compañía de Jesús (con su exquisito claustro) son paradas imprescindibles en una ciudad que acoge al viajero con los brazos abiertos.

Hoy, en cambio, vamos a cambiar los sitios más visitados, por otros rincones algo más desconocidos que nos permitirán que descubrir Salamanca desde una nueva perspectiva.  Un palacio que esconde una curiosa leyenda, un bucólico jardín que ofrece unas imponentes vistas de las Catedrales y de la ribera del Tormes, un mural único para los amantes del arte y la astrología y un barrio que está despuntando y que ya se conoce con el sobrenombre de barrio hípster. ¿Preparado para este paseo por 4 rincones de Salamanca que te permitirán conocer la ciudad como un local? Vamos…

Palacio de la Salina

El Palacio de la Salina, también conocido como Palacio de Fonseca, se encuentra a pocos pasos de la Plaza Mayor y en la actualidad es sede de la Diputación Provincial de Salamanca. Más allá de su bella portada plateresca con elementos italianos, edificada en 1538, descubrimos un coqueto patio al que se puede acceder desde la calle San Pablo, 24 y supone un auténtico remanso de paz en un siempre concurrido casco histórico.

En sus orígenes y hasta 1870 fue estanco de sal (de ahí su nombre), pero, lo que más nos fascina es la curiosa leyenda en la que se ve envuelto. Se cuenta que el arzobispo Alonso de Fonseca fue a Salamanca a un concilio diocesano acompañado de su amante. Solicitó alojamiento a diversas familias de renombre, pero todas se negaron y, por ello, mandó construir el Palacio de la Salina con una decoración interior que representara a los principales nobles de la ciudad de forma monstruosa. Lo cierto es que el arzobispo murió antes de edificarse el palacio, que en realidad pertenecía a Juan Alonso de Fonseca. Y es de la similitud en los nombres de dónde surgió una fascinante leyenda que nada tuvo que ver con la realidad.

Huerto de Calixto y Melibea

El Huerto de Calixto y Melibea es un espacio ajardinado de 2500 metros cuadrados que ofrece unas hermosas vistas de las Catedrales y de la ribera del Tormes. Y, como podrá imaginar el viajero, debe su nombre a los protagonistas de La Celestina, obra de Fernando de Rojas publicada en el año 1502. A la entrada del Huerto hay una estatua que representa a la encandiladora más famosa de la literatura española y, debajo de su busto, leemos la siguiente inscripción: “Soy una vieja cual Dios me hizo, no peor que todas... Si bien o mal vivo, Dios es el testigo de mi corazón.” 

Situado en el casco histórico y muy cerca de las universidades, este jardín es acogedor y constituye un lugar perfecto, tanto pasa descansar, como para dar un paseo. En el mismo Huerto también se encuentra el Jardín del Visir, donde está ubicada la Casa del Obispo Paradinas, con restos góticos en su recinto.

Y los amantes de la botánica van a descubrir especies nunca vistas antes en los parques de Salamanca. ¿El motivo? Se cuenta que un granadino que vivía en la ciudad echaba de menos los jardines andaluces y, para sentirse como en su tierra, mandó plantar especies que, hasta entonces, no se habían visto en la urbe del Tormes.

El Cielo de Salamanca

Llega el momento de demostrar nuestro amor por el Arte y contemplar el Cielo de Salamanca. Los más despistadillos quizá levanten los ojos para ver si el día está despejado, pero no van por ahí los tiros, ya que nos referimos a la pintura realizada por Fernando Gallego, pintor español de la escuela hispano-flamenca. Lo primero que hay que saber es que esta obra no está en su lugar original, ya que antes ocupaba una parte de la bóveda de la antigua biblioteca de la Universidad, que hoy es utilizada como capilla. 

Debemos ahora remontarnos a las obras que se llevaron a cabo tras el incendio que tuvo lugar en el siglo XVIII, al construir la actual bóveda, ya que entonces se perdieron gran parte de las pinturas existentes, quedando esta joya oculta durante varios siglos. A mediados del siglo XX se descubrió el mural y entonces fue trasladado, una vez restaurado, al Museo Universitario que hay en una de las alas del patio de las Escuelas Menores.  

Realizada sobre una bóveda de cuarto de esfera y enmarcada por una inscripción en latín del salmo bíblico del Rey David, esta pintura representa las constelaciones zodiacales de Leo, Virgo, Libra, Escorpión y Sagitario, además de otras constelaciones como la de Hércules o la de Centauro. También incluye una representación del Sol sobre una cuadriga tirada por caballos y otra del dios Mercurio sobre un carro tirado por dos águilas.

El barrio Oeste o barrio Hipster

El barrio del Oeste nunca ha sido un sitio frecuentado por viajeros, pero ahora se ha convertido en el barrio hípster por excelencia y los amantes del arte urbano deberían recorrerlo casi de forma obligatoria. Puertas de garajes, cierres metálicos de comercios, muros, paredes o mobiliario urbano han convertido el barrio en una galería urbana que se puede disfrutar las 24 horas del día.

Las obras, realizadas por artistas de todo el mundo, son la mejor muestra de diferentes corrientes estéticas y nos permiten conectar con un barrio en el que el sentido de la comunidad le ha dado un impulso único. Y, para muestra, el trabajo que hace ZOES, una asociación vecinal que ha llevado a cabo a lo largo de su historia (se creó en 1977) actividades de lo más variadas: desde un famoso rastro hasta taller de bailes charros, tapices o corte y confección.

En definitiva, estos 4 rincones de Salamanca que te hemos presentado, te permitirán conocer la ciudad como un local y conectar con la verdadera esencia salmantina. 

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