El pueblo más pequeño de Teruel: 13 habitantes, infinitos encantos

Este municipio es el menos habitado de Teruel y Aragón, una comunidad marcada por la despoblación y el abandono rural.

Así es el pueblo con menos habitantes de la provincia de Teruel.
Así es el pueblo con menos habitantes de la provincia de Teruel. / Ayuntamiento de Salcedillo.

La despoblación es un problema real que lamentablemente afecta a gran parte de nuestro país. Cada día más gente abandona los pueblos en busca de nuevas oportunidades laborales en las grandes ciudades dejando calles vacías en los municipios en los que un día habitaban cientos de personas.

La falta de trabajo y servicios hace que sea casi imposible vivir en algunos pueblos, sobre todo en la provincia de Teruel, donde gran parte de sus municipios están prácticamente abandonados.

Esta triste realidad es cada vez más común en la provincia turolense, pero las pocas personas que viven en sus pueblos crean un ápice de esperanza ante una desaparición inminente y casi inevitable. Pese a sus escasos habitantes, estos pequeños pueblos tratan de sobrevivir y animan a aquellos que aman la vida rural o que pueden teletrabajar, a mudarse a sus casas y tratar de repoblar el lugar y devolverle ese espíritu que un día tuvieron. 

Actualmente en este pueblo solo vive una persona.

Actualmente en este pueblo solo vive una persona.

/ Ayuntamiento de Salcedillo

La minería en Salcedillo

El silencio retumba por las calles de Salcedillo, un pequeño pueblo ubicado en la comarca de las Cuencas Mineras en la provincia de Teruel. Los 13 habitantes que contó el último estudio poblacional forman parte del ya nombrado como pueblo más pequeño de Teruel y de Aragón. Pese a sus escasos pobladores, Salcedillo cuenta con una gran historia y un encanto especial que un día habitaron más de 100 personas. 

El histórico pasado del pueblo está profundamente ligado a la minería, su ubicación en la comarca de las Cuencas Mineras lo convirtió en uno de los pueblos más beneficiados por este sector de la economía cuya materia prima fue un gran pilar socio-económico durante gran parte del siglo pasado.

En la época del auge de las minas de carbón, aproximadamente en la primera parte del siglo XX, Salcedillo vivía sus momentos de máximo esplendor con más de 100 personas censadas. La gran mayoría se dedicaban a la industria minera, y como en muchos pueblos de la provincia de Teruel, el declive del sector y el cierre de las centrales crearon una pérdida poblacional que dejó cientos de pueblos como Salcedillo prácticamente abandonados. 

La historia del pueblo se remonta al año 1328 cuando el Rey Alfonso IV vendió la posesión de las tierras al noble Pedro de Luna. En ese momento, Salcedillo pasó a formar parte de la famosa Sesma de Honor de Huesa en la Comunidad de Aldeas de Daroca. La belleza rural y la tradición se han mantenido intactas desde ese momento para gusto y disfrute de todos aquellos que la habitan y de quienes viajan hasta allí para conocerla. 

Los 13 de Salcedillo

De los 13 habitantes censados en Salcedillo, solamente 3 viven realmente todo el año en el pueblo. Esta es una realidad muy común en los pueblos deshabitados, donde la gente acude los fines de semana pero realmente tiene su residencia habitual en la ciudad más próxima.

En el caso de este pueblo turolense, la mayor parte de sus habitantes viven todo el año en Zaragoza y visitan el municipio frecuentemente. En verano las calles se llenan de gente que pasa allí sus vacaciones, pero el invierno es muy duro y muy pocas personas son capaces de soportarlo. 

El encargado de evitar la muerte poblacional de Salcedillo es un joven de Pakistán que trabaja en labores del pueblo como albañil. El alcalde del lugar, que habita en Zaragoza, está haciendo todo lo posible por traer a los hijos del joven pakistaní a España para repoblar el pueblo y hacer compañía al único habitante real de Salcedillo. 

Salcedillo está en el listado de los diez pueblos con menos habitantes de España por su evolución demográfica que desembocará en un abandono irreversible. En sus tiempos de bonanza en Salcedillo vivían hasta 170 personas, ahora hace más de medio siglo que no nace ningún niño en el pueblo y ya no se ven chavales correr y jugar por sus calles. 

Un enclave natural único

Pese a su escasa población, Salcedillo cuenta con un sinfín de encantos que merece la pena visitar. El pueblo está completamente rodeado de un increíble paisaje natural, de hecho, allí mismo se encuentra el nacimiento del río Segura, uno de los principales de Aragón.

Aunque solamente cuente con una superficie de 17 kilómetros cuadrados formados por seis o siete calles, podemos encontrar la singular Iglesia de San Miguel Arcángel cuyo origen se remonta al siglo XVI. 

La ubicación privilegiada de Salcedillo permite a los viajeros disfrutar de sus increíbles paisajes y entornos naturales. Allí encontrarás senderos pintorescos y podrás disfrutar de la serenidad de la naturaleza desconectando del ruido y el agobio de la gran ciudad. En un mundo cada vez más acelerado, Salcedillo ofrece un refugio de autenticidad y calidez.

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