El pueblo de Madrid del que parten dos rutas senderistas perfectas para hacer con niños
Si te gusta la naturaleza, pero no quieres irte muy lejos de la capital, este pueblo te ofrece paseos únicos, así como un interesante patrimonio histórico.
Van quedando pocos días para que la vuelta al cole de su pistoletazo de salida. Y antes de sumergirnos en rutinas, deberes, extraescolares y demás, sería buena opción escaparnos a un pueblo de la Sierra Norte de Madrid. Allí pasearemos entre edificios históricos, comeremos de lujo y también podremos hacer una ruta senderista para irnos despidiendo del verano. ¿Te apuntas?
Debemos coger la carretera de Burgos y a unos 60 kilómetros del centro de Madrid nos encontramos con Torrelaguna, un coqueto municipio de menos de 5000 habitantes situado en una llanura que conecta con el valle del Jarama y que, según algunos hallazgos arqueológicos, ya estaba habitada tanto en la prehistoria como en los períodos celtíbero y romano.
Paseando por Torrelaguna
El conjunto urbano de Torrelaguna fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1974 y cuenta con varios edificios y estructuras relevantes, como la plaza Mayor o la iglesia parroquial de Santa María Magdalena. Además, la estructura urbana destaca por su impronta medieval.
Un buen punto de partida para conocer Torrelaguna es la plaza Mayor, ya que allí se encuentra la oficina de turismo. Resulta interesante entrar, porque el viajero podrá recibir información sobre los recursos histórico-artísticos del municipio, así como apuntarse a alguna de las visitas guiadas por la villa. También es el lugar perfecto para recibir las mejores recomendaciones sobre la oferta gastronómica y de alojamiento, así como información específica sobre los pueblos más cercanos y de la Sierra Norte en su conjunto.
Rutas senderistas desde Torrelaguna
Uno de los grandes atractivos de Torrelaguna, más allá de su centro histórico y los diferentes edificios de interés que salpican el municipio, son las tres rutas senderistas que parten desde allí y nos permitirán descubrir la Sierra Norte de Madrid. Son las conocidas como ruta de la Romería, la de la Panera y la ruta a las Loberas de Valgallego.
Hoy vamos a descubrir las dos primeras, ya que son rutas fáciles y perfectas para hacer con niños que estén acostumbrados a caminar y que disfruten de una salida campestre. Eso sí, resulta imprescindible llevar ropa y calzado cómodo, el teléfono con batería y avituallamiento para el camino, puesto que tienen una duración estimada de 3 horas que siempre puede ser alguna más si se para a descansar, disfrutar del paisaje o tomar fotos. Por cierto, si necesitas unos consejos de experto para sacar las mejores instantáneas, puedes leer aquí unos trucos.
La ruta de la Romería
La ruta de la Romería nos llevará por el valle del Jarama entre campos de secano y olivares. El senderista se topará con las infraestructuras del canal de Cabarrús y del canal de Isabel II hasta llegar a la antigua ermita de Nuestra Señora de la Piedad o de Santa María de la Cabeza. Y, a la vuelta, se pasa por una cantera de caliza, mientras las rapaces sobrevuelan al excursionista y viajero.
Este camino está en buenas condiciones, pero hay poca sombra y, por tanto, conviene evitar las horas centrales del día para realizarlo. Elegido ya un día que nos recuerde que el otoño se acerca, partimos de la plaza Mayor (en la que nos quedaríamos toda la tarde charlando con los vecinos) para descubrir enclaves como la plaza de la Montera, la ermita de la Virgen de la Soledad, campos de gramíneas, fincas con ovejas que harán las delicias de los más niños, el canal de Cabarrús, diversos olivares, un arroyo o las canteras de caliza a cielo abierto.
La ruta de la Panera
La otra ruta senderista perfecta para hacer con niños que parte de este bonito pueblo de la Sierra Norte de Madrid es la ruta de la Panera. Si nos animamos a caminarla, pasearemos por las huertas de la vega del arroyo San Vicente, y subiremos al cerro del Rebolloso, que cuenta con unas espectaculares vistas tanto del valle del Jarama como de los pueblos de alrededor. Es una ruta sencilla, pero hay que tener en cuenta que el camino es malo en algunos tramos, como en la subida al cerro, donde puede haber algo de grava.
En definitiva, si estás buscando un plan muy cerca del centro de Madrid, pero que te permita disfrutar de naturaleza y aire puro, Torrelaguna es una opción fantástica, ya que te permitirá sumergirte en la Sierra Norte de Madrid y disfrutar de los encantos de un pueblo que en algunas ocasiones podría llegar a pasar desapercibido.
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