El pueblo de Valencia que parece sacado de una película Disney

Es momento de cerrar los ojos y al abrirlos nos trasladamos hasta un pueblo de ensueño que parece sacado de una película de Disney. Cada rincón nos traslada a mundos de fantasía en los que los malhechores, bandidos y demás personajes huyen a lo largo de imponentes desfiladeros, se esconden en cuevas y ocultan su botín en las inmediaciones del charco azul, un enclave onírico que nos hace viajar hasta rincones fantásticos.

En un entorno montañoso muy escarpado, rodeado por las hoces del Turia y a los pies del parque natural Chera Sot de Chera descubrimos un pueblo que se nos muestra como un tesoro escondido y nos hace viajar a algunos escenarios propios de cualquier película de Disney. ¿Nos acompañas a descubrirlo?

Chulilla, pueblo Disney en Valencia

En el corazón de la comarca de Los Serranos aparece ante el viajero el pueblo de Chulilla, que nada tiene que ver con el pueblo homónimo situado en Teruel. Conocido también en valenciano como Xulella, este municipio con menos de 700 habitantes parece haberse detenido en el tiempo, como si el director de una película Disney hubiera gritado eso de ¡Prevenidos, grabamos!

El viajero que llega a Chulilla lo hace para disfrutar de la naturaleza en estado puro, ya que es un lugar espectacular para hacer senderismo. La ruta de los puentes colgantes (que nada tiene que envidiar a otros puentes de vértigo que no te atreverías a cruzar) transcurre por varios puentes que cruzan el cañón de lado a lado y permiten que el explorador disfrute de un paraje de ensueño que no parece real.

Sus hoces, gargantas y ríos también constituyen el terreno ideal para los amantes de la escalada. Las formaciones rocosas desafían la gravedad, creando un escenario impresionante solo apto para los más valientes.

Un lago de película: el charco azul

Antes de recorrer las calles de Chulilla, debemos visitar en las inmediaciones un rincón único que se ha convertido en un verdadero reclamo para los usuarios de Instagram. Y es que el lago azul es el enclave perfecto para rodar cualquier película Disney en live-action.

La lógica puede hacer pensar al viajero que el nombre de este lago podría hacer alusión al color azul turquesa de sus aguas, pero lo cierto es que proviene del término árabe azud, que significa presa pequeña en un río, ya que este rincón paradisiaco ha sido creado por el hombre.

Viajamos ahora en el tiempo hasta el siglo XII, cuando los musulmanes que vivían en Chulilla construyeron una presa en el cauce del río Turia que les permitiera regar las huertas de los alrededores del pueblo. De hecho, a día de hoy se pueden contemplar restos de algunas antiguas acequias. Y ahora, nos trasladamos hasta el siglo XX, ya que esta misma zona fue utilizada para generar energía hidroeléctrica.

Recorriendo el casco urbano de Chulilla

Chulilla son sus estrechas calles empedradas y sus casas encaladas que se aferran a las faldas de las montañas. El castillo de Chulilla, imponente y majestuoso, corona el municipio y nos recuerda parte de su historia, ya que fue usado como cárcel para eclesiásticos por orden de San Juan de Ribera. También hay que descubrir la iglesia de la Virgen de los Ángeles, que alberga una talla de madera policromada de una Virgen con Niño del siglo XVI o las ermitas de Santa Bárbara y San Josepe, edificada en 1662.

Además de los tesoros que descubrimos en Chulilla, la calidez de sus habitantes hace que visitar este bonito pueblo que parece sacado de una película de Disney sea una vivencia única. Y es que la gastronomía local hace que la experiencia culmine en un auténtico festín propio de un filme de fantasía.