El pueblo más bonito al que viajar en octubre está en Cataluña

En la ribera del Ebro, con un castillo templario oteando el horizonte, Miravet espera al viajero en otoño, cuando las altas temperaturas estivales le dan un respiro.

Vista de Miravet.
Vista de Miravet. / Istock / JaviJ

Con su castillo templario suspendido sobre el río Ebro, en una atalaya privilegiada, Miravet se asoma a la historia en cada rincón. Esta villa situada en el interior de la provincia de Tarragona, a una más o menos de la capital de la provincia, parece de cuento.

Miravet.

Miravet.

/ Istock / Tanaonte

Sus edificios se extienden a lo largo de la orilla derecha del Ebro justo en la depresión de la cubeta de Móra, el lugar donde suelen registrarse las temperaturas más altas de toda Cataluña en verano y cuyo entorno salvaje es todo un espectáculo. La parte meridional del municipio de Miravet queda cerrada por el congosto de Miravet; la parte norte, por la sierra de Cavalls; la población se sitúa a la derecha del río.

Vistas desde el castillo de Miravet.

Vistas desde el castillo de Miravet.

/ Istock / Vicenfoto

Una visita al castillo

Se puede llegar a Miravet en barca, en un paseo por el Ebro, el lugar desde el que las vistas de su castillo son más pintorescas. Este se puede visitar y es una referencia de los castillos templarios en Catalunya. Es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura de la Orden de los Templarios en Europa. De origen árabe, sus majestuosas murallas, de 25 metros de altura, se alzan sobre el Ebro y permiten al visitante hacer un viaje en el tiempo, a la Catalunya de los siglos XII y XIII.

Vista general de Miravet.

Vista general de Miravet.

/ Istock / aluxum

Declarado Bien Cultural de Interés Nacional, el castillo de Miravet se puede visitar y el recorrido incluye entrar en su granero, su caballeriza, su patio de armas (con el refectorio) o su iglesia. A esta última se puede ascender por una escalera de caracol que permite acceder a su terraza, otro punto con espectaculares vistas.

Aunque la panorámica más típica de Miravet se obtiene desde otro punto: desde la plaza del Arenal, en la parte baja del municipio. Desde esta se pueden ver las casas suspendidas sobre el Ebro, el perfil de su Iglesia Vieja y el castillo.

Calle de Miravet.

Calle de Miravet.

/ Istock / luzimag

Para los fans del senderismo, por el municipio de Miravet pasa el GR-99, el Camino Natural del Ebro. Y para los que prefieran deportes como el piragüismo, también se pueden hacer rutas hacia Móra d’Ebre.

Miravet, con su castillo templario en lo más alto.

Miravet, con su castillo templario en lo más alto.

/ Istock / vallefrias

Además, Miravet es cuna alfarera. En el Raval dels Canterers se siguen concentrando los artesanos que modelan el barro en el torno, una artesanía de herencia islámica y a la que se puede acercar el visitante.

Es posible entrar en los talleres donde trabajan los cantareros y elaboran sus piezas, aunque la principal actividad económica del municipio es la agricultura. Viñedos, almendros, olivos, avellanos y cerezos, entre otros, pueblan sus alrededores.

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