Así es uno de los pueblos más remotos de España: belleza oculta entre los Picos de Europa

A este precioso pueblo asturiano no se puede acceder por carretera.

Belleza oculta entre los Picos de Europa: Bulnes

Este es uno de los lugares más remotos de nuestro país.

/ Belleza oculta entre los Picos de Europa: Bulnes | Renata Hamuda Istock

España es un país rico en cultura e historia con enclaves que muchas personas no se creerán que existen realmente. Contamos con las mejores playas y con impresionantes parajes naturales que hacen de nuestro país un lugar único en el mundo. Todos conocemos algunos destinos del territorio español que parecen sacados de una película de ciencia ficción con desiertos, volcanes, acantilados, grandes montañas... Y, todo ellos, rodeados de pueblos idílicos de cuento de hadas en los que la vida parece un sueño hecho realidad. Creemos conocer todos esos lugares, pero hay algunos que todavía son desconocidos para muchos y que son una auténtica maravilla que hay que visitar al menos una vez en la vida. 

El ejemplo perfecto que demuestra la belleza de estos lugares recónditos es un pequeño pueblo asturiano llamado Bulnes. Este mágico concejo ubicado en el interior del Macizo Central de los Picos de Europa es una maravilla escondida cuyo acceso sorprende a todo el que lo visita. Se trata de un enclave al que no se puede acceder por carretera debido a su ubicación geográfica y al que puedes llegar de una forma muy curiosa.

Bulnes

Este precioso pueblo se encuentra en el Macizo Central de los Picos de Europa

/ Juan Ignacio Rodríguez Moronta | Istock

La primera posibilidad existente para entrar en Bulnes es cruzar un canal de alta montaña que recorre el territorio hasta la entrada del pueblo, esta suele ser la opción favorita de los cientos de montañeros que se aventuran en los montes para descubrir este lugar. La segunda posibilidad, y probablemente la más espectacular, es un tren-cremallera que asciende hasta los mil metros de altitud por el interior de las montañas.

Este medio de transporte se creó en el año 2001 y se consagró como una impresionante obra de ingeniería capaz de recorrer el camino completo en poco más de 6 minutos. El trayecto comienza en el Puente Poncebos y termina en pleno Bulnes, para ello, el tren es capaz de superar un desnivel de 400 metros por una de las montañas más famosas de nuestro país. 

Tren-cremallera de Bulnes

Tren-cremallera de Bulnes.

/ Miguel Perfectti | Istock

Uno de los protagonistas de este bello pueblo es su paisaje montañoso que se debe a su espectacular ubicación, de hecho el Naranjo de Bulnes es uno de los destinos preferidos por los montañeros y escaladores que pueden llegar hasta allí teniendo como punto de partida Bulnes. El concejo nació como un lugar para desarrollar la ganadería y la agricultura, pero poco a poco, y con la llegada del tren-cremallera, el turismo aumentó y comenzaron a surgir nuevos negocios para atender las necesidades básicas de habitantes y visitantes. 

La población de Bulnes rondaba las 26 personas en el año 2022, pero pese a su pequeño tamaño cuenta con tabernas, restaurantes y alojamientos que permiten disfrutar de la vida social en un paraje único. Pero Bulnes no solo son montañas y bosques, hay un sinfín de lugares y monumentos que debes ver en tu visita al concejo. Uno de los más interesantes es la Iglesia de San Martín y su precioso pórtico y campanario. Podrás llegar hasta ella recorriendo las callejuelas de piedra rodeadas de casas del mismo material que tienen un encanto sin igual.

Bulnes

El paisaje que decora el pueblo es una auténtica maravilla.

/ Guillem Riera Corral | Istock

Otro de los lugares imprescindibles es la antigua Capilla de Nuestra Señora de las Nieves, una pequeña ermita que sufrió muchos daños durante la Guerra Civil y que se restauró en el año 2014 para mejorar el templo. Además, en Bulnes podrás disfrutar de la comida y bebida sentada en las preciosas terrazas de los restaurantes que reposan a orillas del río y que ofrecen unas vistas increíbles del paisaje. 

No puedes perderte este precioso destino en el que la naturaleza y la historia se unen formando un remoto enclave que enamora a todo el que lo visita. El acceso al pueblo en el tren-cremallera es uno de sus principales reclamos turísticos, pero no hay que olvidar el impresionante paisaje que lo rodea y la belleza y calidez de sus habitantes. 

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